Erosión en el Coca: dudas de Celec por el futuro de Coca Codo Sinclair
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) asegura que las obras de captación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair están fuera de peligro ante el fenómeno natural. Pero las clasifica como una infraestructura en zona de riesgo.
Una panorámica de las obras de captación de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, a inicios de junio de 2020.
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Mientras continúa la erosión regresiva de las márgenes del río Coca, aumenta la preocupación por los posibles perjuicios en las obras de captación de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS), ubicada en la provincia de Napo.
Si bien autoridades del Gobierno indicaron que la hidroeléctrica está fuera de peligro, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), que es dueña de la planta de 1.500 megavatios, tiene dudas al respecto.
En un informe al que tuvo acceso PRIMICIAS, Celec informa que el área donde se asientan las obras de captación está compuesta por rocas competentes como la granodiorita (dura), pero también hay sedimentos del río "poco competentes".
Para asegurar la mayor parte de la obra, dice Celec, se realizaron cimentaciones especiales por medio de pilotes de hormigón armado. Estos pilotes llegan hasta la roca competente.
Es decir, los trabajos civiles permitieron que la obra fuera anclada a una roca dura para que no corra peligro ante posibles fenómenos naturales, según explica Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología, e integrante de la Junta Consultiva de Apoyo a Celec.
Celec contrató estudios en el tramo de la Cascada San Rafael-Captación central CCS para determinar las obras necesarias para asegurar la estabilidad de la hidroeléctrica.
Por el momento, las obras de captación se encuentran a 19 kilómetros de distancia del proceso erosivo, que sigue avanzando.
Mientras que las obras de casa de máquinas, el embalse compensador y las tuberías de presión, están a una distancia aproximada de 37 kilómetros del fenómeno erosivo. Además son subterráneas.
La Central Coca Codo Sinclair es la principal hidroeléctrica del país. En 2018 generó 6,2 millones megavatios-hora, abasteciendo el 21,2% del consumo de electricidad anual total de Ecuador.
Mientras que en 2019 produjo 6,4 millones de megavatios-hora, el equivalente al 25% del consumo anual del país, lo que permitió que Ecuador exportara electricidad a Colombia.
Pero no es la única obra que está en riesgo. A lo largo del río Coca hay más infraestructuras en peligro:
- El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE).
- El Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
- El Poliducto Shushufindi-Quito.
- La estación de bombeo El Salado del SOTE.
- Un tramo de la vía Quito-Lago Agrio.
- Viviendas ubicadas en el cantón El Chaco, en Napo.
Hasta el momento, la erosión regresiva provocó la desaparición de la cascada San Rafael, la más alta de Ecuador.
El fenómeno natural también ocasionó la rotura de los dos oleoductos y del poliducto y la desestablización de la vía Quito-Lago Agrio.
Las nuevas variantes viales y petroleras construidas en la zona de Napo siguen en la mira ante las posibles consecuencias del fenómeno natural.
Por otra parte, Celec asegura que proceso de erosión regresiva no pone en riesgo ninguna línea de transmisión eléctrica en el tramo Cascada San Rafael y las obras de de agua captación de la Coca Codo Sinclair.
Sin tiempo para demoras
Carolina Bernal, de la junta consultiva de apoyo a Celec, asegura que esperan los resultados de los estudios, para sugerir opciones que puedan disminuir los riesgos por la erosión regresiva.
Estas consultorías cuentan con el apoyo del Servicio Geológico de Estados Unidos USGS.
"No hay espacio para demoras respecto a la toma de soluciones en el lugar", dijo Bernal, al señalar que la junta consultiva ha planteado tres escenarios:
- El Gobierno realizaría obras urgentes para retardar la erosión regresiva del río Coca.
- Encargar obras estructurales a mediano y largo plazo.
- La implementación de obras no estructurales a largo plazo, como la gestión de la cuenca hidrográfica para bajar la amenaza por erosión.
- La idea es que, con base en los estudios, se pueda establecer las actividades humanas permitidas en esa zona.
La semana pasada, la erosión avanzó conforme las crecidas del río Coca. El periodo de mayor caudal de este afluente termina en julio.
Bernal espera que a partir de agosto el río se estabilice, lo que permitirá realizar obras emergentes.
El coordinador del Programa de Agua de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) para América del Sur, Emilio Cobo, considera que las consultorías deben determinar el punto donde el lecho del río sea sólido y estable para detener la erosión.
"Algunos geólogos consideran que ese punto - donde el río Coca es más sólido- está en la confluencia con el río Malo, a dos kilómetros del actual frente erosivo", dijo Cobo.
Cobo sigue insistiendo en que Coca Codo Sinclair, inaugurada en noviembre de 2016, es la principal sospechosa de que el río Coca haya perdido su armonía natural.
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