La economía de Ecuador se estancará en 2024 debido a seis factores
La desaceleración de la economía de Ecuador en 2024, por factores como los cortes de luz y la inseguridad, deriva en mayor informalidad.
Imagen referencial de una vendedora informal en Guayaquil, en 2023.
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
La economía ecuatoriana se estancará en 2024, según las previsiones de organismos como el Banco Central del Ecuador (BCE) y el Banco Mundial.
Incluso, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el desempeño de la economía de Ecuador estará muy por debajo del promedio de Latinoamérica. El multilateral prevé que América del Sur presente una mejora de 1,4% en 2024. En cambio, el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador será de 0,1%, según el multilateral.
El deterioro del desempeño de la economía se debe a una serie de choques externos e internos que enfrenta el país este año, sostiene Gonzalo Rueda, gerente general de la consultora de mercado MarketWatch.
"La economía crece menos y hay mayor informalidad".
Gonzalo Rueda, MarketWatch
El deterioro de la economía del país significa menos empleo y con ello el aumento de la informalidad, que representa empleo precario y menos ingresos para las arcas fiscales, por la evasión de impuestos.
Mayores tasas de interés y financiamiento caro
Uno de los impactos que enfrenta la economía ecuatoriana, que es externo, es que, en los últimos años, las potencias mundiales han mantenido el alza de sus tasas de interés. Eso para controlar la inflación que despuntó por la implementación de políticas fiscales y monetarias expansivas, como transferencias de efectivo a la población, que se establecieron al inicio de la pandemia de Covid-19.
Por ejemplo, las tasas de interés en Estados Unidos se mantienen entre 5,52% y 5,50%.
En cambio, en la Unión Europea están en 4,25%, eso tras un ligero recorte después de dos años de subidas.
El incremento de las tasas de interés eleva el costo de los préstamos que otorgan los bancos en Estados Unidos, lo que restringe el consumo.
También, sube el rendimiento que pagan los inversionistas. Para Ecuador, y el resto de países de Latinoamérica, eso significa una fuga de capitales, lo que obliga a gobiernos y empresas a pagar mayores tasas de interés para acceder a financiamiento externo.
Y el encarecimiento del dinero y la inflación hace que los migrantes en Estados Unidos, entre ellos los ecuatorianos, ahorren poco y, por lo tanto, envíen menos remesas.
Incertidumbre política
La economía también se viene desacelerando debido a la incertidumbre política que se arrastra desde 2023, con el juicio político al presidente Guillermo Lasso, la muerte cruzada con la que se disolvió a la Asamblea y se convocó a elecciones anticipadas.
Y la incertidumbre se persiste en 2024 debido a que Daniel Noboa, quien ganó el proceso electoral y será presidente durante un año y medio, ha enfrentado traspiés con la Asamblea, al no tener mayoría. Eso complica la aprobación de nuevas reformas, sobre todo, económicas.
Una mayor incertidumbre eleva el riesgo país, lo que ha hecho que Ecuador deje de ser un país atractivo para la inversión extranjera, explica Rueda. También deriva en tasas de interés elevadas.
El riesgo país es el indicador que refleja la probabilidad de que un Estado no pague su deuda externa, lo que se conoce en los mercados internacionales como "default".
Ecuador registró un riesgo país de 1.363 puntos el 20 de junio de 2024, la cifra más elevada desde el 29 de marzo, cuando obtuvo su punto más bajo en los últimos meses, al llegar a 1.111 puntos.
Aumento de la inseguridad
La escalada de violencia que presenta Ecuador en los últimos años también le pasa factura a su economía.
Baja inversión, caída de las ventas, menos turismo, cierres de negocios y más costos, son algunas de las consecuencias de las extorsiones y los estados de excepción, con toques de queda.
Según el Índice de Paz Global, el costo económico anual de la violencia en Ecuador representa el 6% de su PIB, lo que fue más de USD 12.000 millones, según el último informe.
Ese volumen de dinero considera costos directos e indirectos, como fuerzas públicas (policías y militares); y disminución de la productividad de las víctimas de eventos de violencia, detalla el estudio.
A eso se suma las pérdidas del sector productivo que enfrenta extorsiones, secuestros extorsivos, robos y atentados. Solo el sector camaronero denuncia que la inseguridad le cuesta USD 100 millones en protección.
Y la violencia erosiona el poder adquisitivo de la población más pobre, eso debido a los robos y las extorsiones que enfrentan las tiendas, los mercados y los camiones que entregan productos en sus barrios.
"Hay zonas del país en las que la distribución de productos está absolutamente controlada por el crimen organizado", ha reconocido la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
La mayoría de esas zonas son las más pobres, en donde los comerciantes trasladan el costo de las extorsiones y los robos al precio de venta al consumidor, explica la consultora de mercado Kantar.
