Ecuacorriente: relavera de Mirador, la mina más grande del país, no colapsará
Ante preocupaciones de ambientales y organizaciones no gubernamentales, Ecuacorriente dijo que los depósitos de relaves no corren riesgos de colapsar.
Sistema de relaves Tundayme, de la mina de cobre Mirador.
Redacción PRIMICIAS
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La empresa de capitales chinos Ecuacorriente descartó que el depósito de relaves Tundayme, de la mina de cobre Mirador, la más grande del país, corra el riesgo de colapsar y provocar una catástrofe ambiental en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe.
César Vásquez, gerente del departamento de Gestión de Depósito de Relave, explicó que la empresa construyó el sistema de relave Tundayme con la metodología de aguas abajo, que sería el más seguro en la industria.
Y enfatizó que los grupos ambientalistas que han denunciado que el sistema de Mirador está construido aguas arriba, están difundido información errónea.
Vásquez dio estas declaraciones el 9 de noviembre de 2023, durante un recorrido que la empresa organizó para mostrar a los medios de comunicación el sistema de depósito de relaves Tundayme, que también suele ser llamado "relavera".
La minera responde así a lo que aseveraron científicos de E-Tech International y RIADA el 27 de octubre de 2023.
Las organizaciones presentaron, a través de un software de modelación de flujos, el escenario de un potencial derrame de las relaveras Tundayme y Quimi, y sus consecuencias en el medio ambiente y en las comunidades aledañas a Mirador, en Zamora Chinchipe. Además, cuestionaron que la empresa no ha difundido qué sistema usó en el sistema de la relavera Tundayme.
Según estas denuncias, Ecuacorriente construyó los sistemas de la relavera Quimi con el método de aguas arriba, que es el menos seguro y pondría en riesgo a las comunidades.
Las dos relaveras
La mina Mirador tiene dos sistemas de relaves. El primero, es el conocido como Quimi, es el más pequeño y comenzó a funcionar en 2019 cuando la mina entró en operación.
Y el segundo es el sistema de relaves Tundayme.
Este último está operando desde 2022 con una presa o dique que se está construyendo a medida que avanza la operación de la mina, que tiene una vida útil de 30 años, dijo la minera.
Esta relavera tiene una capacidad de 370 millones de metros cúbicos, y ahora reporta una ocupación de casi el 10% con 33 millones de metros cúbicos.
Este dique es el que ha sido cuestionado por varias organizaciones ambientalistas.
La empresa Ecuacorriente informó que tiene autorización para que el dique tenga una altura de 260 metros, pero hasta ahora está en 180 metros o una cota de 940 metros sobre el nivel del mar.
Ecuacorriente enfatizó también que hay un equipo de seis técnicos y 14 obreros que constantemente están monitoreando el correcto funcionamiento del sistema.
En respuesta a la falta de estudios que habría sido una observación de un informe de Contraloría, Ecuacorriente dijo que ha presentado todos los estudios requeridos por el Ministerio de Energía y de Ambiente.
La empresa, además, dice que ha realizado alrededor de 50 estudios en los que ha invertido USD 15 millones, para asegurar que las dos releveras estén fuera de cualquier riesgo por sismos o catástrofes.
En cambio, la relavera Quimi, que tiene una capacidad de 13 millones de metros cúbicos, también criticada por los ambientalistas, está fuera de operaciones desde agosto de 2021, dijo Ecuacorriente.
Lo anterior, debido a que estuvo pensado desde un inicio para operar durante la primera fase de operaciones de Mirador. Ahora solo se está usando la relavera Tundayme, agregó Vásquez.
Ecuacorriente informó también que Quimi no se construyó con el método de aguas arriba, como aseveran los grupos ambientalistas.
La minera asegura que el sistema de relaves de Quimi se construyó con un sistema de eje central, que también está autorizado por la legislación de Ecuador. Y con esto, enfatizaron que no hay riesgos de que ocurra un colapso del sistema de relaves, que está a solo dos kilómetros de la población más cercana, Tundayme.
Además, Vásquez explicó que para la construcción del gigantesco sistema de relaves fue necesario desviar el cause del río Tundayme alrededor de unos 500 metros, para evitar la contaminación de este río y de otro cercano, el Quimi.
Se construyó un túnel subterráneo de desvío para que las aguas no se contaminen. En la superficie, ese se convierte en un canal que devuelve el agua en la intersección del río Tundayme con el río Quimi.
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