La economía ecuatoriana siente el golpe de la incertidumbre política
Manifestantes indígenas en las afueras del Consejo Nacional Electoral (CNE), en Quito, el 10 de febrero de 2021.
Diego Corrales
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La economía ecuatoriana sufre ya los efectos de la incertidumbre política de no saber quién disputará la segunda vuelta presidencial con el candidato del correísmo, Andrés Arauz, el 11 de abril.
El paso a segunda vuelta está en disputa entre el candidato de la alianza Creo-Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso; y el candidato del movimiento indígena Pachakutik, Yaku Pérez.
El margen de diferencia entre los dos últimos es de apenas 0,36 puntos porcentuales.
El riesgo país de Ecuador llegó el 17 de febrero a 1.226 puntos, de acuerdo con el Emerging Markets Bonus Index (EMBI) del banco de inversiones JP Morgan.
Cualquier puntaje por encima de 400 significa que un país tendrá acceso a crédito internacional, pero a tasas de interés altas y con el compromiso de pagar su deuda a plazos cada vez más cortos.
Esto porque el riesgo país mide la confianza del mercado frente a la capacidad de un país para pagar su deuda externa, como la deuda en bonos Global de Ecuador.
Por ejemplo, el riesgo para los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 30 años de plazo es cero, pues son considerados la inversión más segura del mundo.
En el caso de Ecuador, el riesgo país cerró en 1.091 puntos el 5 de febrero, dos días antes de la primera vuelta electoral.
El 8 de febrero, el indicador amaneció en 1.190 puntos. Lo que significa un aumento de 99 puntos.
Y siguió aumentando hasta llegar a 1.226 puntos el 17 de febrero de 2021. Un incremento de 135 puntos en 10 días.
Según varios analistas, el riesgo se disparó por una serie de factores que incluyen:
- La preocupación de los tenedores de bonos ecuatorianos sobre la política económica del futuro Presidente de la República.
- La incertidumbre de no saber, varios días después de la primera vuelta, el nombre del político que disputará la segunda vuelta en el correísta Andrés Arauz.
- Lo que pensará el nuevo Presidente respecto de una posible reestructuración del acuerdo que Ecuador firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en septiembre de 2020.
- El impacto del coronavirus en la economía mundial y local.
- La demora para pasar por la Asamblea el proyecto de Ley para Defender la Dolarización, que reforma el Código Orgánico Monetario y Financiero para blindar al Banco Central frente a políticas populistas.
Una cosa es hablar, otra hacer
El Consejo Nacional Electoral todavía no proclama los resultados oficiales y se espera que esto recién ocurra el fin de semana próximo.
En campaña, Arauz afirmó que no cumplirá el acuerdo que Ecuador tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ofreció hacer pagos en efectivo de USD 1.000 a un millón de familias usando la reserva internacional del Banco Central del Ecuador.
Sin embargo, Arauz se reunió con representantes del FMI en Washington, el 17 de febrero, al igual que con representantes de la firma especializada en riesgo político Eurasia Group.
El Arauz más pragmático
El presidente de la consultora de riesgo político Prófitas, Sebastián Hurtado, dice que las propuestas de Arauz, de corte más populista, y de Pérez, enfocadas a un ambientalismo que busca poner límites a la minería, ponen nerviosos a los mercados.
Hurtado explica que los inversionistas internacionales informados perciben que el candidato Arauz es el mejor posicionado hasta el momento para llegar a la Presidencia y asumir el gobierno el 24 de mayo.
Y Arauz, quien ya se considera como ganador de las elecciones del 11 de abril, ha buscado en los últimos días tranquilizar a los mercados internacionales, lo que queda demostrado en sus encuentros con inversionistas y con el FMI, en Washington, dice Hurtado.
Hurtado participó de la reunión de Arauz con varios inversionistas y llegó a dos conclusiones: a Arauz le interesa dejar claro el mensaje de que no es enemigo de los inversionistas ni de los organismos multilaterales de crédito.
Es más en estos encuentros, el candidato garantizó que pagará la deuda, aunque recalcó que planea hacer ajustes al acuerdo que Ecuador tiene con el FMI.
"Arauz dijo a los inversionistas internacionales que deben entender que el país está atravesando por una crisis económica y de salud pública y que ese escenario implica ajustar los acuerdos que existen, particularmente, con el Fondo", agrega Hurtado.
El director de Estudios Económicos y Estadísticos en la consultora Inteligencia Empresarial, Freddy García, opina que el discurso de Arauz en la primera vuelta generó dudas entre los inversionistas internacionales.
García reconoció que de llegar a la Presidencia, y pese a las críticas, el candidato correísta deberá acudir a los mercados internacionales de capital porque necesita financiar el Presupuesto del Estado.
"Por eso es que en los últimos días ha conversado con FMI y con algunos bancos de inversión", agrega García.
La burbuja
Aunque el riesgo país ha aumentado en estos días, su crecimiento parece haber sido contenido por el buen desempeño de los precios internacionales del petróleo, el principal producto de exportación de Ecuador.
El riesgo país y el precio del petróleo van de la mano: a mayores precios del petróleo, menos riesgo, pero esa dinámica se ha alterado tras las elecciones del 7 de febrero.
Santiago Mosquera, director del Business School de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), explica que a mayor precio del petróleo tipo West Texas Intermediate (WTI), referencial del crudo ecuatoriano, menor será la percepción de riesgo de Ecuador en tiempos normales.
Por su parte, Freddy García considera que, pese a un buen precio del crudo, el riesgo país aumentó porque Ecuador no espera tener suficientes ingresos petroleros para honrar sus deudas en 2021.
Según García, gran parte de la producción petrolera de Ecuador se destinará a los contratos de preventa petrolera con China y Tailandia.
Bonos se precipitan
Según Mosquera, el incremento del riesgo país desembocó, además, en la caída de los precios de los bonos ecuatorianos en los últimos días.
No es una buena noticia porque entre más altos son los precios o cotizaciones de los bonos, menores son los intereses que Ecuador debe pagar sobre su deuda externa expresada en este tipo de papeles.
En definitiva, se encarece la deuda externa y se encarece la posibilidad de recomprar esos bonos o de emitir más.
Para el caso del Bono Global, que vence en 2030, Mosquera dice que se negoció al cierre del 5 de febrero al 63% de su precio total o valor facial, con una rentabilidad (para los inversionistas) del 12,5%.
Como el riesgo país subió tras las elecciones, el bono Global 2030 es negociado, actualmente, al 58,3% de su valor facial y con una rentabilidad (interés) equivalente al 13,7% anual.
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