Cuatro problemas para resolver antes de pensar en exportar agua
En Ecuador existen empresas que exportan agua embotellada, pero comercializar ese recurso a gran escala es un negocio completamente distinto.
Una mujer recolecta agua de un tanquero en Ecuador, el 4 de mayo de 2020.
Interagua/Facebook
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El candidato a la Presidencia de Ecuador del movimiento Pachakutik, Yaku Pérez, ha hablado de la posibilidad de que Ecuador reemplace las exportaciones petroleras por exportaciones de agua. Lo dijo durante un mitin en Yantzaza, en la provincia de Zamora Chinchipe, el 9 de diciembre de 2020.
"Así como ahora exportamos barriles de petróleo, que es contaminante, tenemos la posibilidad de exportar barriles de agua, pero para eso hay que cuidarla", afirmó Pérez.
Pero, ¿puede Ecuador exportar agua?
La realidad es que en el mundo ya existen países, como China, las islas Fiji, Canadá y Estados Unidos, que exportan agua y hielo.
En 2019 China fue el país que más ingresos obtuvo por exportaciones de agua y hielo: USD 667 millones, según el portal World's Top Exports, que publica data sobre las tendencias y oportunidades de exportación.
En Ecuador existen empresas que exportan agua embotellada. Ese es el caso de The Tesalia Springs Company que envía a Estados Unidos, Guatemala y Panamá su agua mineral Güitig embotellada.
Entre enero y octubre de 2020 las exportaciones de agua representaron USD 341.500, según el Banco Central.
Pero exportar agua a gran escala es otro tipo de negocio, y para llegar a ello hay asuntos internos que Ecuador tiene que resolver.
Mucha agua, pocas nueces
Ecuador es uno de los países más ricos en recursos hídricos. Cada habitante de Ecuador dispone al año de 43.500 metros cúbicos de agua, es decir 2,5 veces más que el promedio mundial, según el sistema UNW-AIS, de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La riqueza hídrica de Ecuador se debe a su ubicación geográfica, con fuentes que provienen desde la Amazonía y con flujos de agua de lluvia que fluctúan según la temperatura del mar.
Pero, la riqueza hídrica del país no significa que no existan casos de falta de acceso a ese recurso y de desperdicio, explica Juan Calles, ecólogo acuático y consultor en temas hídricos.
Según Calles, hay que atender esos y otros temas antes de pensar en exportar agua:
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Escasez para consumo humano
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En 2019, el 68% de la población ecuatoriana tenía acceso a agua segura, es decir, que provenía de tubería, pozo o manantial protegido o embotellada. Pero al analizar la situación por zonas urbanas y rurales aparece una brecha.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2019 en el área urbana el 76,9% de la población tenía acceso a agua segura, mientras que en zonas rurales ese recurso estaba disponible solo para el 48,5% de la población.
Eso, según Calle, es la realidad en provincias como Manabí y Loja, donde "hay poblaciones grandes que tienen poca disponibilidad de agua en algunas épocas del año".
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Problemas de riego
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La falta de acceso al agua en Ecuador no solo es un problema para las familias, sino también para los negocios, como los agrícolas.
La agricultura es uno de los principales generadores de empleo y de dinero en Ecuador, pero apenas el 21% de los cultivos tiene acceso a riego, según el INEC.
Los problemas de riego han llevado a que haya cultivos que se limitan al invierno, por su alta dependencia de la lluvia. Además, existen disputas locales entre las comunidades y el sector productivo, sostiene Calles.
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Desperdicio y contaminación
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Que Ecuador tenga riqueza hídrica no significa que siempre vaya a tener agua disponible. ¿Por qué? Por el desperdicio y por la contaminación de las fuentes de ese recurso, como los ríos.
Según la extinta Secretaría de Agua (Senagua), en el país el 70% de las aguas residuales se canaliza hacia los sistemas de saneamiento y, de ese porcentaje, aproximadamente el 10% es agua tratada.
El resultado es que "las aguas residuales se siguen enviando directamente al mar, a los ríos, a las quebradas", sostiene Calles.
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Falta de medición
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Otro tema pendiente es la actualización de la información sobre la cantidad de agua que tiene el país, que según Calles data de los años 90.
"Si no medimos cuánta agua tenemos poco se puede hablar de transar o de venderla", afirma Calles.
Para Calles la idea de exportar agua debe ponerse en perspectiva, es decir, cuestionar a quién se le vendería el recurso y cómo se harían las transacciones.
Sobre el primer punto, Calles explica que los países que necesitan agua para consumo humano, como Dubái, son potencias energéticas que tienen plantas de desalinización.
La desalinización es un proceso mediante el cual se elimina la sal del agua de mar o salobre.
Sobre el segundo punto, Calles afirma que la exportación de agua en este momento no es rentable, ya que el precio del transporte es mayor al del recurso en sí.
Cotizada en bolsa
El debate sobre la posibilidad de que Ecuador exporte agua empezó días después de que los contratos de agua comenzaron a cotizar en el mercado futuro de materias primas, el 7 de diciembre de 2020.
Ahora el precio del agua fluctúa como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo, informó Chicago Mercantile Exchange (CME Group), la bolsa estadounidense de derivados financieros y de productos básicos.
El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el "ticker" NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California, que el 7 de diciembre cotizaba a USD 486,53 por acre-pie, una medida de volumen equivalente a 1.233 metros cúbicos, explica la agencia de noticias EFE.
El precio del agua en California se ha duplicado en el último año, según este indicador.
La llegada del agua al mercado de materias primas permitirá, según CME Group, una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados.
La explotación excesiva de este recurso por el sector primario, la industria y el consumo humano, así como el cambio climático, han llevado a que el agua sea cada vez más escasa, sostiene EFE.
Según la Organización de las Naciones Unidas, 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua. En los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua lo que ocasionaría el desplazamiento de millones de personas.
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