Cortes de luz
Otro problema que enfrenta la economía ecuatoriana es la crisis eléctrica, que ha derivado en cortes de luz y hasta un apagón nacional, entre octubre de 2023 y junio de 2024.
Los cortes de luz se explican en dos factores. El primero es el severo estiaje (sequía), debido al cambio climático y al fenómeno de El Niño.
En abril, el nivel de agua en el gigantesco embalse de la hidroeléctrica Mazar, en Azuay, cayó a mínimos históricos.
El embalse de Mazar es clave para el país, pues es un reservorio de agua diseñado para abastecer a un complejo de hidroeléctricas que están ubicadas en forma de cascada: primero está Mazar, más abajo está Paute-Molino y al final, Sopladora.
Las tres hidroeléctricas tienen una potencia de 1.756 megavatios, lo que representa casi el 38% de la demanda nacional, por encima de Coca Codo Siclair, que tiene 1.500 megavatios de potencia.
El segundo factor, con mayor incidencia en la problemática, es que la operación del Sistema Nacional Interconectado "se encuentra degradada" y "sin recursos que permitan operar el sistema, cumpliendo con los criterios de calidad, confiabilidad y seguridad", detalla el operador nacional Cenace.
Eso lleva a operar al sistema cercano a los límites de inestabilidad; por lo que, "permanentemente, está expuesto a desconexiones de carga".
Las pérdidas económicas del sector productivo de Ecuador, debido a los apagones, ascenderían a USD 12 millones por hora, es decir, USD 72 millones diarios. Así lo ha confirmado el ministro de Energía, Roberto Luque.
Eso responde a que hay negocios que no pueden operar, facturar o deben incurrir en costos adicionales, como la adquisición de generadores a diésel.
Los cortes de luz, incluso, llevaron a la administración de Daniel Noboa a suspender la jornada laboral en todo el país el 18 y 19 de abril.
Aumento del IVA y menor consumo
Además, este año la economía ecuatoriana ha enfrentado el alza del Impuesto al Valor Agregado (IVA), de 12% a 15%, a partir del 1 de abril.
La medida entró en vigencia tras la aprobación de la reforma tributaria impulsada por el presidente Daniel Noboa, para financiar las "acciones económicas responsables para enfrentar el conflicto armado interno", argumentó el Gobierno.
Con un IVA al 15%, el Gobierno espera ingresos adicionales de USD 1.300 millones al año. Solo en 2024 podría percibir unos USD 1.000 millones.
Pero, del otro lado de la moneda, el incremento del tributo deriva en una reducción del consumo de las familias, que este año ya se espera que sea bajo, según información del Banco Central.
Uno de los sectores más perjudicados sería el comercial, que ya tuvo un mal 2023, por la crisis de seguridad, la incertidumbre política y los cortes de luz.
El 57% de los 359 productos que conforman la canasta de bienes y servicios que consume un hogar tipo experimentaron el alza del IVA.
En ese contexto hay empresas que han asumido el impuesto para incentivar las ventas, aunque lo puden hacer al apalancarse en cambios que las favorecen, como el acuerdo comercial con China, que significa desgravación arancelaria, detalla Rueda.
Erosión regresiva del río Coca
Al sector eléctrico también lo amenaza la erosión regresiva del río Coca, que se reactivó en junio de 2024 y que está cada vez más cerca de las obras de captación de Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande de Ecuador.
La erosión es un extraño fenómeno natural que empezó en febrero de 2020, con el colapso de la cascada San Rafael, ubicada en el río Coca, entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos.
Desde entonces ha amenazado a la hidroeléctrica y ha causado severos daños en la infraestructura petrolera, como:
- Oleoducto de Crudos Pesados (OCP)
- Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE)
- Poliducto Shushufindi – Quito, que transporta alrededor de 9.600 barriles de gas licuado de petróleo (GLP) por día y gasolina base.
En junio de 2024, el acelerado avance de la erosión, por las intensas lluvias, hizo que cerca de 140 metros de OCP quedaran prácticamente descubiertos y en el aire.
La amenaza llevó a suspender la operación del oleoducto, que transporta el 40% del petróleo ecuatoriano, en especial, el petróleo que proviene del campo petrolero ITT, que produce crudo pesado y está a cargo de la estatal Petroecuador.
Por eso, Petroecuador apagó 55 pozos de esta área petrolera.
En ese contexto, la producción petrolera se ha hundido. Esta situación obligó a la estatal Petroecuador a declarar "fuerza mayor" en las exportaciones del crudo.
El sector petrolero es uno de los más relevantes de Ecuador, teniendo en cuenta que el crudo es su principal producto de exportación. Sus exportaciones ascendieron a USD 8.952 millones en 2023, según el Banco Central.
Compartir: