Inversión privada sube, pero no basta para levantar a la construcción
Al sector de la construcción aún le cuesta crecer, en parte por el deterioro del mercado laboral y pese a que la inversión privada en el segmento inmobiliario ha crecido.
Maquinaria de construcción trabaja en la intervención en la Panamericana E35, el 4 de abril de 2022.
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Al sector de la construcción le cuesta crecer, según información del Banco Central. Eso se debe a que desde hace siete años su desempeño ha sido negativo o se ha estancado.
Y la contracción se ahondó debido a la crisis por la pandemia de Covid-19.
En 2020 ese sector económico se desplomó 20% y en 2021 la caída fue de 6,6%.
El sector no puede recuperarse y crecer por una serie de factores, entre ellos:
- Deterioro del mercado laboral, en el que solo tres de cada 10 ecuatorianos en edad de trabajar tienen un empleo adecuado.
- Reducción de los ingresos de los hogares por la crisis, un fenómeno que impacta, sobre todo, a los que son parte de los estratos socioeconómicos medio y bajo.
- Encarecimiento de los precios de los materiales de la construcción, por el alza del precio de los fletes marítimos y por el impacto de la guerra en Ucrania.
- Disminución de los permisos de construcción residenciales y no residenciales.
- Contracción del gasto del Gobierno, lo que se traduce en un menor desarrollo de obra pública.
Gasto público se contrae
Según representantes de la construcción, aproximadamente el 25% de las obras corresponde al segmento inmobiliario, es decir, a la construcción de casas, edificios, urbanizaciones y locales comerciales.
"Ese segmento se está recuperando", afirma Henry Yandún, representante del clúster Constructores Positivos.
Eso se debe a la reactivación económica, a un mayor acceso a préstamos hipotecarios en la banca privada y a una mayor colocación de créditos hipotecarios del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess).
En 2022, el Biess prevé entregar USD 752 millones en préstamos hipotecarios, un 26% más frente a 2021.
Pero esto no ha sido suficiente para revertir la contracción del sector de la construcción, que arrastra una caída de la inversión pública.
El 75% de ventas de la actividad de la construcción se explica por obras del sector público. El gasto del Gobierno se redujo en 2021 en 6,6%, según el Banco Central.
Eso se debe a la política de austeridad de la actual administración, que busca reducir y eliminar el déficit fiscal que arrastra el país.
La meta en 2022 es disminuir el déficit fiscal hasta USD 2.300 millones.
El déficit fiscal se genera cuando los gastos del Estado son superiores a sus ingresos.
Una ley necesaria
En ese contexto, el sector de la construcción ansiaba la aprobación del proyecto de Ley de Inversiones para inyectar capital privado desde el extranjero y así impulsar la obra pública, dice Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de la Construcción (Camicon).
Esta normativa permitía la delegación de proyectos de inversión del Gobierno Central bajo el mecanismo de Alianzas Público Privadas para obras en cinco áreas.
Pero el proyecto de ley fue negado y archivado por la Asamblea el 24 de marzo de 2022, en medio de una pelea de poder con el Ejecutivo, que presentó la norma.
En 2021 la inversión extranjera directa (IED) que llegó al sector de la construcción fue USD 55 millones. Eso es igual al 8,8% del total de capitales que se inyectaron desde el exterior, los cuales retrocedieron a niveles de hace cuatro años.
"La recuperación de la inversión en el sector de la construcción es decisiva para el crecimiento económico del país y la generación de empleo", dice el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán.
El Banco Central prevé que en 2022 el sector de la construcción logre una recuperación de 2,9%, aunque eso dependerá de la inyección de capital.
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