Ecuador importó la histórica cifra de USD 7.646 millones en combustibles
Una mayor compra de diésel para hacer frente al severo estiaje incidió en el aumento del costo de la importación de combustibles de Ecuador.
Despacho de gasolinas en la Terminal Riobamba de Petroecuador, foto de Archivo de 2016.
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En 2022, Ecuador importó el 70% de combustibles que consume su mercado interno, lo que representó un costo de USD 7.646 millones. Se trata de una cifra nunca antes vista.
La importación de diésel, gasolina y gas licuado de petróleo representa, además, un aumento del 69% frente a 2021 cuando ese gasto sumó USD 4.523 millones, según Petroecuador.
El alza del precio del petróleo, impulsado por la invasión de Rusia a Ucrania, explica, en parte, ese mayor gasto.
De hecho, el petróleo WTI, de referencia para Ecuador, bordeó los USD 94 por barril en promedio en 2022. Es decir, USD 26 por barril más que el promedio de 2021.
Más diésel por estiaje
Pero no solo ha influido el alza internacional del precio del petróleo, sino una mayor importación de diésel para hacer frente al severo estiaje que atraviesa Ecuador desde octubre de 2022.
El actual estiaje, que se extenderá hasta marzo de 2023, redujo en 42% la generación hidroeléctrica de las ocho principales centrales ubicadas en la cuenca oriental.
En ese contexto, el uso de diésel 2 en el sector eléctrico se duplicó, al pasar de 270.455 barriles en 2021 a 540.466 barriles el año pasado, lo que elevó la importación de este producto.
Nuevas urgencias
Para 2023 es de prever que el gasto en la importación de combustibles se modere, aunque la cifra seguirá siendo alta, de USD 7.347 millones, proyecta el Banco Central.
La preocupación es tal que el Viceministerio de Electricidad pidió a la empresa pública Petroecuador acelerar la licitación del Campo Amistad, que produce gas natural en el Golfo de Guayaquil.
Esto porque la baja producción de gas natural llevó a adecuar Termogas Machala para que opere también con diésel, lo que eleva los costos de producción de electricidad.
Aunque en enero incrementó el nivel de lluvias, el estiaje no ha sido superado.
Y, es de prever que el nuevo estiaje, que comienza en octubre de 2023 y se prolonga hasta marzo de 2024, coloque, dependiendo de su agresividad, “al sector eléctrico en una posición de vulnerabilidad“.
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