Comerciantes dicen que "lo perdieron todo" con las manifestaciones
Una distribuidora de bicicletas fue saqueada durante las protestas.
Gabriela Coba/Primicias
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Restaurantes, una lavadora de autos, una distribuidora de bicicletas y hasta los vendedores de caramelos fueron víctimas de quienes saquearon sus negocios, o los destruyeron durante los enfrentamientos que se protagonizaron en el sector.
Saskya Villalva es la propietaria del restaurante el Fogón Quiteño, que se encuentra en la avenida 6 de Diciembre, junto a la Contraloría. El sábado -cuando el paro se agravó- su emprendimiento iniciado hace tres años y medio, quedó en ruinas.
"Nos hemos quedado con las manos vacías. No tengo dinero, ya llevo 15 días sin trabajar", dice Villalva. Calcula que su pérdida asciende a USD 20.000.
Su esposo trató el sábado de defender su negocio, pero fue imposible. "Pensaron que él era un policía y lo querían quemar, por suerte unas señoras del sector lo rescataron. Tiene las piernas con heridas de clavos y hematomas en el cuerpo", explica Saskya Villalva.
El techo roto, vidrios con impacto de bombas y electrodomésticos destrozados son algunos de los daños que se pueden observar en este local.
A pesar de todo, Saskya espera arreglar lo más pronto posible su negocio y comenzar a distribuir almuerzos a domicilio, "lo haré a pie si es necesario", dice.
Pide a las autoridades no mover las instituciones públicas del sector porque son su fuente sustento.
"A seguir trabajando"
Santiago Mancheno es otro de los afectados por las manifestaciones. El sábado su distribuidora de bicicletas Raptor, que abrió hace un año en el sector, fue saqueada.
Estima que su pérdida es de USD 55.000, USD 20.00 en bicicletas, USD 20.000 en herramientas de trabajo y USD 15.000 en piezas.
Esta semana se ha dedicado a limpiar y mejorar la seguridad del local porque el lunes cuando ingresó a su negocio “esto parecía una zona de guerra”.
A pesar de los daños este comerciante está listo para seguir adelante por su hija y sus trabajadores. Está convencido de que lo va a lograr a través de su trabajo y del apoyo de la ciudadanía que acuda a su local a comprar. "Esa es la mejor forma de ayudarme", dice.
Ventas bajas
El restaurante Ceviches de Pedro y Pablo, a pesar de no sufrir saqueos, tuvo pérdidas por los días que no pudo laborar.
"Desde el 7 de octubre esta sucursal permaneció cerrada", dice Pedro Urquizo propietario del negocio, por lo que "se dejó de percibir alrededor de USD 4.000".
Desde el mediodía del 14 de octubre la cevichería volvió a funcionar aunque la ventas están bajas.
"La gente está todavía con temor de venir al sector. Además, los empleados de la Contraloría dejaron de venir", dice el empresario. Esto se debe a que el edificio de esta institución pública fue incendiado el sábado durante las protestas.
Ni los puestos de golosinas se salvaron. María Guanoluisa tiene un kiosko de caramelos que fue saqueado el sábado, mientras se encontraba guardado en un parqueadero en el sector de El Arbolito.
Estima que el robo fue de USD 300. "Unas señoras y las vecinas me regalaron un poco de producto para que pueda vender y salir adelante", dijo.
El jueves durante una visita del presidente Lenín Moreno todos estos vendedores le dieron a conocer sus historias. Esperan que se implemente una unidad de policía comunitaria en el sector y que el consumo local les permita resurgir.
Compartir: