Los extranjeros han modificado la dinámica inmobiliaria en Cuenca
Cuenca se ha consolidado, desde hace más de una década, como una ciudad destino para extranjeros jubilados, principalmente estadounidenses. El 5% de quienes llegan con visa de inversión adquieren un inmueble.
Extranjeros caminan por la avenida Ordóñez Lasso, en Cuenca, el 26 de enero de 2023.
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El mercado inmobiliario de Cuenca busca atraer a los extranjeros que miran a la ciudad como un destino para quedarse. Edificios modernos con vista a las montañas, departamentos de lujo en el Centro Histórico, o casas rurales con comodidades de la ciudad, son parte de la oferta.
Los extranjeros son un nicho cautivo. La búsqueda de inmuebles desde Estados Unidos es más alta en Cuenca que en el resto de ciudades de Ecuador. Llega al 76%, según un informe de los portales inmobiliarios Trovit y Properati.
La revista International Living, que en 2023 ubicó a Ecuador como el cuarto mejor país para los jubilados extranjeros, destaca que el mercado inmobiliario en Cuenca "es una buena inversión".
Los extranjeros prefieren a Cuenca porque es una ciudad pequeña en la que pueden desplazarse con facilidad y usar transporte público. Además, tiene un costo de vida accesible, explica Yenis Bejas, gerente general de la revista Cuenca Expats Magazine.
Esta publicación está dirigida a los extranjeros de habla inglesa que residen en la capital azuaya, unos 10.000 aproximadamente. "La mayoría son jubilados y reciben una pensión mensual de unos USD 3.000", añade Bejas.
El 20% de los extranjeros que llegan a Cuenca lo hacen con una visa de inversión. Y de ese total, el 5% invierte en el sector inmobiliario, detalla. La mayoría prefiere arrendar a comprar.
Varios portales especializados en bienes raíces para extranjeros destacan los proyectos inmobiliarios de Cuenca. Uno de estos es la agencia Ecuador a tu servicio, fundada por una estadounidense radicada en la ciudad.
Las ventas registradas en su página web muestran que la tendencia es comprar departamentos en el Centro Histórico o en los edificios modernos de la avenida Ordóñez Lasso y Puertas de Sol.
En la avenida Ordóñez Lasso hay al menos cinco edificios en construcción. En la última década, los principales compradores de estos departamentos han sido extranjeros. Pero también hay ecuatorianos que los adquieren y luego los arriendan a ciudadanos foráneos.
También hay una alta demanda de viviendas en las parroquias rurales de Cuenca y en cantones vecinos, como Santa Isabel o Paute, con precios que van desde los USD 100.000 hasta los USD 700.000, según el tamaño, la ubicación y los servicios que ofrezca la propiedad.
Aunque hoy el mercado se ha estabilizado, en los primeros años los proyectos inmobiliarios destinados a extranjeros “desencadenaron especulación en toda la ciudad y duplicaron el precio de inmuebles en esas zonas”, detalla una investigación de Natasha Cabrera, académica de la Universidad del Azuay.
Eso contribuyó a que Cuenca se convierta en la ciudad con el suelo más caro del país, detalla el estudio. Esa es una de las causas por las que la capital azuaya tiene precios más altos de arriendo.
También llegan extranjeros jóvenes
Carlos Espinoza, socio de ISAM Proyectos Inmobiliarios, explica que desde 2009, cuando Cuenca fue nombrada por primera vez como un destino para jubilados, la dinámica del sector cambió.
Esta inmobiliaria nació en ese año y se dedicó a construir proyectos inmobiliarios en el centro de Cuenca, que hoy son de los más cotizados por los extranjeros. En los primeros años, ellos representaban el 90% de los compradores. Hoy son un 60%, explica Espinoza.
Pero la Cuenca no es solo un destino para jubilados. Hay un nuevo nicho: jóvenes que pasan estancias de corto y mediano plazo porque en sus países pueden hacer teletrabajo, señala Espinoza.
Ellos también son un público interesante para el sector inmobiliario. Una publicación de New York Times destaca que "una ola de compradores más jóvenes y ricos está aumentando la demanda de casas en áreas rurales".
Dos zonas son las preferidas para arriendos
Ese grupo opta principalmente por el alquiler. Carmen Merchán tiene una casa en una zona rural del sur de Cuenca. Desde diciembre tiene un arrendatario estadounidense joven. Su propiedad antes fue ocupada por un jubilado de la misma nacionalidad.
Ella confiesa que se siente cómoda con arrendatarios extranjeros porque suelen quedarse por períodos largos, son cumplidos con los pagos, cuidan bien la casa e incluso hacen arreglos por su cuenta.
La agente inmobiliaria, Verónica Garcés, explica que la llegada de extranjeros influyó mucho en la dinámica de los arriendos. Los precios se incrementaron en las zonas de su preferencia: el Centro Histórico y la avenida Ordóñez Lasso.
Eso motivó a que los propietarios de edificios y viviendas hagan adecuaciones para obtener mejores ingresos. En el centro, por ejemplo, los dueños de viviendas antiguas, alguna que funcionaban como conventillos, ha hecho inversiones para mejorarlas y rentabilizarlas.
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