Mientras continúen las lluvias torrenciales, Coca Codo Sinclair seguirá sufriendo paralizaciones
Celec analiza la construcción de una obra de retención para evitar el paso de sedimentos hasta la estructura de captación de Coca Codo Sinclair. El mantenimiento de las turbinas se aplazó por la crisis energética que enfrenta el país.
Imagen de la estructura de captación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el 19 de junio de 2024.
Jonathan Machado / Primicias
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La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair volvió a operar con una frágil normalidad, tras sufrir una nueva paralización ocasionada por las torrenciales lluvias que azotan al país desde el 16 de enero de 2024.
Fueron alrededor de 35 horas en las que la mayor hidroeléctrica del país funcionó con apenas dos de las ocho turbinas, que tienen capacidad para producir 1.500 megavatios y son vitales para cubrir la demanda de electricidad de Ecuador.
Un equipo de PRIMICIAS visitó la hidroeléctrica ubicada en el cantón El Chaco, en la provincia de Napo.
Son las 09:00 del 19 de junio de 2024 y las obras de captación trabajaban a su máxima capacidad.
El delicado caudal que a esas horas tiene el río Coca facilita el trabajo del canal de aproximación, una pequeña represa donde empieza el funcionamiento de la hidroeléctrica.
Ahí, el canal capta el agua del río Coca y la desvía por una tubería de 24,8 kilómetros -ubicada dentro de la montaña- hasta las turbinas de la hidroeléctrica donde se genera alrededor del 25% de electricidad que requiere el país.
Pero, antes de que el agua llegue a la casa de máquinas a través del túnel, debe someterse a un proceso de limpieza, en un sistema que se conoce como desarenadores.
Son ocho cámaras, cuyo trabajo consiste en limpiar el agua de sedimentos, desechos y minerales, como el temido cuarzo, para evitar que provoquen daños en los rodetes de las turbinas.
"El cuarzo provoca el fenómeno abrasivo en las turbinas y eso queremos evitar", explica Daniel Correa, jefe de la Central de Coca Codo Sinclair, mientras decenas de trabajadores realizan tareas de limpieza en los desarenadores.
Pero con las torrenciales lluvias que han ocurrido las últimas semanas en la región amazónica, uno de los principales problemas que enfrenta la hidroeléctrica ha sido la gran cantidad de sedimentos que arrastra el caudal del río Coca, explica Correa.
El funcionario asegura que los desarenadores funcionan al 100% de su capacidad, pero reconoce que se ven sobrepasados cuando existen lluvias torrenciales que salen de los pronósticos.
Precisamente, esto ocurrió el 16 de junio de 2024, cuando el caudal del río generó alrededor de 10.000 partículas por millón, cuando lo ideal es que no superen las 1.000 partículas por millón para que Coca Codo Sinclair pueda funcionar sin problemas, ni riesgos.
Correa sostiene que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) analiza la posibilidad de construir una nueva obra para reducir las posibilidades de que se cole cualquier tipo material.
"Se están viendo alternativas. Una opción es una presa de retención aguas arriba para un mejor manejo de los sedimentos. Pero esto se verá a mediano o largo plazo", explica.
Mientras las autoridades deciden si se construye esta obra, la estrategia para precautelar el funcionamiento de Coca Codo seguirá siendo el cierre de las compuertas cuando se presenten fuertes lluvias que arrastren altas cantidades de sedimentos.
"Los cierres seguirán hasta que exista otra obra. Es parte del manejo que tenemos. La paralización es parte normal de la operación. Ahora es más evidente por las circunstancias actuales del sector eléctrico", insiste Correa.
Y explica que la presencia de sedimentos es un problema que se repite en la mayoría de ríos del país, pero que toma relevancia en los alrededores de las hidroeléctricas por el impacto que tiene en el sistema eléctrico del país.
Sin embargo, uno de los reclamos de Celec, que son parte del arbitraje que interpuso en contra de la constructora china Sinohydro, es precisamente los problemas con los desarenadores.
Sin mencionar el tema, el técnico insiste que "operamos con lo que tenemos. El diseño de la hidroeléctrica es un tema de arbitraje con la constructora china Sinohydro y se vuelve confidencial. No tengo más información".
Aunque, al 20 de junio de 2024, la central opera con siete de sus ocho turbinas, la preocupación de las autoridades se mantiene porque el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología prevé que las fuertes lluvias en esta zona se extiendan hasta agosto.
Eso implica que hay riesgo de nuevas paralizaciones, que podrían redundar en cortes de energía.
Se aplaza el mantenimiento de Coca Codo Sinclair
Desde el inicio de su operación en 2016, Coca Codo Sinclair se enfrenta a una constante paradoja.
Por un lado está, la necesidad de operar a su máxima capacidad, pues se trata de la mayor hidroeléctrica del país, y por el otro, las constantes paralizaciones provocadas por la presencia de sedimentos.
En otras palabras, cuando se registran fuertes lluvias y altas cantidades de sedimentos, Coca Codo debe elegir entre parar sus operaciones o permitir el paso de agua con sedimentos.
Esto último implica el riesgo de provocar daños en las turbinas, por lo que la paralización es la primera opción.
"Queremos evitar que haya un desgaste acelerado de las unidades. Si hay exceso de sedimentos podría haber daños en el corto plazo", dice Daniel Correa, jefe de la Central de Coca Codo Sinclair.
Para evitar que las afectaciones provoquen largas paralizaciones, Celec tenía previsto el mantenimiento de cuatro turbinas entre abril y septiembre de 2024, para soldar fallas de construcción en parte de sus equipos, llamados distribuidores.
Sin embargo, estos trabajos se han aplazado, sin que hasta el momento se conozca la fecha en la que se implementarán.
"Estamos a la espera que el operador nacional de electricidad nos brinde la disponibilidad para sacar a mantenimiento las unidades", advierte Correa.
Cálculos técnicos de la hidroeléctrica muestran que los rodetes de las turbinas tendrían una vida útil de 200.000 horas de funcionamiento. Actualmente, la mayoría llegan a 60.000 horas, aunque el desgaste podría acelerarse si no se realizan los mantenimientos a tiempo.
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