Proyecto multipropósito del río Yanuncay despierta oposición en Cuenca
Un proyecto multipropósito que se construye en Cuenca para reducir el riesgo de inundaciones en el río Yanuncay, generar energía hidroeléctrica y resguardar la provisión de agua potable de esa ciudad se ha encontrado -apenas iniciando las obras- con una ruidosa y persistente oposición.
Simulación de la presa Quingoyacu, del proyecto Soldados Yanuncay, que tendrá 42 metros de altura y estará ubicada en el sector de Soldados.
Cortesía Elecaustro
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Un grupo de pobladores de la comunidad de Soldados, respaldados por activistas del colectivo Yasunidos, reclaman por la falta de consulta previa y argumentan que el proyecto ocasionará un daño ambiental en la cuenca alta del río Yanuncay, donde se emplaza el proyecto.
En sus protestas del 28 de enero, los manifestantes incendiaron una mezcladora privada que trasladaba hormigón para los trabajos. Aunque ellos aseguran que ese evento fue un autosabotaje de la generadora estatal Elecaustro, a cargo del proyecto, para desprestigiar sus reclamos.
El proyecto multipropósito Soldados-Yanuncay está a cargo del Ministerio de Energía, a través de la Empresa Generadora del Austro (Elecaustro). Si logra sortear a los opositores, tendrá un embalse de regulación de 21 millones de metros cúbicos, además de dos centrales de generación hidroeléctrica de siete y de 15 megavatios (MW).
Entre 2016 y 2021 el río Yanuncay se ha desbordado todos los años sin excepción, causando daños en cultivos, puentes, viviendas y vías.
El caudal del Yanuncay es normal hasta los 29 metros cúbicos por segundo, pero en la última década ha alcanzado con frecuencia picos superiores a 100 metros cúbicos por segundo, e incluso los 250 en mayo del 2017, según datos de la Red Hidrometeorológica de Etapa.
“En la cuenca del río Yanuncay, las crecidas son cada vez más graves y las inundaciones causan graves efectos”, dice Francisco Salgado, quien preside el Comité de Conservación de la cuenca del Yanuncay.
Él es parte de quienes defienden el proyecto y consideran que su construcción es una de las alternativas más viables para regular el caudal del río.
Control de inundaciones en el río Yanuncay
El proyecto prevé la construcción de una represa llamada Quingoyacu, que con sus 21 millones de metros cúbicos servirá para disminuir los picos de caudales y evitar inundaciones, dice Antonio Borrero, gerente de Elecaustro.
“Podremos bajar la crecida de inundación, en el modelo hidráulico que tenemos, hasta en 150 metros cúbicos por segundo”, explica Borrero.
“Para hacernos una idea, en la crecida de mayo de 2021, el Yanuncay tuvo 200 metros cúbicos por segundo, si le bajamos 130, apenas tendría 70 metros cúbicos por segundo, lo que no generaría problemas”, añade.
Este embalse se asemejará a una laguna del páramo en donde se construirá la presa, con una altura de 42 metros de altura, dice el funcionario. El agua llegará de tres afluentes principales y una parte seguirá su curso natural río abajo para garantizar el caudal ecológico.
El resto del agua será llevada por una tubería enterrada hasta llegar a la central hidroeléctrica Soldados, en la que generará 7 MW. El agua turbinada más el aporte de otro afluente será conducida mediante túneles y tuberías enterradas hasta llegar a la central Yanuncay, para generar otros 15 MW.
Esa energía se conducirá por una línea de transmisión que se enlazará al Sistema Nacional Interconectado. Con eso se podrá dotar de energía a unos 65.000 hogares en el sur de Cuenca.
Al final de este proceso, el agua que no se consume regresa al río Yanuncay oxigenada. Esa agua será aprovechada por la planta potabilizadora de Sústag, que abastece al 30% de la población de Cuenca.
Otro propósito del proyecto Soldados Yanuncay es aportar a la dotación de agua para Cuenca en el futuro. “Con este proyecto podríamos ampliar el horizonte de provisión de agua hasta 2070”, dice Rubén Benítez, gerente de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (Etapa).
Eso porque la regulación del embalse Quingoyacu permitirá dotar de agua durante la época de estiaje a la planta potabilizadora de Sústag y servirá para el riego de los cultivos en la zona baja de San Joaquín y Baños, que son parroquias agrícolas de Cuenca.
Antecedente en el río Machángara
La regulación de los caudales ya tiene un antecedente en Cuenca. El río Machángara funciona bajo ese modelo y también bajo la administración de Elecaustro. Tiene dos embalses y dos centrales hidroeléctricas que generan 39,5 MW.
“El Machángara tiene durante mucho tiempo un caudal ecológico estable que permite que florezca la vida y que no tengamos problemas con inundaciones desde hace más de 20 años”, indica Francisco Salgado, del Comité de Conservación de la cuenca del Yanuncay.
Según mediciones, en épocas de lluvia intensa el caudal del Machángara podría llegar a 300 metros cúbicos por segundo, pero por la regulación, no supera los 30, explica Borrero.
Colectivos piden consulta previa
El proyecto Soldados Yanuncay debería ejecutarse en cuatro años, con una inversión de USD 90 millones. La primera etapa, que es la construcción y mejoramiento de las vías y remoción de tierras, empezó en noviembre de 2021.
Pero su ejecución ha generado la oposición de un grupo de activistas que pide una consulta previa ambiental.
Miguel Barrera, presidente de la Coordinadora de Comunidades Ancestrales de San Joaquín, dice que están en contra porque, a su criterio, "la hidroeléctrica generará un alto daño ambiental".
Barrera argumenta que “la naturaleza será alterada” por la construcción de este proyecto y con eso, “se alterará también la circulación del agua”. Elecaustro sostiene que se garantizará que siempre habrá un caudal ecológico, es decir un mínimo de agua siempre en circulación.
El viernes 28 de enero, ocurrió un incidente que aumentó el conflicto. Ese día, un grupo de ciudadanos que está contra del proyecto cerró la vía Soldados-Chaucha para impedir el paso de vehículos.
Durante esa protesta, una mezcladora de hormigón de un proveedor de materiales fue incendiada, por lo que Elecaustro denunció un atentado en contra del proyecto Soldados-Yanuncay.
Barrera asegura que los manifestantes no atentaron contra ese vehículo y que se trata de “un autoatentado”. Lo que fue refutado por Borrero.
El martes 1 de febrero, moradores de las parroquias de influencia del proyecto y activistas hicieron una marcha en el centro de Cuenca y llegaron a los exteriores de la Gobernación del Azuay. Expresaron que se mantendrán en protesta hasta que el proyecto se detenga.
Ese día, el grupo Yasunidos-Guapondélig envió una carta pública en la que exige la suspensión del proyecto “hasta que se haya garantizado, de manera adecuada, los procesos de consulta”. El colectivo advierte con llevar este pedido a instancias judiciales.
Borrero, asegura que se han realizado 351 actividades para informar del proyecto a la comunidad. Sostiene que tras la oposición al proyecto hay intereses de personas que no son de la zona y "son traficantes de tierra y la minería informal”.
En un último intento de mediar, la noche del jueves 3 de febrero se cumplió una reunión convocada por el Gobierno Parroquial de San Joaquín.
Elecaustro intentó exponer el proyecto, pero, según un comunicado de la empresa, los asistentes “se levantaron de manera violenta en contra de la empresa” y la Policía tuvo que intervenir para evitar incidentes.
El grupo Yasunidos, por su parte, exhortó a las instituciones a cargo del proyecto a evitar el uso de la fuerza y a respetar el derecho a la protesta.
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