Testimonio de una cliente sobreendeudada: "Debo USD 180.000 en seis créditos y no puedo pagar"
Lea la historia de Ana, una ecuatoriana que, por imprevistos médicos, acumuló deudas hasta no poder pagarlas. Dos expertos le sugieren qué hacer.
Foto referencial de pago con tarjeta. El 6 de julio de 2024.
PRIMICIAS
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Ana (que pidió la reserva de su apellido) está sobreendeudada. Adquirió en 2016 una casa a través de un crédito hipotecario a un plazo de 20 años y a inicios de 2023 compró un carro, también a crédito, con un plazo de cinco años.
Pero desde inicios de 2022 fue acumulando gastos de tratamientos médicos no previstos, que se dispararon a finales de 2023, cuando tuvo que viajar a Colombia en busca de un mejor diagnóstico y tratamiento.
Todo eso fue incrementando su nivel de endeudamiento, minando sus ingresos y haciendo cada vez más difícil pagar sus deudas.
Finalmente, en agosto de 2023 su hijo, de apenas un mes de nacido, enfermó y Ana tuvo que sacar un nuevo préstamo para costear los gastos de la clínica, llevándola al sobreendeudamiento. Como cada vez la situación se ponía más difícil, decidió mensualizar sus décimos y sus fondos de reserva.
Para reducir gastos arrendó su casa y alquiló un sitio económico.
Pese a eso, los ingresos no eran suficientes y cada mes se iba formando una bola de nieve. Al principio, usó sus ahorros para no atrasarse en las cuotas de los préstamos, pero desde hace tres meses ese fondo se le terminó y ya no pudo pagar completa la cuota de uno de los créditos.
¿Qué le llevó a esta situación financiera y, sobre todo, cómo puede salir de esta crisis? La solución no es fácil y tomará algunos años resolverla.
Lo primero: hacer cuentas
Ana autorizó a PRIMICIAS para exponer su caso con dos expertos, que analizaron su situación y le hicieron recomendaciones.
Lo primero que le pedimos a Ana es que ponga en blanco y negro sus ingresos y gastos:
Visualizar sus ingresos y gastos en una plantilla como la planteada por los expertos es una tarea que permite identificar mejor los gastos que se pueden reducir y las deudas que hay que refinanciar.
En el caso de Ana, ella tiene ingresos de USD 4.132 al mes, pero sus gastos son de USD 5.545 al mes. Es decir, le falta USD 1.413 para llegar a fin de mes.
Cómo saber si hay sobreendeudamiento
Además, del análisis se desprende que Ana tiene seis créditos y está sobreendeuda.
Lo anterior porque una persona solo puede comprometer el 40% de sus ingresos para pagar deudas, pero en su caso comprometió el 92% de sus ingresos.
Es decir, ella se podía endeudar máximo en USD 1.652, pero tiene cinco créditos con bancos y cooperativas, cuyas cuotas representan un pago total de USD 3.835 al mes. Es decir, casi todo su salario. Y lo que le queda no cubre todos sus gastos, como arriendo, alimentación, pago de servicios, gasolina.
El saldo total por pagar de los cinco créditos suma USD 183.469. La cuota más alta es para pagar un crédito de consumo por USD 64.933 que adquirió para uno de sus tratamientos médicos, que además tiene la tasa de interés más alta del 16%.
Las cuotas mensuales de ese préstamo son de USD 1.506 al mes. Pese a que el monto es muy alto, el crédito es de mediano plazo, a 7,5 años.
Ella pensó que podía pagarlo, pero vinieron gastos médicos nuevos, que complicaron su situación financiera. Toda esto le ha sumido en una situación de alto estrés, dice Ana.
Y añade que manejar las finanzas personales no es algo que enseñen, pese a que es una parte fundamental para tu vida diaria.
¿Cuál es la salida?
Para evitar lo que le ocurrió a Ana, el experto en Educación Financiera de Crisfe, Henry Ortiz, explica que los clientes deben hacer una proyección de ingresos y gastos a lo largo de la vida del crédito.
Así, por ejemplo, si obtiene un crédito hipotecario y este ya compromete el 40% de sus ingresos, debe procurar no endeudarse más, de manera que tenga espacio incluso para ahorrar y generar un fondo para emergencias o para adquirir un nuevo bien, como un auto.
En otros casos, las familias no toman en cuenta circunstancias como enfermedades o el cambio de la escuela al colegio o del colegio a la universidad de los hijos, lo que puede aumentar los gastos del hogar y descuadrar su presupuesto.
