Marco López: preocupa que 400 empresas grandes se hayan convertido en SAS
El 'súper' de Compañías, Marco López, dice que falta personal para supervisar a miles de SAS, empresas que pueden crearse con USD 1 y sin control previo.
Fachada de la Superintendencia de Compañías, en Quito.
Cortesía Superintendencia de Compañías.
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El acelerado crecimiento de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) ha dificultado los controles por parte de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.
Desde 2020, año en que se creó esta figura, a julio de 2023, se han creado cerca de 45.000 SAS. Su objetivo era la formalización de emprendimientos y pequeños negocios.
Pero, para el superintendente de Compañías, Marco López, esa finalidad se ha desvirtuado por las pocas exigencias para la constitución de una SAS y falta de control previo.
De hecho, 400 compañías grandes se han convertido en SAS desde 2020, dijo López en entrevista con PRIMICIAS.
¿Cómo ve usted el boom en la creación de Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS), las empresas que se crean con USD 1?
Las SAS nacen con la Ley de Emprendimiento, con el objetivo de dar facilidades a los emprendedores para formalizarse. Pero como resultado de no haber puesto ciertos requerimientos adicionales para su constitución, por la poca regulación, desde 2020 hasta julio de 2023 se han conformado 44.488 SAS.
De las compañías creadas este año, corresponden al 86%. Las tradicionales apenas son el 14%. En 2020, las SAS representaban 38% de las empresas nuevas, pero han ido creciendo.
¿Qué tipo de problemas ha detectado en las SAS?
No existe control previo para la conformación de la compañía. Simplemente, se forma y, luego, si cae dentro de la muestra de control, se revisa en caso de que haya algún defecto.
Recordemos el tema de El Gran Padrino (caso Encuentro), todas las empresas que salieron a la palestra eran SAS, porque no hay un control previo, sino posterior.
Con El Gran Padrino, todas las empresas que salieron a la palestra eran SAS, porque no hay un control previo, sino posterior
Esa falta de control previo hace que se dejen de lado ciertos preceptos propios de las sociedades o compañías. Por un lado, si hay un solo socio, se pierde el concepto de sociedad y de compañía. Solo es una empresa.
Por otro lado, las SAS rompen con el concepto de fe pública, porque al no requerir de una escritura pública en notaría ni pasar por el registro mercantil, nadie certifica las firmas de las SAS que se constituyen de manera presencial.
¿Hay otros temas que le han llamado la atención de las SAS?
El accionista solo es responsable por su aporte. Si una persona abrió una empresa con USD 1, solo es responsable por ese dólar. Y con ese capital, nadie le pone un límite de la cantidad de activos que puedo manejar ni de la cantidad de pasivos que puedo asumir.
Esto pone en problemas a los empleados, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al Servicio de Rentas Internas (SRI), porque no existe responsabilidad de accionistas respecto a contingencias tributarias y laborales.
Además, las SAS permiten el anticipo de utilidades. Si una compañía es cíclica y hasta junio vende mucho, ahí tiene una buena utilidad y puede hacer anticipo de utilidades. Pero, si en el segundo semestre tiene pérdidas, a final de año va a tener una cuenta por cobrar a los accionistas, que puede ser mucho mayor al capital.
Tampoco están obligadas a hacer reserva legal. Mientras que las sociedades anónimas están obligadas a hacer una reserva que corresponde al 10% de su utilidad, para que no se descapitalice la sociedad.
¿Qué consecuencias ha traído esto?
Grandes empresas están utilizando esta modalidad de las SAS para la conversión de sus compañías, un mecanismo que les permite la ley. Desde 2020, alrededor de 400 compañías grandes se han transformado en SAS, lo cual es una cifra significativa.
Por eludir controles, muchas compañías se están convirtiendo en SAS. Las sociedades anónimas responden por el aporte de los accionistas, pero también llevan a cuesta las contingencias tributarias y laborales.
Por eludir controles, muchas compañías se están convirtiendo en SAS.
Otra alternativa que pueden estar tomando algunas empresas es hacer una escisión (se divide en dos o más empresas), con lo que ponen todos los activos productivos en una compañía, junto a los pasivos que le interesa tener. Y en la otra dejar los activos menos productivos y los pasivos más complicados, como los laborales y los tributarios.
Hacen una escisión de una sociedad anónima, luego tienen dos sociedades anónimas, y la que está en mejores condiciones la convierten en SAS. También, pueden dejar como anónima a la sociedad que está mejor estructurada y a la otra, que tiene complicaciones, la convierten en SAS, y con ello evitan responsabilidades.
¿Por qué le llama la atención esa cifra de empresas grandes que se han convertido en SAS?
Porque las SAS no nacieron para reemplazar a compañías o sociedades ya maduras, que ya están en el mercado y han ido adquiriendo responsabilidades.
Lo lógico es que una SAS se convierta luego en sociedad anónima, que el emprendedor crezca y sienta la necesidad de tener mayores controles, porque la compañía debe pensar en manuales de procedimiento, estatutos, buen gobierno corporativo, sucesiones familiares.
Para los empresarios, la SAS han permitido romper barreras burocráticas, ¿no lo cree así?
Si bien es cierto que con las SAS se está velando por la rapidez para crear empresas, por otro lado, se está descuidando el control.
Se está tomando esto como si simplemente es un negocio entre privados, que debería ser regulado lo menos posible. Todo esto en un escenario en el que también ha aumentado el número de empresas, que por su actividad, están sujetas a control de lavado de activos.
¿Cuántas empresas son?
Del universo que se controlaba por lavado de activos, hemos pasado de 60.000 en 2022, a 80.000 en 2023. Ha crecido porque más representantes legales se fueron dando cuenta que su actividad estaba controlada y las están declarando como tal.
No quiere decir que haya más delitos. Lo que sí es un hecho es que hay más empresas con actividades controladas por lavado de activos. Entre las actividades controladas están construcción, minería, empresas de remesas, entre otras.
¿Qué resultados han arrojado los controles a las SAS y otras compañías?
Es imposible controlar las más de 13.000 compañías que se han constituido este año.
El universo de control crece sustancialmente, pero el talento humano que requerimos no va creciendo en la misma magnitud que se necesita, y no todo se hace automático. En total, tenemos una nómina de 650 personas.
De esos, para el área de lavados activos, solo tenemos 12 personas.
¿Qué otro tipo de inconsistencias han detectado en las SAS, por ejemplo, empresas fantasmas o de maletín?
No hacemos un control específico sobre SAS, es general a todas las compañías. Por otro lado, es información reservada, en caso de detectar algo, se traslada directamente a Fiscalía.
¿Se reforzarán los controles sobre las SAS?
La ley no nos permite hacer controles previos, antes sí podíamos. Solo podemos hacer control posterior.
En función de que tengamos más talento humano, podremos reforzar los controles posteriores.
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