Los tres males del río Coca: erosión lateral, regresiva y de profundidad
El incremento de las lluvias, con el inicio de la temporada invernal, aceleró la erosión lateral y de profundidad, según Celec.
El río Coca es afectado por tres tipos de erosión: lateral, de profundidad y regresiva.
Cortesía Celec y OCP.
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Al extraño fenómeno de erosión regresiva que se evidenció desde febrero de 2020 en el río Coca, ubicado entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, se han sumado nuevos tipos de erosión.
En las últimas semanas, y debido al incremento de las lluvias en la Cuenca Amazónica, los técnicos han visto una erosión lateral y otro tipo de erosión de profundidad en el río.
"La erosión regresiva tiene características de profundizar el cauce del río y de ensanchar el valle del río Coca", dijo Roque Proaño, ingeniero geólogo de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).
El valle del río es lo que queda una vez que las aguas se "comen" las márgenes y arrastran la tierra que antes era firme.
Según el último informe de Celec, la erosión regresiva se mantiene estancada a 10,5 kilómetros de la obra de captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, con una potencia instalada de 1.500 megavatios.
Pese al incremento de las lluvias, la erosión regresiva aguas arriba del río Coca se estancó desde hace 243 días.
Pero Celec, que es dueña de Coca Codo Sinclair, advierte que también existe una "profundización del cauce" del río, debido a los constantes deslizamientos de tierra y al incremento del caudal por las lluvias.
A este proceso se lo conoce como erosión en profundidad.
"La profundización del cauce ocasiona que los taludes que están a los lados del río se vuelvan inestables", explica Proaño.
Según cálculos de Celec, en algunos puntos la profundidad del cauce es más notoria. En el puente Ventana 2, que en su momento fue clave para construir Coca Codo Sinclair, existe una profundización que varía entre 12 y 15 metros.
Mientras que la erosión lateral también continúa provocando derrumbes y socavones. Su principal punto de manifestación es un talud adyacente al poblado de San Luis, de la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda.
Según Celec, en el talud la inestabilidad persiste porque en la parte superior hay las grietas. Celec prevé que en ese sitio ocurra otro deslizamiento de tierra.
Autoridades locales del cantón El Chaco aseguran que de continuar la erosión lateral estará en riesgo una parte de las viviendas del poblado de San Luis.
Producto de la erosión regresiva, lateral y de profundidad, el aumento del ancho del valle del río Coca no ha dejado de crecer en ciertos puntos específicos.
Por ejemplo, a la altura del campamento San Rafael (San Luis) el valle del río pasó de 97 metros a más de 456 metros entre 2012 y 2021.
Mientras que en el sector de El Chicharrón, más arriba de la población de San Luis, el ancho del valle del río Coca pasó de 60 metros a 500 metros en el último año.
Aguas peligrosas
El incremento de las lluvias aumentó el riesgo que la erosión dañe parte de la infraestructura que se construyó para ralentizar la erosión en el río Coca.
Con las obras, Celec intenta salvaguardar la infraestructura de captación de agua de Coca Codo Sinclair.
Hasta ahora, la empresa estatal construyó seis diques: cuatro de enrocado y dos con contenedores metálicos rellenos de hormigón (cemento).
Pero, el aumento del caudal del río entre abril y mayo sobrepasó la capacidad de los diques, provocando daños a esta infraestructura.
Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología, advierte que las autoridades también deben analizar el río aguas abajo de la erosión.
"Los sedimentos, producto del fenómeno natural, están ocasionando inundaciones en varias comunidades", afirma Bernal.
Casas, vías, oleoductos
Los tres tipos de erosión amenazan con destruir, una vez más, infraestructura vial y petrolera clave para Ecuador.
La infraestructura eléctrica, como la captación de agua de Coca Codo Sinclair y varias comunidades del cantón El Chaco, continúan en peligro de ser destruidas por los tres tipos de erosión.
En abril de 2020, la erosión regresiva rompió el privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y el oleoducto estatal SOTE, así como el poliducto Shushufindi-Quito, estos dos últimos de propiedad de Petroecuador.
Pese al avance de la erosión lateral, OCP informó a PRIMICIAS que su oleoducto se encuentra fuera de peligro y que el bombeo de crudo desde Lago Agrio hasta el puerto de Balao, en Esmeraldas, transcurre con normalidad.
"Gracias a los bypasses y variantes que construimos y las que nos encontramos construyendo, hemos logrado alejarnos del fenómeno, sin embargo, las acciones preventivas continuarán conforme el avance de la erosión", advierte OCP
La estatal petrolera Petroecuador informó que el SOTE y el poliducto se encuentran a 109 metros de la erosión.
Tras el colapso de la infraestructura petrolera, Petroecuador construyó cinco variantes para el oleoducto y cuatro variantes para el poliducto.
La erosión lateral también destruyó parte de la calzada de la vía Quito-Lago Agrio. Incluso, el fenómeno natural se acerca a una de las variantes viales construidas por el Ministerio de Transporte en ese sector de la provincia de Napo.
El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) dijo que varias casas de la comunidad San Luis corren riesgo de ser destruidas, especialmente por la erosión lateral.
Y, adelantó que están monitoreando la zona.
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