El auge de proyectos residenciales sostiene a la construcción en Cuenca
Fuertes inversiones impulsan la edificación de proyectos residenciales en Cuenca, pero al sector le preocupa que la demanda no crezca al mismo ritmo.
Edificio en construcción en el sur de Cuenca.
Jackeline Beltrán/PRIMICIAS
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Los ingresos en el sector de la construcción de Cuenca se han recuperado, luego de tres malos años provocados por la pandemia y la falta de obra pública, gracias al auge de los edificios residenciales, las remodelaciones y otros equipamientos urbanos.
La inversión en obra pública, que años atrás tenía un peso importante en la dinámica económica del sector, se mantiene estancada y no hay proyecciones de que eso cambie pronto.
En 2022, las empresas dedicadas a la construcción en Azuay generaron ingresos por USD 84 millones, según datos de la Superintendencia de Compañías. Eso es apenas USD 7 millones más que en 2019, cuando este sector tuvo una caída por la falta de inversión pública.
Hace cuatro años, los proyectos residenciales representaban el 40% de los ingresos en el sector de la construcción de la capital azuaya. Actualmente, su aporte subió al 50% y están al alza.
En los proyectos residenciales se incluyen viviendas individuales, edificios multifamiliares y la remodelación o rehabilitación de infraestructuras existentes.
Los ingresos por estos proyectos aumentaron un 36% entre 2019 y 2022. En este último año, ese rubro generó USD 42 millones.
En cambio, los proyectos de construcción de obras públicas, como vías y puentes, se mantienen estancados. Los ingresos del año pasado en ese segmento fueron USD 22 millones, un millón menos que en 2019, a pesar de que ese fue un mal año.
En 2013, la dinámica era distinta. Para ese año, la obra pública representó hasta el 45% de la facturación del sector construcción en Cuenca, mientras que los proyectos residenciales, estaban cerca del 30%.
Inversiones importantes
El auge de la construcción de proyectos residenciales en Cuenca inició antes de 2020, pero la pandemia frenó los proyectos. El año pasado, en cambio, muchas de las obras aplazadas se retomaron y, además, otras empezaron.
Pablo Abad, gerente de la constructora Tangible, explica que uno de los factores que han impulsado el crecimiento de estos proyectos es la fuerte inversión que se está haciendo en el Austro, por parte de actores privados.
"Ha crecido el número de desarrolladores inmobiliarios, que se encargan de planificar y conseguir los recursos", detalla.
María Cristina García, directora de la Cámara de la Construcción de Cuenca, añade que una parte de las remesas de los migrantes se están destinando a la construcción. En los dos últimos años, las remesas que llegaron a Ecuador rompieron récords históricos, recuerda.
En este auge también está impulsado por el acceso, relativamente fácil, a créditos hipotecarios que hubo en 2022, explica Abad.
El año pasado, las instituciones financieras colocaron cerca de USD 60 millones en Azuay para el sector de la construcción, que incluye la compra de viviendas, así como trabajos de remodelación.
Preocupación por la demanda
El temor del sector sobre este "boom" de construcciones residenciales, es que la oferta no vaya a la par con la demanda, explica la directora de la Cámara de la Construcción de Cuenca.
Hay empresas inmobiliarias que se han endeudado para construir proyectos de alto costo, que es la tendencia actual. Hay edificios en construcción que ofertan entre 50 y 70 departamentos. Todavía están en ejecución y se prevé estén listos en 2025.
Un riesgo para el sector es que la oferta de créditos en la banca privada ha perdido ritmo. Además, hay sectores en donde los salarios no se han recuperado del todo y eso limita la capacidad de endeudamiento, dice García.
Este año se ha visto ya un freno en los nuevos proyectos, explica el arquitecto Pablo Abad. "La gente está optando por remodelaciones o intervenciones menores, que es para lo que alcanza el dinero", señala.
Equipamiento urbano
En Cuenca también hay un crecimiento de las construcciones o intervenciones en equipamiento urbano, como hospitales, centros comerciales, edificios de oficinas, restaurantes y otros.
Abad explica que esos proyectos han aportado de forma significativa al sector. Solo entre 2020 y 2022, generaron ingresos por USD 6 millones.
Ahí se incluyen tres nuevos edificios de instituciones financieras, dos se inauguraron el año pasado y un tercer proyecto está previsto para este año. También hay inversiones en supermercados y centros comerciales, así como remodelaciones en casas de salud.
La remodelación obedece también a un interés comercial. Hay un gran número de proyectos de restauración de casas para convertirlas en restaurantes, bares y otros establecimientos turísticos.
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