Los ecuatorianos prefieren hacer sus compras en las tiendas de barrio
Debido a la necesidad de ahorrar, los consumidores compran a diario, pero productos en rebaja.
Cortesía
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El consumo masivo de los ecuatorianos no se dinamiza. Una razón es que el panorama macroeconómico no genera positivismo, explica el informe Consumer Insights 2019, Dinámica de compra en desaceleración.
El Banco Central proyecta una desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) ajustando el crecimiento a 0,2% para 2019. Mientras que el índice de confianza del consumidor se encuentra en un 38%.
Según el reporte, elaborado por la consultora Kantar WorldPanel en 1.700 hogares, los ecuatorianos siguen comprando, pero lo hacen en canales cercanos y buscan productos económicos o en rebaja.
El 29% de las compras se realiza en tiendas de barrio, esto representan un aumento de 1% con respecto al 2018. "El ecuatoriano prioriza las compras del día a día y por eso acude a las tiendas tradicionales", indica el informe de la consultora.
Mientras que el segundo lugar de compra son los "retails económicos" como Aki, Tía, Santa María o Coral. Estos almacenes han copado espacios en provincias donde no están los supermercados tradicionales.
¿Qué ocurre con las cadenas de supermercados? "Los grandes retails logran un segmento top (consumidor de estrato medio-alto), pero frente el año pasado éstos disminuyen sus hábitos de compra y gastan 4% menos", añade el reporte.
Cómo impacta la crisis
La Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) alertó en agosto pasado que las ventas nacionales había bajado por primera vez desde 2016.
Según Pablo Arosemena, titular de la CCG, el comercio afronta un escenario negativo. El sector aporta con el 45% de las ventas nacionales, "pero en el primer semestre de 2019 decreció 0,5% en relación al mismo periodo en 2018".
Arosemena y el gremio empresarial indican que las bajas ventas son un síntoma de la crisis económica.
Mientras que Iván Sierra, director de la firma Negocios y Estrategias, considera que el ambiente económico actual es parecido al experimentado en 2016 tras el terremoto.
"Hay una serie de reacciones en quienes toman las decisiones de compra, y una de esas es cambiar el lugar de compra", expresa Sierra.
Señala que si bien los precios en las tiendas de barrio no son más baratos, el ecuatoriano, sin un trabajo formal, adquiere con el dinero que tiene al día presentaciones más pequeñas de alimentos o productos.
"Compran una funda de 50 gramos de detergente que satisface su necesidad en el momento, porque esta presentación no está en un supermercado. Igual sucede con la azúcar o el arroz", dice el analista.
Advierte que si el panorama económico no mejora, estos nuevos hábitos de consumo perdurarán en los ecuatorianos.
Compartir: