Estudiantes piensan dos veces antes de pedir un crédito educativo
Los clientes que no pueden acceder a un crédito educativo optan por solicitar créditos de consumo o se financian con tarjetas de crédito, que tienen tasas más altas.
Agencia virtual de Banco del Pacífico, en un centro comercial de Quito, febrero de 2023.
PRIMICIAS.
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La cartera de crédito educativo viene cayendo en picada desde 2020 y no ha logrado recuperarse.
Durante el primer trimestre de 2023, la cartera de préstamos para estudios sumó USD 289 millones; esto es un 15% menos comparado con el mismo período de 2022.
Una cifra contrasta con la del período previo a la pandemia de Covid-19, cuando el crédito educativo sumaba USD 401 millones (al primer trimestre de 2019).
Elizabeth y su hijo Ricardo llevan casi dos meses esperando a que un banco privado les confirme si la solicitud de crédito educativo que hicieron fue aprobada.
El préstamo que solicitan es de USD 6.000, para pagar el último semestre del instituto en el que Ricardo estudia Publicidad, más los gastos para entrar al proceso de titulación.
Si no les aprueban el préstamo, Ricardo no sabe de dónde sacará el dinero para pagar el semestre porque no tiene trabajo.
¿Es buena idea usar la tarjeta?
Elizabeth explica que durante casi tres años pagó la carrera de su hijo con sus ahorros y, a veces, hasta con la tarjeta de crédito.
Pero, luego de ver crecer sus deudas, prefirió optar por un crédito educativo, aunque los requisitos de acceso son más exigentes.
Los ecuatorianos gastaron USD 94 millones en educación con sus tarjetas de crédito entre enero y marzo de 2023.
El problema es que el crédito de consumo de las tarjetas tiene una tasa promedio de 16,77% anual. Casi el doble frente a la tasa máxima permitida para préstamos educativos, que es de 9,5% anual.
Uno de los requisitos para acceder a un crédito educativo es tener un garante o codeudor, dice Erika Flores, quien en 2021 obtuvo un préstamo educativo para estudiar una maestría en Argentina.
Erika tuvo problemas para encontrar a un codeudor y para que le aprobaran el crédito, porque su esposo estaba sobre endeudado.
"No me podían dar un crédito debido a que, al estar casada, yo absorbía las deudas de mi esposo. Nos sugirieron hacer una disolución conyugal y tuve que optar por esa salida", agrega.
Por qué hay menos crédito
El profesor de Economía de la Universidad Estatal de Milagro, Ángel Maridueña, explica que existe menos demanda de crédito educativo porque las personas no quieren endeudarse en un momento de incertidumbre económica.
"No hay incentivos para recuperar la inversión en educación. Se ha vuelto muy difícil encontrar trabajo y los salarios no compensan una deuda que durará hasta cinco años", agrega.
La caída en la cartera de préstamos para educación se ahondó también porque el Banco del Pacífico ya no otorga este tipo de préstamos.
La entidad financiera, que tiene capitales estatales, era la que más colocaba este tipo de préstamos hasta 2019.
Banco del Pacífico colocó USD 30,88 millones en crédito educativo en 2019, pero para 2022 la colocación fue de apenas USD 132.000.
Hasta el primer trimestre de 2023, la entidad no reporta nuevas colocaciones de este tipo de préstamos, según las cifras del Banco Central.
En las agencias del Banco del Pacífico, cuando un cliente se acerca a pedir un préstamo para pagar estudios, la sugerencia de los agentes es aplicar a un crédito de consumo.
El presidente ejecutivo de Banco del Pacífico, Roberto González, explica que los programas masivos de colocación de crédito educativo se detuvieron temporalmente.
"Pero eso no implica que si alguien lo solicita y califica, se le entregue. Se puede analizar cada caso en función de la capacidad de crédito", precisa González.
Nuevos actores ganan espacio
Con Banco del Pacífico fuera de competencia, otras entidades financieras ganan espacio en el segmento de crédito para educación.
Banco Pichincha y Banco de Guayaquil fueron las entidades que más crédito colocaron en el primer trimestre de 2023.
De los USD 3,4 millones en crédito educativo desembolsados en ese período, las dos entidades colocaron el 78%.
Banco Pichincha financia estudios por hasta USD 25.000 con plazos de hasta cinco años. En este caso, se requiere de un garante.
Y si el estudiante necesita un crédito por un valor mayor, la entidad solicita una garantía hipotecaria.
El Banco Guayaquil financia estudios por hasta USD 30.000, pero cuando el crédito es de más de USD 20.000 también solicita una garantía real, es decir, un bien.
Las dos entidades financieras otorgan plazos de gracia de entre seis meses y un año, una vez que el estudiante ha finalizado su carrera.
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