Ecuador, entre los países más afectados por la paralización del turismo
Los países en vías de desarrollo son los que sienten más el impacto de la actual crisis en el turismo, pues el lento avance de la vacunación mantiene alejados a los turistas. Ecuador ha empezado a revertir esa realidad con la aplicación masiva de vacunas durante las últimas dos semanas.
Turistas en una playa en las Islas Galápagos, el 11 de julio de 2021.
Ministerio de Turismo/Facebook
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El costo del golpe que ha tenido el turismo por la pandemia de Covid-19 podría superar los USD 4 billones en todo el mundo, según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
La pérdida estimada responde al impacto directo de la pandemia en el turismo y a su efecto dominó en otros sectores estrechamente vinculados.
Aunque la reducción de los ingresos varía por estado, los más golpeados son los países en vías de desarrollo, donde la relevancia del turismo en la economía es importante.
Según el reporte, Ecuador junto a Turquía y Sudáfrica, ha sido los países en los que el sector turístico ha sentido más fuerte las consecuencias de la pandemia. Esas naciones han sufrido una contracción de 75% en la llegada de viajeros en 2020.
Para 2021 la Unctad prevé que, en el peor de los escenarios, la paralización del turismo podría significar una disminución de 9% en su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con niveles previos a la pandemia.
Esa proyección no considera las medidas para suavizar el impacto de la emergencia sanitaria en el sector, como los programas de estímulo económico.
En cambio, en un escenario más optimista, donde existe una recuperación parcial por una mayor afluencia de turistas en el segundo semestre, la reducción del aporte del turismo al PIB sería del 5,5% frente a 2019.
En 2020 los recursos generados por el turismo en Ecuador experimentaron una baja de USD 1.810 millones, según el Banco Central.
Menos vacunas, menos turismo
Una de las principales causas en esta drástica reducción del turismo en los países en vías de desarrollo es el limitado avance en la vacunación, que mantiene alejados a los turistas, afirma el estudio.
Ecuador ha empezado a revertir esa realidad con la aplicación masiva de vacunas durante las últimas dos semanas. El país ha logrado promedios diarios de 320.000 dosis y tiene una proyección de terminar agosto con nueve millones de personas inoculadas. Sin embargo, aún es temprano para ver esos efectos en el turismo.
A eso se suma las restricciones de movilidad impuestas por los países para controlar la pandemia, así como la aparición de las nuevas variantes que hacen difícil prever una reapertura total a los viajeros internacionales.
"Es probable que los turistas duden en viajar largas distancias y, por lo tanto, prefieran destinos más cercanos y con altos niveles de vacunación".
Unctad
En muchos casos, los turistas que están llegando los países son viajeros con bajo presupuesto conocidos como "mochileros", que permanecen más tiempo pero gastan menos.
Este reporte prevé que el sector no retome a los niveles de afluencia de turistas previos a la pandemia hasta 2023 o incluso después.
Pérdida de empleo
La escasa llegada de turistas desemboca en menos empleo, porque la mano de obra y el capital siguen sin utilizarse. A eso se suma que la falta de demanda de bienes y servicios intermedios tiene un efecto negativo en otros sectores relacionados.
Por eso la caída del turismo podría generar, en promedio, un aumento de 5,5% del desempleo en la mano de obra no calificada. Incluso, en algunos países puede significar un aumento de 15% de la desocupación entre esa población.
El turismo, que emplea a un alto número de jóvenes y mujeres y tiene barreras de entrada relativamente bajas, precisamente por tener actividades que no requieren mano de obra calificada.
En el caso de Ecuador, el desempleo en la mano de obra no calificada puede crecer 8,9%, en un escenario optimista, según Unctad.
La mano de obra representa alrededor del 30% del gasto de los servicios turísticos, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo turísticos directos podrían perderse en 2021.
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