La inflación se mantiene baja pese a la subida de los combustibles
Los problemas económicos del país se reflejan en un estancamiento de los precios de los productos de la canasta básica, dicen los analistas.
Un trabajador de una estación de servicio de Cuenca durante sus actividades, el 12 de mayo de 2021.
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Ecuador lleva más de cuatro años o con inflación anual negativa o cercana a cero, pese al incremento, por ejemplo, de los precios de los combustibles que empezó en julio de 2020 con la implementación del sistema de bandas de precios.
Un informe de la Consultora Inteligencia Empresarial asegura que el incremento de los precios de las gasolinas Extra y Ecopaís y del diésel, tras su liberación parcial mediante el sistema de bandas, no ha provocado un aumento de precio en los productos de la canasta básica.
Según la firma, en el último año el precio de las gasolinas Extra y Ecopaís subió 24,91%, mientras que el galón de diésel subió 56,6%. Pese a este incremento, la inflación general, es decir, el costo de vida, permaneció casi estático.
Inteligencia Empresarial asegura que el incremento de los precios de los combustibles "difícilmente tendrá un impacto abrumador" sobre el nivel general de los precios.
El peso de los combustibles en la canasta que se usa para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC) representan 1,96%, mientras que los alimentos representan el 19,9%.
El costo de la canasta básica, compuesta por 75 productos, fue de USD 709,40 en junio de 2021.
Actualmente, la inflación anual de Ecuador es negativa, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
No es buena noticia
Esta situación puede verse como positiva para los consumidores, pero es un indicador negativo para la economía del país.
El investigador de Inteligencia Empresarial, Freddy García, señala que los bajos niveles de inflación reflejan el "enfriamiento de la economía, especialmente por la caída de las ventas en comparación con las cifras anteriores a la pandemia".
Según la Cámara de Industrias y Producción (CIP), las ventas locales y las exportaciones del sector privado ascendieron a USD 63.287 millones entre enero y mayo de 2021, un 16,4% más que lo registrado en el mismo período de 2020, cuando empezó la pandemia de coronavirus.
Y, si se comparan las cifras de ventas de los cinco primeros meses de 2021 con el mismo periodo de 2019, existe una contracción de 5,4%, según la CIP.
Una explicación puede estar en que las estadísticas del Banco Central del Ecuador (BCE) reflejan que el consumo final de los hogares se redujo 3% durante el primer trimestre de 2021, en comparación con el mismo período de 2020.
Recesión ataja los precios
El exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, dice que los precios de los productos de la canasta básica no suben porque existe una "enorme recesión" agravada por la pandemia de coronavirus.
"No contamos con herramientas ni recursos para salir más rápido (de la recesión)", agrega Ortiz.
Los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) señalan que en los próximos cinco años la inflación promedio de Ecuador será inferior a 2%, una cifra incluso menor a la registrada durante el periodo 2011-2014, que fueron los años del último boom petrolero.
Entre 2011 y 2014, la inflación alcanzó un promedio del 4%, según las cifras del INEC. Pero para 2022 las perspectivas muestran un panorama más normal, con una inflación de 2,4% anual.
¿Y el petróleo?
También existe otro mecanismo indirecto que puede afectar la inflación: el precio del petróleo. En temporadas de precios altos, el Gobierno recibe más ingresos y tiende a gastar más, en su objetivo de impulsar la demanda de bienes y servicios.
Entre enero y julio de 2021, el precio internacional del petróleo pasó de USD 52,12 a USD 71,65 por barril.
Sin embargo, la firma Inteligencia Empresarial señala que "no hay razón para esperar que el aumento del precio del barril de petróleo se mantenga en el mediano plazo".
Pese a los precios altos del petróleo, el Banco Central de Ecuador registró una caída del 8,5% en el gasto de consumo del Gobierno Central entre enero y marzo de 2021, en comparación con el primer trimestre de 2020.
Esto más la baja en el consumo de los hogares son factores que están por detrás de la inflación negativa pese al alza de los combustibles.
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Hubo una reducción de la inversión pública, una baja en el consumo final del Gobierno y también en el consumo final de los hogares.
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