Menos de 2.000 empleos creados con cuatro nuevos modelos de contratos
Que los nuevos modelos de contratación laboral no hayan tenido éxito en la generación de empleo se debe a una serie de factores, entre ellos, que el sector turístico se mantiene deprimido.
Trabajadores en una fábrica de chifles en Ecuador, el 28 de enero de 2021.
Ministerio de Producción/Twitter
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En tres meses 1.999 empleos se crearon en Ecuador bajo las nuevas cuatro modalidades de contratación laboral anunciadas por el Gobierno como un mecanismo para afrontar el deterioro del mercado laboral, producto de la crisis ahondada por la pandemia.
Según lo anunció el ministro de Trabajo, Andrés Isch, en octubre de 2020, el objetivo era crear "en pocas semanas" 10.000 nuevos empleos. Una meta que se quedó corta.
El Ministerio de Trabajo denominó a esos contratos- que entraron en vigencia el 30 de octubre- como productivo; turístico y cultural; de emprendimiento y joven; y de formación.
Los cuatro nuevos modelos de contratación laboral han representado apenas 666 nuevos empleos al mes, lo que está muy por debajo de los otros dos modelos de contrato que también se crearon por la pandemia.
Bajo la figura de contrato especial emergente se han concretado 46.017 nuevas contrataciones entre el 22 de junio de 2020 y el 28 de enero de 2021, es decir, cerca de 6.574 empleos al mes.
Por el contrato por giro de negocio para todos los sectores, que entró en vigencia el 30 de julio de 2020, se han generado 29.145 empleos. Eso quiere decir que se han firmado alrededor de 4.858 de estos contratos al mes.
Medidas parche
Para el abogado laboral Javier Barba, que las últimas cuatro nuevas modalidades de contratación no hayan tenido un impacto mayor sobre el empleo se debe a tres factores:
- Los contratos emergentes y por giro de negocios ya atienden necesidades del sector productivo.
- El turismo es un sector que sigue deprimido, por el aumento de contagios y el establecimiento de nuevas restricciones para reducir contagios.
- El principal problema de los emprendimientos es el financiamiento, no el tipo de contrato.
"Las cifras demuestran que los tipos de contratos de emprendimiento o para jóvenes más que soluciones técnicas han sido decisiones políticas", afirma Barba.
Por su parte, Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Azuay (Cipem), agrega que los nuevos contratos han ayudado, pero son medidas parche para una crisis económica que el país arrastraba desde 2015.
Ese año cayeron los precios del petróleo, principal producto de exportación de Ecuador y el país empezó a sumirse en la crisis.
Según Robalino, para generar empleo se necesita competitividad, lo que también depende de la reducción de la tramitología, de la disminución de los aranceles a materias primas y a los bienes de capital y de que haya incentivos a la actividad comercial.
Falta una reforma
El deterioro del mercado laboral, por la pandemia, y la creación de nuevos contratos laborales, llevan a los dos expertos consultados por PRIMICIAS a insistir en la necesidad de una reforma laboral integral.
"Los nuevos modelos de contratación han servido para paliar los efectos de la pandemia, pero el país necesita una nueva ley laboral. No puede ser posible que se siga usando un Código de Trabajo, que data de 1938", sostiene Robalino.
Robalino agrega que en la normativa debe enfocarse en la creación de trabajo para los siete de cada 10 ecuatorianos que no tienen un empleo pleno.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) considera que las personas con empleo adecuado o pleno son quienes perciben ingresos mensuales iguales o superiores al salario mínimo. Es decir, que reciben USD 400 mensuales, y que trabajan 40 horas o más a la semana.
Para Barba, la nueva normativa sobre trabajo debe garantizar estabilidad laboral, por lo menos por dos años, para que los trabajadores puedan sostener a sus familias.
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