Fidel Jaramillo: "No hay varita mágica para esta crisis tan complicada"
Fidel Jaramillo, actual secretario general del Fondo Latinoamericano de Reservas y docente de la UDLA, además de exministro de Finanzas y exgerente del Banco Central, discute con PRIMICIAS las señales enviadas por Lasso y los retos que le esperan.
Imagen del 19 de junio. El economista Fidel Jaramillo es docente de la UDLA y secretario general del FLAR.
Fidel Jaramillo
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El primer discurso del Presidente Guillermo Lasso no estuvo marcado por grandes anuncios económicos, pero sí dejó entrever lo que serán las líneas que marcarán el manejo de la economía durante su administración, que comenzó el 24 de mayo de 2021.
"Es lógico que su discurso haya sido de inspiración, de sueños y de dirección general de lo que será el gobierno en estos próximos cuatro años, más que de anuncios", dice Jaramillo.
Sin embargo, "creo que hizo por lo menos tres anuncios importantes que marcarán la tónica de la economía en su Gobierno", agrega.
No lo tiene nada fácil el gobierno de Guillermo Lasso en los próximos años en materia económica. ¿Qué es lo más destacable de lo que ha dicho en su discurso de posesión el 25 de mayo?
Habló de conciliación frente a un programa económico en momentos en que va a ser muy difícil imponer una cantidad de reformas y de medidas que, necesariamente, tendrán que pasar por una negociación y por acuerdos políticos con la Asamblea y con los actores de la sociedad civil.
Esto es muy importante porque cualquiera que sea la dirección que tomemos, esta tendrá que ser acodada y negociada.
Un segundo eje muy importante es el direccionamiento hacia el centro. Su discurso se alejó de ciertos extremos, como por ejemplo de una visión excesivamente libertaria del manejo económico, frente a una Asamblea que tiene un discurso más bien de izquierda. Ese énfasis en el centro va de la mano de la necesidad que tiene el país de conciliar.
Un tercer énfasis que me pareció destacable es el que hizo en la población más pobre que es la que más ha sufrido por la crisis.
Estos tres elementos pueden marcar el carácter del programa económico y social del gobierno de Lasso, que va a ser anunciado en los próximos días.
Después de los primeros 100 días de gobierno el eje principal deberá ser la reactivación de la economía y la generación de empleo.
Tres elementos pueden marcar el carácter del programa económico y social del gobierno de Lasso.
Fue un discurso con un énfasis social, habló de la desnutrición, del desempleo. Ecuador está viendo una profundización de las desigualdades sociales y esto impacta la gobernabilidad.
Así es, fue un mensaje esperanzador, tranquilizador. Había nerviosismo acerca de posibles anuncios sobre medidas que nos iban a llevar a apretarnos los cinturones, pero no fue el caso.
Hay conciencia de que no hay una varita mágica para resolver una situación económica tan complicada como la que estamos viendo y, por lo pronto, lo que hemos recibido es el mensaje de que cualquiera que sea la situación habrá un énfasis en los más pobres y en los más vulnerables.
Ahora hablamos de un trilema latinoamericano, es decir, ya no se trata del dilema entre austeridad y recorte de gasto. La situación se complicó y ese es el escenario que va a tener que enfrentar Lasso.
El nuevo Presidente enfocó en su discurso en uno de los desafíos de este trilema, que son las presiones de gasto que se vienen para atender a la población más pobre y no solamente en lo social, son todos los programas de transferencias monetarias para las familias más afectadas, la atención en salud y los costos de la propia vacunación.
Todo esto, sin duda, es una prioridad impostergable, pero cuesta y aquí viene el segundo desafío del trilema y es que la pandemia nos ha dejado con las cuentas en rojo, en todos los países de América Latina.
Ha crecido nuestro déficit fiscal y también ha crecido la deuda pública, estamos llegando a un límite de la expansión de gasto para atender las necesidades de la gente y vamos a tener que tomar algunos correctivos. No se puede hacer magia.
Estamos llegando a un límite de la expansión de gasto para atender las necesidades de la gente.
¿Por qué lado pueden venir los 'correctivos'?
Hay que lograr una combinación de mayores ingresos, es decir, hacer algo por el lado de los impuestos, por ejemplo controlando la evasión y cobrando mejor los tributos, pero también habrá que hacer algo con el nivel de impuesto que pagamos.
En algún momento, Ecuador y América Latina van a tener que tomar medidas para recaudar más impuestos con el objeto de pagar todos los gastos que se han incrementado por la crisis y por la pandemia.
Lo segundo es que vamos a tener que priorizar el gasto público. Esta es una decisión muy delicada porque tiene aristas políticas. Hay ciertos gastos que son para pagar maestros, para salud pública, para seguridad y queda muy poco margen para que los gobiernos puedan recortar.
