Noboa recibirá un país que se mueve entre el desempleo y la informalidad
El presidente electo, Daniel Noboa, deberá enfrentarse a un escenario laboral con un empleo informal al alza y una tasa de desempleo de 3,7%.
Comercio informal en una calle de Quito, julio de 2023.
Rolando Enríquez/API
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A mediados de octubre, una feria laboral en el Mall del Río, en Guayaquil, tuvo una respuesta masiva de personas en búsqueda de empleo y los anuncios de otras ferias han atraído a decenas de postulantes: es un reflejo de la situación que viven miles de ecuatorianos a puertas del cambio de Gobierno.
El presidente electo, Daniel Noboa, recibirá un país con una tasa de desempleo de 3,7%, a septiembre de 2023. Es decir, cerca de 322.000 personas en Ecuador no tienen trabajo, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Y a eso se suman que, si bien el desempleo ha disminuido 0,4% con relación a septiembre de 2022, quienes consiguen un trabajo no necesariamente lo logran en condiciones formales.
En septiembre de 2023, el empleo informal en el país cerró con una tasa de 54,4%, es decir, más de la mitad de los trabajadores del país están en el sector informal, sin garantía de sus derechos laborales.
El empleo informal ha ganado espacio en los últimos cinco años, con un incremento de 8,2 puntos porcentuales frente a septiembre de 2018.
Las personas con empleos informales no están afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), podrían ganar por debajo de un salario básico (USD 450) y no reciben beneficios como la decimotercera y decimocuarta remuneración.
Para la abogada laboral Vanessa Velásquez, la cifra del empleo informal es a la que debería dar más importancia el próximo Gobierno.
"No es solo promover el empleo, sino erradicar la informalidad, porque ha habido una migración del empleo formal al informal".
Ofertas de Noboa
El plan del presidente electo, Daniel Noboa, para fomentar el empleo gira alrededor de posibles incentivos tributarios a empresas nacionales y extranjeras para que contraten "mano de obra nacional".
Su propuesta para disminuir el desempleo se enfoca en cuatro ejes:
- Promover la inversión en sectores estratégicos, como tecnología, agricultura, energías renovables y turismo.
- Mejorar la educación y la formación profesional, con programas alineados a las necesidades del mercado laboral.
- Estimular la creación de pequeñas y medianas empresas (pymes).
- Crear un programa de desarrollo de infraestructura, centrado en áreas como transporte, energía, agua y saneamiento; con el fin de dar trabajo para la construcción, operación y mantenimiento de estas obras.
Para garantizar que las nuevas plazas de empleo sean formales, Velásquez considera que es primordial sociabilizar los derechos de los trabajadores y las obligaciones de sus empleadores.
Velásquez recuerda que el Ministerio de Trabajo tiene herramientas para sancionar a las empresas; a su juicio, actualmente hay falta de control por parte de esta entidad.
La abogada laboral plantea que una manera de fomentar el empleo, es estableciendo tipos de contratos adaptados a las necesidades de cada sector económico, lo que ayudaría a dinamizar la economía y la formalización del trabajo.
Aunque es partidaria de una reforma al Código de Trabajo, considera que año y medio será poco tiempo para alcanzar acuerdos en este tema. El mandatario electo no ha tenido un pronunciamiento concreto sobre la posible reforma.
¿Cómo le fue a Lasso?
El presidente Guillermo Lasso prometió crear al menos un millón de empleos en sus cuatro años de Gobierno, que culminará antes de tiempo por la muerte cruzada.
En mayo de 2023, en su informe a la nación, el Presidente aseguraba que en dos años se habían creado 500.000 empleos.
El Gobierno ha tomado como referencia para hablar del incremento del empleo la tasa de empleo adecuado, que en septiembre de 2023 cerró en 35,5%, según el INEC.
Efectivamente, a mayo de 2023, el número de trabajadores con empleo adecuado había crecido en alrededor de 430.000 personas, frente a igual mes de 2021, cuando Lasso llegó al poder.
Pero, esa cifra tiene sus matices. Tener un empleo adecuado no significa laborar en la formalidad. Solo es una referencia de que esas personas ganan al menos un salario básico y trabajan 40 horas a la semana.
Así, de 3,1 millones de personas que tienen un empleo adecuado en Ecuador, 83% está en el formal y 15% está en la informalidad.
Además, solo 61% de las personas con empleo pleno están afiliadas al IESS, según los datos del INEC.
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