"Hay que hacer una proyección de ingresos y gastos para todo el plazo del crédito, no solo el momento en que se adquiere", dice Ortiz.
Y, sugiere, por ejemplo, "si el préstamo es a dos años, tiene que proyectar los ingresos y gastos para dos años o el plazo de ese préstamo, de manera que le permita visualizar cuánto puede gastar al mes para cumplir las cuotas durante la vida de ese crédito".
Otro problema es que a veces las familias optan por una cuota alta y un plazo a corto plazo, para pagar la deuda en menor tiempo, pero eso puede restar liquidez y desfinanciar a los hogares, sobre todo cuando ya tienen otras deudas.
Qué alternativas hay
El sistema financiero cuenta con opciones para clientes que quieren cumplir con sus obligaciones, pero cuando hechos extraordinarios cambian su situación financiera.
La opción que se utilice dependerá de la situación financiera del cliente y en todos los casos, hay que entender, que es una medida excepcional. Es decir, no es que el banco va a refinanciar una deuda de un cliente a cada momento.
Una alternativa es el refinanciamiento. ¿En qué consiste? Una persona puede refinanciar su deuda antes de caer en mora, es decir, cuando ya ve que será difícil cubrir esa deuda.
Entonces el banco le da más plazo para pagar esa deuda, en general, a través de cancelar la operación y aprobar una nueva, lo que permitirá reducir las cuotas, pero a la larga termina pagando más interés, explica César Coronel, abogado del estudio jurídico Defensa Deudores.ec.
Otra opción es que el banco consolide todas las deudas en una sola operación, a mayor plazo, con lo que se quedaría con un solo crédito.
Pero un requisito es que la persona tenga una buena calificación de riesgo y que no haya caído aún en mora. Y, además, que luego del refinanciamiento la persona esté en la capacidad de pagar. "Es una suerte de medida de prevención", dice Ortiz, de Crisfe.
En el caso de Ana, eso no es posible, porque ella ya cayó en mora.
Una opción para ella es la reestructuración de una o varias de las deudas. Las condiciones de la reestructuración dependen del banco o la cooperativa. "A diferencia del refinanciamiento, la reestructuración es una medida de emergencia". De ahí, que una reestructuración puede afectar la calificación del cliente en el buró de crédito o su historial como deudor.
En algunas, podría acceder a un plazo de gracia. Pero antes de concederlo, la institución analizará con cuidado la situación financiera de la persona.
Algunas entidades piden que se ponga al día en las cuotas vencidas para reestructurar la deuda o el pago de una parte del capital, entre un 25% o 50%.
Solucionar la crisis toma tiempo
En el caso de Ana, ella pidió una reestructuración del crédito por el que pagaba la cuota más alta, por USD 1.506 al mes. La cooperativa le dio un año de gracia y amplió el plazo de 7,5 años a 15 años, con lo que la cuota bajó a USD 1.000, por lo que al final terminará pagando más intereses.
Pero eso no es suficiente para arreglar su situación financiera. De ahí que Ana decidió tomar medidas adicionales como vender su vehículo, así restará otros USD 415 en gastos al mes.
De igual manera, su trabajo le pagará un bono de USD 3.200 en noviembre de 2024, que piensa ahorrar para luego utilizar ese dinero para precancelar otras deudas, como las de tarjeta de crédito, que también tienen una tasa de interés alta del 16% anual, lo que le podría ayudar a bajar otros USD 270 al mes.
Pese a todas esas medidas, ella aún sigue sobreendeudada, pues sus ingresos aún no son suficientes para cubrir sus gastos y tendría un déficit o faltante de USD 228 al mes para cubrir sus gastos.
De ahí que ella aún deberá hacer gestiones para reestructurar el resto de créditos o una parte de ellos, que mantiene con otras entidades financieras.
César Coronel, abogado del estudio jurídico Defensa Deudores.ec, dice que lo que sí es claro es que Ana no debe tomar nuevas deudas durante muchos años porque ya no tiene capacidad financiera para ello.
Coronel dice que hay algunos casos de clientes en los que definitivamente no pueden pagar y enfrentan juicios de cobro.
Dentro de esos procesos, los clientes pueden lograr firmar un acuerdo de pagos, que pueden incluir la condonación de intereses e incluso de una parte del capital.
Pero eso significa una pérdida importante de puntos en el buró de crédito, es decir, dañaría su perfil de riesgo, situación que probablemente le impida acceder a tarjeta de crédito o nuevos préstamos a futuro.
"Aunque dada su situación, este tipo de clientes ya no debería tomar más crédito", explica el experto.
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