Fortalecer el control, el reto de la Bolsa de Valores de Guayaquil
La Bolsa de Valores de Guayaquil considera que la crisis del Devecale y de empresas, como Ecuagran y Delcorp, mancharon su reputación; por lo que busca recuperar la confianza de los inversionistas.
Edificio de la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG), en las calles Pichincha e Illingworth, en Guayaquil, el 22 de septiembre de 2020.
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La Bolsa de Valores de Guayaquil trabaja para que los escándalos en el Depósito Centralizado de Valores (Decevale), del cual es accionista mayoritario, no opaquen su trayectoria. La salida es endurecer sus procesos de control para recuperar la confianza de los inversionistas.
También se ha fortalecido la normativa para evitar que se repitan episodios como los de Ecuagran y Delcorp. Ambas empresas negociaron papeles en bolsa y hasta agosto de 2020 debían USD 1,1 millones a los inversionistas, que compraron esos instrumentos financieros.
Las dos firmas fueron suspendidas del Catastro Público del Mercado de Valores, por la Superintendencia de Compañías, el 14 de septiembre de 2020.
"Siempre de los problemas hay que aprender, no hay que justificar, hay que aprender y determinar dónde estuvieron", dice a PRIMICIAS Ricardo Rivadeneira, presidente del directorio de la Bolsa de Valores de Guayaquil.
"En el mercado de valores lo más importante es la confianza y la protección al inversionista. Hay que profundizar los sistemas de supervisión", reconoce Rivadeneira.
En Decevale no hubo control
Decevale está intervenido desde septiembre de 2020, tras el escándalo desatado por las inversiones fraudulentas del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol).
Dichas inversiones fueron realizadas a través del intermediario Jorge ‘El Mago’ Chérrez, y suman más de USD 693 millones.
"En Decevale se contrataron auditorías forenses. Tras este análisis se identificó que funcionarios de manera fraudulenta utilizaron el nombre de Decevale, para mostrar que la entidad tenía esos títulos", explica Rivadeneira.
Y agrega que en la anterior administración hubo falta de control. Rodolfo Kronfle fue expresidente de la Bolsa de Valores de Guayaquil y del Decevale.
Según Rivadeneira, no había la suficiente independencia entre la Bolsa de Valores (de Guayaquil) y los accionistas.
Es por esto que se renovó todo el directorio del Decevale, en un concurso público efectuado por la Bolsa de Valores de Guayaquil.
Lo cierto es que este depósito impulsa desde diciembre de 2020 una causa civil en el estado de Florida, Estados Unidos, en busca de información sobre los movimientos que llevaron al desfalco del Isspol.
Decevale, cuya matriz está en el centro de Guayaquil, es el único depósito de valores privado autorizado para actuar por la Superintendencia de Compañías en Ecuador.
Ecuagran y Delcorp aprovecharon falta de supervisión
En 2018 sonaron las alarmas en el mercado de renta variable, tras conocerse que Ecuagran y Delcorp comenzaron a negociar sus facturas comerciales entre sí, pero se hizo muy poco.
Para 2019 entró un nuevo actor: Fertisolubles, que también aceptaba las facturas de Delcorp, empresa que era su principal accionista.
"Estas empresas estaban haciendo cosas equivocadas y que no fue debidamente supervisado por los entes reguladores", señala Rivadeneira en referencia a la Bolsa de Valores y la Superintendencia de Compañías.
La Superintendencia de Compañías ha establecido que Delcorp acumula USD 26,5 millones en facturas comerciales vencidas.
Además de negociar facturas comerciales, Ecuagran y Delcorp también emitieron obligaciones de largo plazo. Por ese tipo de títulos Ecuagran tiene en el mercado USD 20,4 millones en circulación.
Mientras que Delcorp tiene USD 18,2 millones en el mercado, según la Superintendencia de Compañías.
"Ecuagran y Delcorp levantaron recursos sobre actividades que no existían".
Ricardo Rivadeneira, presidente del directorio de la Bolsa de Valores.
Millones de inversiones sin problemas
Rivadeneira sostiene que en la última década, en las Bolsas de Valores de Quito y Guayaquil se emitieron papeles privados por UDS 13.000 millones, sin que se hayan registrado problemas.
"Sin menospreciar lo que pasó, pero no debería ser un problema que desacredite a un mercado de valores que ha sido cumplido a lo largo del tiempo", considera Rivadeneira.
Además, el directivo destaca las medidas tomadas para evitar casos como el de Ecuagran: mejorar la supervisión y la medición del tipo de papeles y de la empresa.
¿Qué aprendió el mercado de valores de todo esto? "A tener más prudencia, más supervisión, más autorregulación", puntualiza.
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