Erosión: Energía alerta a petroleras por riesgo para los oleoductos
La alerta llega luego de la aceleración de la erosión del río Coca. Por allí cruzan los dos oleoductos de Ecuador que transportan crudo desde la Amazonía norte hasta el puerto de Balao en el Pacífico.
Una vista panorámica de la erosión lateral en el río Coca y su cercanía con sectores poblados, vías e infraestructura petrolera. Imagen del 10 de mayo de 2021.
OCP.
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El Ministerio de Energía envío una circular a 15 empresas productoras de petróleo para que tomen las "medidas de contingencia necesarias" ante el avance de la erosión regresiva en las márgenes del río Coca.
Entre las empresas que recibieron la circular se hallan Andes Petroleum, Repsol, Pluspetrol, Gente Oil y Pacifpetrol.
La circular fue enviada el 25 de mayo, un día después de la posesión del presidente Guillermo Lasso. En ella el Ministerio de Energía pide a las empresas que mitiguen posibles bajas de producción de petróleo en caso de una eventual paralización de los dos oleoductos.
La reactivación de la erosión en las márgenes y en el lecho del río Coca, ubicado entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, pone en riesgo los tramos que pasan por allí del privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), y del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), de propiedad de Petroecuador.
Los oleoductos transportan petróleo desde la provincia de Sucumbíos hasta el puerto de Balao, en la provincia de Esmeraldas.
Los oleoductos transportan petróleo desde la provincia de Sucumbíos hasta el puerto de Balao.
Mientras que el poliducto Shushufindi-Quito, que también está en riesgo, transporta combustible desde Sucumbíos hasta Quito, en la provincia de Pichincha.
Desde abril de 2020, la erosión regresiva del río Coca ya ocasionó:
- La rotura del SOTE, del poliducto Shushufindi-Quito y del OCP, el 7 de abril de 2020.
- La destrucción de una parte de la vía estatal E-45, más conocida como la carretera Quito-Lago Agrio.
- El daño en líneas de transmisión eléctrica.
- Daños socio-ambientales y pérdidas para el Estado y para privados.
La alerta lanzada a las empresas petroleras busca prevenir una paralización de las exportaciones de petróleo crudo, que el principal producto de exportación de Ecuador.
La alerta lanzada a las empresas petroleras busca prevenir una paralización de las exportaciones.
En abril de 2020 la producción petrolera de Ecuador ya cayó fuertemente debido a la rotura de los oleoductos, al bajar de 540.000 a 209.904 barriles diarios.
Y no logra recuperarse a los niveles anteriores a abril de 2020. En mayo de 2021, por ejemplo, el país produjo alrededor de 477.177 barriles diarios, como lo muestra el siguiente gráfico:
La alerta del Ministerio de Energía a las empresas petroleras tiene que ver con la "dinámica imprevisible" del fenómeno natural de erosión regresiva en el río Coca y sus afluentes.
"El incremento de lluvias en la Cordillera Oriental incrementó el caudal del río, ocasionando mayores impactos en la continuidad de la operación del SOTE y del OCP y, consecuentemente, en la producción de los bloques hidrocarburíferos del oriente ecuatoriano", comunicó el Ministerio de Energía.
Para evitar riesgos ante el avance de la erosión en el río Coca, Petroecuador está dedicada a la construcción de un nuevo baipás para el SOTE y otro para el Poliducto Shushufindi-Quito.
Los trabajos de Petroecuador concluirán en la tercera semana de junio.
Petroecuador dijo que también trabaja en la construcción de la séptima variante del SOTE y en la quinta variante del poliducto, de 2,4 kilómetros de largo cada una.
Mientras que OCP informó que inició la construcción de una tercera variante de su oleoducto en el sector de Piedra Fina, cercano al poblado de San Luis, en Napo.
Precisamente, el Ministerio de Energía informó a las petroleras que las obras en ese sector buscan reducir la incidencia de una paralización de los servicios de recepción, almacenamiento, transporte y reentrega de crudo.
La erosión avanzó 1,6 kilómetros
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) informó que el frente de erosión regresiva en las márgenes del río Coca se encuentra ubicado a solo 8,9 kilómetros de las obras de captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la mayor del país con una capacidad de 1.500 megavatios.
La captación de agua de la hidroeléctrica está en la lista de activos del Estado que podrían sufrir daños si el fenómeno de erosión regresiva avanza aguas arriba del río Coca.
El gerente de Celec, Gonzalo Uquillas, informó a PRIMICIAS que, en las últimas dos semanas, la erosión regresiva se aceleró nuevamente al avanzar 1,6 kilómetros entre el 14 y 31 de mayo de 2021.
En las últimas dos semanas, la erosión regresiva se aceleró nuevamente al avanzar 1,6 kilómetros.
La erosión regresiva se había detenido desde septiembre de 2020, pero la llegada de la temporada invernal en la cuenca Amazónica ocasionó que el fenómeno natural se acelerara en los últimos 15 días.
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