Erosión del río Coca deja 500 millones de toneladas de sedimentos y amenaza vidas y obras
Un estudio dice que la cantidad de sedimentos que ha dejado la erosión del río Coca, en la Amazonía de Ecuador, es la más grande de los tiempos modernos.
Estudio "Gran erosión fluvial y un pulso de sedimento de 500 millones de toneladas provocado por la falla de una presa de lava, Río Coca, Ecuador", publicado el 4 de febrero de 2024.
Estudio académico
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En tres años, la llamada erosión regresiva del río Coca ha arrastrado 500 millones de toneladas de sedimentos, entre lodo, piedras y hasta vegetación a lo largo del río.
Esta cantidad de sedimentos es uno de los más grandes de los tiempos modernos, según el estudio académico: "Gran erosión fluvial y un pulso de sedimento de 500 millones de toneladas provocado por la falla de una presa de lava, Río Coca, Ecuador".
La investigación fue publicada el 4 de enero de 2024 en la revista académica Wiley y sus autores son Pedro Barrera Crespo, Pablo Espinosa, Renán Bedoya, Stanford Gibson, Amy E.East, Eddy J. Langendoen y Paul Boyd.
Los investigadores basan su estudio en información recopilada entre febrero de 2020, cuando empezó el fenómeno erosivo luego de que colapsara y desapareciera la Cascada de San Rafael, hasta febrero de 2023.
Para entender la magnitud del desastre ambiental, se puede decir que los sedimentos producidos por la erosión regresiva del río podrían llenar 12,5 millones de volquetas con capacidad de 40 toneladas.
"Este evento es inequívocamente un desastre natural, con consecuencias generalizadas".
Estudio de la erosión regresiva publicado en la Revista Wiley
Río Coca arrastra más sedimentos que el Amazonas
El estudio añade que la producción de sedimento del Río Coca es comparable a la de una erupción volcánica de tamaño moderado.
Además, es incluso mayor a la carga anual de sedimentos de los grandes ríos que drenan el continente.
Así, los sedimentos del río Coca es mayor en un 25% a la carga anual de sedimentos del río Misisipi en América del Norte, y en un 42% que la del río Amazonas en América del Sur.
El estudio proyecta que el río continuará su proceso de erosión entre los kilómetros 7,7 y 21, lo que aumentará el pulso general de sedimentos, en 100 millones a 200 millones de toneladas. Y añade que la cuenca del río Coca tardará décadas en normalizarse.
Los orígenes
La erosión es un extraño fenómeno que empezó el 18 de febrero de 2020, cuando desapareció la Cascada de San Rafael, que era la más grande de Ecuador con 144 metros de altura.
Desde entonces, empezó un proceso de erosión que se “come” el lecho y las márgenes del río Coca, entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos.
Una víctima mortal y daños materiales
"El ajuste geomórfico del Río Coca representa un desastre natural muy inusual que amenaza la vida, la propiedad, la calidad del agua, la economía regional, las principales infraestructuras y la seguridad energética", dice el estudio.
Así, el proceso erosivo dañó en más de una ocasión tramos de los oleoductos petroleros, un poliducto que transporta diésel y gasolina, y una tubería de agua.
Además, se llevó una parte de la vía Quito-Lago Agrio y destruyó tres de sus puentes, haciendo intransitable ese tramo.
"Conducir hasta la ciudad capital de Quito, debido al colapso de la carretera principal, ahora requiere un desvío de 10 horas hacia el norte, lo que dificulta el acceso de los residentes a instalaciones médicas, lugares de trabajo y otros recursos", detalla el estudio.
Y ha dejado decenas de metros de espesor de lodo y piedras a lo largo de kilómetros y kilómetros aguas abajo de la antigua cascada, lo que eleva el nivel del río provocando inundaciones en zonas pobladas.
Incluso, un deslizamiento de tierra en el extremo norte del cruce del teleférico en la brecha de la carretera E45 causó una muerte en febrero de 2023.
Obras de Coca Codo, en riesgo
Ese fenómeno ha avanzado durante 13 kilómetros río arriba en dirección a las obras de captación de agua de la hidroeléctrica más grande de Ecuador, el Coca Codo Sinclair.
La erosión está este momento a 7,5 kilómetros de las obras de captación de esa hidroeléctrica, que forman una especie de represa, la cual permite desviar el agua del río por un túnel hasta las turbinas de Coca Codo, que tiene una capacidad de generación de 1.500 megavatios.
Aunque la erosión no ha presentado avances desde ese punto en los últimos 166 días, es de esperar que el fenómeno se reactive y continúe durante los siguientes años.
El lecho del río podría hundirse entre 30 y 40 metros a la altura de las obras de captación de esta hidroeléctrica.
Para mitigar estos daños y proteger esta represa, la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec) construyó unos pilotes de cemento.
La producción efectiva actual de Coca Codo genera es de 1.100 megavatios; es decir, produce una cuarta parte de la electricidad utilizada en el país.
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