Una alianza entre dos empresas conservó el empleo durante la crisis
Un trabajador de Corporación Maresa en la planta de Jabonería Wilson, en mayo de 2020.
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Durante cinco semanas un grupo de colaboradores de Corporación Maresa, empresa del sector automotriz, trabajó en la planta de Jabonería Wilson. ¿El motivo de la alianza? Atender la sobredemanda de productos de higiene y proteger el empleo de quienes estaban paralizados.
"Por el aumento de la demanda de nuestros productos en 30% y para estar preparados ante posibles casos de contagios formulamos una estrategia de trabajar por plantillas, lo que significaba más personal", explica Verónica Rameix, gerente Talento Humano de Jabonería Wilson para Ecuador y Perú.
En ese contexto, la empresa tomó la decisión de contactar a compañías paralizadas durante la pandemia, que estuvieran cercanas a su planta de producción, ubicada en la parroquia de Calacalí. Tarea que no fue fácil.
"Muchas empresas pensaban que el plan era complejo. No lo veían factible o viable", afirma Rameix.
A pesar de realizar actividades distintas, Corporación Maresa se mostró abierta a la idea, que también significaba responder a la necesidad de trabajar de sus colaboradores, dice Lucía Ojeda, directora de Talento Humano de la empresa automotriz.
¿Cómo lo hicieron?
El Holding automotriz dio a conocer a sus colaboradores sobre la iniciativa, y quienes estaban interesados aplicaron de forma voluntaria, "porque trabajar en un lugar diferente y hacer otras actividades es un reto", afirma Juan Martín Muller, subgerente de Sostenibilidad y Comunicación en Corporación Maresa.
De 40 postulantes 24 fueron seleccionados, porque cumplían una serie de requisitos y también tenían las habilidades necesarias para operar en Jabonería Wilson.
"Hubo que coordinar los perfiles, la logística, la capacitación y hasta las revisiones médicas para garantizar la bioseguridad", explica Ojeda.
Ese fue el caso de Jefferson Ronquillo, quien antes de la pandemia se desempeñaba como preparados de vehículos en Corporación Maresa, y a causa de la crisis permaneció un mes sin poder laborar.
Desde la última semana de abril y todo mayo, Ronquillo y los otros 23 empleados del holding automotriz trabajaron cuatro líneas de producción de la empresa de higiene:
- Elaboración y empaque de polvo detergente.
- Elaboración y empaque de crema lavavajillas.
- Elaboración y empaque de jabón en barra.
- Elaboración y empaque de artículos de cuidado personal.
El cambio fue un reto, porque "significaba más rapidez y agilidad", dice Ronquillo, quien agrega que también tenía un horario de trabajo distinto.
Ronquillo dice que la alianza le ayudó para no acumular horas sin laborar. Corporación Maresa se encargó de pagar los sueldos de sus 24 trabajadores durante toda la alianza, explica Ojeda.
Ahora Ronquillo ya está trabajando en el área de bodega de su empresa, porque el sector automotriz se está reactivando especialmente en repuestos.
Mientras que un par de sus compañeros se quedaron en Jabonería Wilson, dice Verónica Rameix.
Una alianza única
PRIMICIAS consultó con las cámaras de industria del país sobre iniciativas parecidas, pero manifestaron que no sabían de nada parecido.
Para dar continuidad al negocio, miembros de Jabonería Wilson investigaron modelos de trabajo en el mundo y descubrieron que en Argentina se estaban realizando proyectos colaborativos.
Asimismo, una experiencia previa del gerente general fue una inspiración para crear un proyecto "solidario", como la empresa lo denomina.
"Se que ahora otras empresas están interesadas en hacer procesos similares", dice Rameix, quien agrega que "este tipo de alianzas permite tener personal capacitado en menos tiempo".
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