Coca Codo Sinclair, el principal sospechoso de la erosión en el río Coca
Los problemas geológicos en la cuenca del río Coca podrían ser causados, en parte, por la operación de la hidroeléctrica de 1.500 megavatios. Ya colapsó la cascada San Rafael y un deslave rompió dos oleoductos y un poliducto.
Imagen referencial de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair tomada desde el aire, en 2016.
Ministerio de Energía.
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La primera alerta llegó en febrero de 2020.
Luego de que la cascada de San Rafael colapsara por un proceso de erosión regresiva, varios expertos se preguntaron si el fenómeno estaba relacionado con la construcción de la mega Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que funciona en la zona.
Uno de ellos fue Emilio Cobo, coordinador del Programa de Agua de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para América del Sur.
En una publicación del medio especializado Mongabay, del 18 de febrero, Cobo dice que es primordial conocer que ocurría con la erosión en la zona antes y después de que construyeran la hidroeléctrica.
Y el 10 de abril, la Escuela Politécnica Nacional publicó el extracto de un modelo de tasas de erosión en la zona.
El estudio dice que la construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, de 1.500 megavatios de potencia, produjo un aumento del 42% en la tasa de erosión medida en la estación H714Coca, en San Rafael.
Según este estudio, por "lo observado en estos últimos dos meses lo más probable es que el fenómeno de erosión regresiva continúe a un ritmo acelerado".
Y advierte que este fenómeno podría ser detenido sólo si en el lecho del río se encontrara un tipo diferente de roca, resistente a la erosión.
Cobo explicó -en entrevista con PRIMICIAS- que hay una posibilidad de que el colapso haya sido acelerado por el sistema de captación de agua de Coca Codo Sinclair, ya que la estructura retiene sedimentos, lo que produce un aumento en la tasa de erosión.
Ricardo Buitrón, consultor de proyectos hidroeléctricos, en cambio, explica que el aumento en la tasa de erosión se relaciona con aspectos naturales, como las precipitaciones, la conformación natural y la vegetación de la cuenca hidrográfica del río Coca.
Y, en menor medida, con aspectos causados por el hombre, como los taludes construidos para la apertura de carreteras o para el tendido de oleoductos.
Además, Buitrón dice que la sedimientación que incrementa la tasa de erosión no es atribuible a Coca Codo Sinclair porque las obras de derivación de la hidroeléctrica hacen que la captación de agua se haga en el margen anterior del río Coca.
Es decir, según Buitrón, la operación de Coca Codo Sinclair más bien ha disminuido la sedimentación en el tramo aguas abajo del río Coca.
Erosión regresiva
Además del colapso de la cascada San Rafael, a inicios de febrero; el 7 de abril de 2020 se rompieron las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), debido a un hundimiento de tierra masivo en las márgenes del río Coca.
En el mismo incidente también se rompió el poliducto Shushufindi-Quito, que conecta a la refinería de Shushufindi con la capital del país y transporta especialmente GLP.
Tanto el colapso de la cascada como el hundimiento de tierra se deben a un fenómeno ambiental denominado erosión regresiva en el cauce del río Coca.
Pablo Samaniego, miembro del Instituto francés de la Investigación para el Desarrollo (IRD), dice que este tipo de erosión se explica porque la caída del agua carcome paulatinamente la base de la pared, por lo que esta tiende a desplomarse y hace que la cascada retroceda.
La falta de estudios geomorfológicos y ambientales para la construcción de Coca Codo Sinclair podría ser una de las razones por las cuales no se previó el fenómeno.
En 2013, por ejemplo, la Contraloría General del Estado realizó 27 observaciones a la construcción de Coca Codo Sinclair, una obra que se levantó con sobreprecio y que terminaría costando USD 2.000 millones.
Sinohydro, la empresa china que construyó la hidroeléctrica, aseguró que realizó las correcciones pero varios problemas persistieron.
¿Coca Codo Sinclair en riesgo?
Jesús Játiva, profesor de la Escuela Politécnica Nacional, advierte que es imperante que el Gobierno empiece un monitoreo permanente de la erosión del río Coca.
Con este estudio, añade el experto, se podrá determinar qué obras son necesarias para evitar que un nuevo derrumbe ocurra y ponga en riesgo las carreteras de la zona, la presa de captación y el embalse compensador de Coca Codo Sinclair.
Játiva y Cobo coinciden en que puede haber riesgo para Coca Codo Sinclair por el fenómeno de erosión, ya que este es muy dinámico y podría provocar un taponamiento del caudal del río Coca.
"Un evento de ese tipo podría ser fatal para el sistema de la hidroeléctrica y para la economía del país".
Jesús Játiva, docente EPN.
Ecuador tiene experiencia con eventos de este tipo. En 1993, uno similar provocó el taponamiento de varios ríos que formaban parte de la Central Hidroeléctrica Paute, en el sur del país.
Cuando se dinamitó el dique que causó el taponamiento, se produjo un aluvión de tal magnitud que inundó varios poblados de esa zona del país. Y alteró la disponibilidad de agua para la generación eléctrica de la Central de Paute.
Játiva dice que algo así sería más complicado en la zona del Coca, ya que este río es mucho más fuerte que los ríos Jadán y Cuenca, que estuvieron relacionados en el desastre de La Josefina, como se conoce al evento de 1993.
Ante esta situación, el Ministerio de Energía continúa haciendo estudios en la zona y ha creado un grupo de trabajo técnico para investigar el problema geológico que erosionó las márgenes del río Coca y su posible efecto en Coca Codo Sinclair.
"Estamos a tiempo para tomar medidas de prevención, en el hipotético caso no consentido aún de que el problema afecte a las obras de captación de la central hidroeléctrica".
Luis Vintimilla, viceministro de Energía
Sin embargo, ante la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea, el miércoles 22 de abril, el funcionario dijo que tienen “casi el 100% la confianza de que central hidroeléctrica no corre un riesgo inminente, ni a mediano o largo plazo".
Además, la entidad recordó que el estudio de la hidráulica fluvial del río, aguas abajo de las obras de captación hasta la cascada de San Rafael, no forma parte de los diseños de Coca Codo Sinclair.
Y, por esta razón, no existen obras de la hidroeléctrica en esa zona.
Pero, se ejecutarán estas acciones:
- Monitoreo de avance de la actividad del río Coca con drones.
- Identificación de sitios de alto riesgo del cauce del río, que puedan comprometer a las obras de infraestructura existentes.
- Selección y análisis de obras de protección para los sitios identificados.
- Diseño preliminar de obras de mitigación de la actividad erosiva del río.
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