En algún momento, Ecuador y América Latina van a tener que tomar medidas para recaudar más impuestos.
¿Cuál es la salida?
Una combinación de las dos cosas: aumentar ingresos y reducir gastos, el problema es tener que hacerlo en una situación de frágil gobernabilidad y de polarización política y social, como la que vive la región.
El ejemplo más reciente es Colombia, donde se desató un conflicto al intentar pasar una reforma tributaria que inclusive tenía los votos en el Conrgeso, pero había otros interlocutores, como los sectores sociales.
Tenemos el difícil trilema de financiar gastos crecientes, enfrentar cuentas fiscales en rojo y una frágil gobernabilidad, que reduce el espacio para las reformas en el poder Legislativo e incrementa la necesidad de implementarlas con la aceptación de la sociedad.
¿Cómo lograr el crecimiento de la economía en medio de este trilema? Y además hay que renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El programa con el FMI es dinámico, no está escrito en piedra. Los equipos técnicos del país y del FMI se sientan regularmente a revisar la marcha del programa.
El ministro entrante (de Finanzas, Simón Cueva, ndr) dice que va a sentarse con el FMI para revisar el cronograma de cumplimiento de las metas, para darle cierto oxígeno al nuevo gobierno.
La propia directora-gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha advertido que no se pueden quitar los paquetes de estímulo muy rápidamente porque eso traería consecuencias sociales y económicas adversas.
De manera que hay espacio para replantear un ajuste fiscal que nos permita volver a la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas.
Lo que sí tenemos que hacer es negociar la velocidad del ajuste y su contenido.
El Presidente Lasso ha dado señales de que el cobro de impuestos debe empezar por los que más tienen, por ejemplo.
Recuperar el crecimiento también es fundamental porque con crecimiento el ajuste fiscal será más digerible y será menos necesario subir impuestos.
Si Ecuador quiere crecer al 5% o más tiene que invertir el equivalente al 25% de su PIB por lo menos.
Si Ecuador quiere crecer al 5% o más tiene que invertir el equivalente al 25% de su PIB por lo menos.
Es algo que el propio Ecuador y Perú ya hicieron en el pasado, pero en Perú dos tercios de esa inversión provenía del sector privado mientras que en Ecuador la inversión la hizo el sector público, esto fue durante el último boom del petróleo y cuando vimos la gran explosión de la deuda pública.
Lasso no tiene esos recursos tan elevados para hacer inversión pública, la clave va a ser invertir en conjunto como país, más del 25% del PIB, pero apuntalados en el sector privado. Usar la liquidez privada que existe y que está esperando por oportunidades de inversión.
Con crecimiento el ajuste fiscal será más digerible y será menos necesario subir impuestos.
El Presidente Lasso ha hablado de las Alianzas Público Privadas para reactivar la inversión, pero hace falta un mecanismo para regular y vigilar esas alianzas.
En América Latina y en Ecuador ya no hay tolerancia frente a todos estos negociados en la contratación pública y frente a la oscuridad de las relaciones entre el sector privado y el sector público.
Ese modelo de falta de transparencia ha sido rechazado hasta en las protestas en las calles. La transparencia es fundamental y es un mensaje también para el sector privado, que en algunos casos ha estado dispuesto a sobornar, por ejemplo.
El nuevo código de ética que ha anunciado Lasso va por buen camino, es importante asumir la lucha anticorrupción, sería excelente ver similares códigos de ética en los gremios y en las empresas privadas.
Las Alianzas Público Privadas o APP tienen oportunidades, no se trata de hacer alianzas a la loca, sino que deben ser técnicamente sólidas y se requiere una contraparte profesional, técnica y eficiente dentro del Estado, que tenga la capacidad de negociar y de hacer seguimiento y verificar el cumplimiento de los contratos.
Se necesita una oficina del Estado o un equipo especializados en APPs.
Además de atraer inversión privada y hacerle seguimiento, la economía ecuatoriana necesita generar más ingresos, pero vemos que la recaudación tributaria y la producción petrolera, que son las dos principales fuentes de ingresos, se han reducido. ¿Qué hacer?
Como ya lo decía un analista político, el principal aliado del Presidente Lasso ahora es el PP y no se refería al Partido Popular sino al precio del petróleo.
El precio se ha recuperado y ha llegado a cerca de USD 65 por barril y puede subir más porque la economía mundial ha empezado a recuperarse y va a demandar más petróleo.
La mala noticia es que esto se da en un contexto en que nuestra producción petrolera está a la baja. Estamos perdiendo una oportunidad de oro.
Los mejores precios del petróleo nos cogen en curva, pero también hay una buena noticia y es que Ecuador viene desarrollando la industria minera y eso va a generar nuevos ingresos para el país.
En el siguiente video la segunda parte de la entrevista con Fidel Jaramillo:
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