Se reduce la compraventa de inmuebles en Quito por la coronacrisis
En mayo de 2020 hubo 886 inscripciones de propiedad en Quito, es decir, 91% menos que en el mismo período de 2019, cuando se registraron 10.264 trámites.
Vista panorámica del centro norte de Quito, el 15 de marzo de 2020.
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La suspensión de actividades por la pandemia de Covid-19 ha significado contracción y cambios en el consumo en Ecuador. En este contexto, uno de los sectores más golpeados es el inmobiliario.
Sólo en Quito las inscripciones de propiedad, un indicador de las operaciones de compra-venta de inmuebles, cayó 53% entre enero y mayo de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.
En mayo hubo 886 registros de propiedad en Quito, es decir 9.378 menos que durante el mismo mes de 2019, según datos del Registro de la Propiedad.
Abril fue el mes en que menos propiedades se inscribieron en la capital, con apenas 198.
"Debemos preocuparnos por el sector inmobiliario y por los sectores de entretenimiento y de turismo. Los tres serán los grandes perjudicados de la crisis", dice Iván López Pinar, profesor de la Universidad de las Américas (UDLA), en un foro virtual.
Según un encuesta realizada por la UDLA y la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), la perspectiva de la población sobre el sector inmobiliario es que va a empeorar.
"Las personas planean gastar menos en bienes inmuebles, casas y terrenos", según López.
Ley de la gravedad
El derrumbe en el sector no solo se expresa en el número de compra-ventas realizadas e inscritas, sino también en los precios de los inmuebles.
En mayo de 2020, el metro cuadrado en Quito se cotizó en promedio en USD 1.236, es decir 7,27% menos que en el mismo mes de 2019, cuando llegó a USD 1.333, según un estudio de la empresa de servicios inmobiliarios Properati.
La variación del precio promedio del metro cuadrado entre abril y mayo de 2020 fue de -0,36%.
El segmento que más ha sentido el golpe, por ahora, es el de negocios. "En estos días hemos visto varias oficinas rentadas que han sido desocupadas por sus arrendatarios", dice Maite Álvarez, miembro de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Pichincha (ACBIR).
Álvarez agrega que, incluso, "hay edificios rentados por empresas que ahora están siendo devueltos a sus propietarios".
La reducción en la compra o el alquiler de oficinas se debe a dos factores: el cierre de negocios por la falta de liquidez y la suspensión de la jornada laboral presencial, que hizo que varios negocios optaran por el teletrabajo, una salida para seguir adelante y, quien sabe, una tendencia a largo plazo.
Si bien esta modalidad de trabajo no es nueva, en Ecuador hasta antes de la pandemia eran pocos los que la aplicaban. Sólo 14.276 personas teletrabajaron en el país entre 2016 y 2019, según datos del Ministerio de Trabajo.
La pandemia hizo del trabajo remoto una tendencia que perdurará en el tiempo, no solo porque disminuye el riesgo de contagio sino también porque reduce costos operativos de las empresas.
Un sector con retrasos
Si bien la construcción fue una de las primeras actividades en retomar actividades, mediante planes piloto, tras lo que parece ser el fin del pico de la pandemia en Ecuador, su reactivación no termina de cuajar.
Hay aún barreras administrativas que deben ser superadas.
"Parte del problema del sector inmobiliario, en el contexto de la pandemia, ha sido la falta de digitalización de los procesos", sostiene Jaime Rumbea, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda del Ecuador (Apive).
El malestar del sector se debe a que durante los más de dos meses de confinamiento las notarías no aceptaron el uso de la firma electrónica para realizar las operaciones de compra-venta de inmuebles.
"Es el retraso digital lo que ha impedido la captación de liquidez a través de ese tipo de operaciones", concluye Rumbea.
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