Luis Álvarez confiesa cómo fue el esquema de corrupción en el Isspol
El exgerente de operaciones del Decevale pagó una fianza de USD 250.000 para ser liberado tras declararse culpable de conspiración para lavar activos en Estados Unidos.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, visitó Decevale el 24 de septiembre de 2020.
María Paula Romo/Twitter
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Las delaciones del exgerente de Operaciones del Depósito Centralizado de Valores de Ecuador (Decevale), Luis Álvarez Villamar, ayudan a confirmar cómo funcionó el desfalco al Isspol.
El 27 de junio de 2021, Álvarez Villamar se declaró culpable ante un juzgado del estado de Florida, en Estados Unidos, y se comprometió a entregar toda la información que tiene sobre el caso.
El 2 de julio, Álvarez Villamar compareció ante una jueza del distrito sur de Florida, que le fijó una fianza de USD 250.000, dinero que el ecuatoriano pagó para ser liberado ese mismo día.
Las condiciones de la liberación incluyen entregar su pasaporte a la Corte, la prohibición de salir del estado de Florida o de visitar establecimientos de transporte, como aeropuertos, puertos o estaciones de tren o bus.
La fianza de Álvarez Villamar se fijó después que aceptó su participación en el delito de conspiración para el lavado de activos. En su acuerdo con la justicia de Estados Unidos, Álvarez Villamar acepta colaborar.
El exgerente es el segundo procesado en Estados Unidos por el caso Isspol.
El primero fue John Luzuriaga, exdirector de Riesgos del Isspol, quien también enfrenta cargos por el mismo delito, pero no ha colaborado con la justicia.
Sobornos a diestra y siniestra
Las investigaciones de la justicia estadounidense y los cargos que aceptó Villamar confirman que existió un esquema de sobornos orquestado por el inversionista ecuatoriano residente en Panamá conocido como Jorge "El Mago" Chérrez.
"El Mago" pagó sobornos a funcionarios del Decevale y del Isspol para hacerse con el control total de una enorme tajada del portafolio de inversiones del Isspol, a través de una red de empresas de su propiedad domiciliadas en Miami y en Panamá.
Chérrez es ahora un prófugo de la justicia ecuatoriana y estadounidense. Su último paradero conocido, según información del Departamento de Justicia, es México.
Las investigaciones estadounidenses hallaron que Álvarez recibió más de USD 3,1 millones que salieron de cuentas pertenecientes a 'El Mago', quien buscaba acceder a los fondos del Isspol.
La 'garra' de Chérrez
Entre 2014 y 2020, el Isspol invirtió USD 693,4 millones en operaciones a través de Chérrez:
- Una de estas operaciones fue un swap o permuta financiera, a la que el Isspol destinó USD 327 millones.
- La otra gran operación con Chérrez fue un reporto por USD 205 millones.
Las investigaciones de Homeland Security y las delaciones de Álvarez Villamar ayudan a entender cómo "El Mago" llegó a tener tanto poder.
Las coimas que Chérrez repartía le permitieron controlar los valores del Isspol a través de sus empresas en Panamá.
Por un lado, Chérrez pagó sobornos al Álvarez Villamar para que contratara a un subcustodio de los valores del Isspol.
Según la confesión del exgerente, esto permitió que los títulos valores y papeles del Isspol -de las transacciones hechas por Chérrez- fueran depositados en una empresa panameña de propiedad del mismo Chérrez, y no en una institución de custodia de valores internacional y libre de conflictos, aprobada por el Decevale.
El mayor accionista del Decevale es la Bolsa de Valores de Guayaquil, seguida de la Bolsa de Valores de Quito y de las casas de valores del país.
Por otro lado, Chérrez pagó sobornos por unos USD 2,6 millones a por lo menos cuatro funcionarios del Isspol: John Luzuriaga y otros tres aún no identificados por la justicia estadounidense.
Por los señalamientos de las investigaciones, los otros funcionarios serían una hija del general David Proaño, exdirector del Isspol, y Rafael Nuques, exdirector económico y financiero del Isspol.
Estas coimas permitieron a Chérrez hacerse con las inversiones del Isspol, y luego usar ese dinero sin la vigilancia de la institución.
El Decevale atascado
El Decevale impulsa una causa civil también en Florida para buscar información sobre los movimientos de los valores del Isspol.
Entre otros documentos, el Decevale desea obtener, en primer lugar, los dos contratos firmados por Álvarez a nombre del Decevale con IBCorp, una de las empresas de Chérrez.
El Decevale pide también acceso a toda comunicación entre Álvarez, Chérrez, IBCorp, ICS, HYBF y Citibank, relacionadas con los contratos del Decevale o con la custodia de los títulos objeto de los contratos firmados por Isspol.
Pero el proceso para develar esta información está entrampado en medio de una serie de recursos judiciales.
La Corte ha negado una serie de objeciones interpuestas por las empresas de Chérrez y por los otros actores de esta trama, a los que el Decevale solicita información.
Estos documentos permitirían rastrear a dónde se movió el dinero del Isspol.
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A través de varias empresas, Chérrez habría pagado coimas al exdirector de Riesgos del Isspol, John Luzuriaga, y a otras tres personas.
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