Industria automotriz ecuatoriana intenta reactivarse con exportaciones y tecnología
La venta de vehículos en Ecuador cayó alrededor de un 4% en 2019. Las tres ensambladoras asentadas en el país son las más perjudicadas, pero el sector ya tienen planes para impulsar los negocios en 2020.
Una ensambladora en Ecuador.
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Con la eliminación de las cuotas para la importación de vehículos, en 2017, la industria automotriz se restableció, pero por la vía del crecimiento de las importaciones. Mientras que la producción nacional ha seguido reduciéndose.
Al punto que en los últimos tres años se han perdido 2.500 empleos en el sector, de acuerdo con David Molina, director ejecutivo de la Cámara de de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae).
"Solo en 2019 se eliminaron 600 puestos", agrega Molina.
La pérdida de empleos se debe a que el porcentaje de mercado para las unidades ensambladas localmente se ha reducido, a causa del ingreso de más vehículos importados desde la Unión Europea, Colombia y China.
"En 2018 se vendieron 37.000 vehículos ensamblados en Ecuador, mientras que en 2019 ese número llegó a 27.000. Es una baja de 27%", afirma Molina.
Entre 2010 y 2016 la producción local representó entre el 40% y el 50% del mercado automotor de Ecuador.
Mientras que entre 2017 y 2019 esta participación bajó a 25%, según cifras de la Asociación de Empresas Automotrices de Ecuador (Aeade).
En 2019 se vendieron 132.500 vehículos en Ecuador, un 3,65% menos que en 2018, pero esta caída estuvo concentrada en la producción nacional, dice Molina.
Para detener los despidos y reactivarse, la industria automotriz ecuatoriana estudia algunas soluciones, además de las reformas que considera necesarias por parte del Gobierno para ganar competitividad.
Escala, exportaciones y plataformas
"La industria tiene que empezar a buscar escala de producción, lo que significa exportar, al menos en el ámbito regional", sostiene Molina.
Contrario a lo que podría pensarse, "las plantas ensambladoras de Ecuador están en los niveles más altos de productividad y eso se debe aprovechar", explica Molina.
Por otra parte, Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de la Aeade, dice que "para que el ensamblaje local de vehículos sea sostenible en el tiempo hay que responder a dos tendencias mundiales: la innovación y el cambio tecnológico".
Baldeón considera que el futuro de la industria dependerá del uso de energías alternativas para mover a los vehículos y del modelo de negocios.
Dentro de los nuevos modelos de negocios está la creciente tendencia de las personas a compartir un carro en la misma ciudad, llamada 'carsharing'.
El 'carsharing' se apuntala en el uso de plataformas digitales, que distribuyen vehículos en distintos puntos de las ciudades para que los usuarios los puedan alquilar a través de una aplicación, los clientes luego dejan el vehículo y otro usuario puede tomarlo.
El pago se hace por minuto rentado.
En Rusia, por ejemplo, compartir carro ya es una realidad. El incremento en los costos y la carencia de estacionamientos en ciudades como Moscú ha hecho que las personas elijan este tipo de servicios.
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