2.891 clientes de Tame todavía esperan reembolso de boletos
La aerolínea Tame cerrará el 13 de octubre de 2022, pero no cuenta con recursos para reembolsar los pasajes a clientes. La única salida es que el Ministerio de Finanzas asigne recursos para cubrir estas obligaciones.
Fachada de las oficinas de la aerolínea Tame en liquidación, ubicadas en la avenida Amazonas, en Quito. 21 de septiembre de 2022.
Evelyn Tapia /PRIMICIAS
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La empresa estatal Tame todavía no ha reembolsado el dinero a 2.891 clientes, entre personas naturales, agencias de viajes y entidades del Estado, que no pudieron usar los boletos aéreos tras el cierre de la aerolínea, el 19 de mayo de 2020.
La deuda con estos clientes suma USD 2,4 millones, aunque, en total, Tame registra USD 6,5 millones en boletos vendidos que no fueron utilizados tras el cese de operaciones.
Sin embargo, USD 4,1 millones corresponden a boletos de clientes que no solicitaron el reembolso.
La empresa estatal tiene hasta el 13 de octubre de 2022 para terminar el proceso de liquidación.
Desde ese momento, esta y el resto de deudas de Tame pasarán a ser responsabilidad del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Sin embargo, el liquidador de la empresa, Roberto Córdova, explica que hasta el 13 de octubre la empresa no podrá reembolsar el dinero a los clientes.
La razón es que los activos de Tame, desde el inicio del proceso de liquidación, eran insuficientes para cubrir las deudas de la aerolínea, dijo.
MTOP busca soluciones
El ministro de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera, dijo que la entidad no tiene presupuesto en 2022 para saldar los pasivos de Tame en este año.
Pero dijo que el Ministerio de Finanzas se comprometió a asignar recursos para atender, por lo pronto, los seguros y la custodia de los activos de Tame desde el 13 de octubre.
"Una vez que recibamos oficialmente los activos y pasivos de Tame, analizaremos cuánto presupuesto necesitaremos en 2023 para las deudas con clientes, jubilados y entidades del Estado", dijo.
Clientes tomarán medidas
Hilda Cajas compró tres pasajes para un viaje a Galápagos con su familia, que estaba programado para mayo de 2020.
Ella recuerda que fue en medio de uno de los meses más críticos de la pandemia de Covid-19 cuando el gobierno cerró la empresa.
Sin embargo, a través de redes sociales buscó a otros perjudicados y se reunieron en un grupo de Whatsapp para buscar soluciones.
Así, ella y otros 200 clientes perjudicados presentarán una acción de protección en contra de Tame y del Ministerio de Transporte.
El abogado de los perjudicados, Víctor Rivadeneira, explicó que la deuda de la aerolínea con estos 201 clientes suma USD 200.000 aproximadamente.
Rivadeneira explicó que la primera semana de octubre tiene previsto presentar una acción de protección por considerar que Tame violó derechos constitucionales de los consumidores.
Según Rivadeneira, por la emergencia sanitaria, muchos clientes no alcanzaron a cumplir con el trámite para ser reconocidos como acreedores de Tame.
"Estábamos en medio de la pandemia, había muchas dificultades y el tiempo fue muy corto", dice el abogado.
Los clientes tuvieron un plazo de 30 días, desde el 27 de noviembre de 2020, para presentar a Tame su solicitud para recibir el certificado de acreencia.
Activos no alcanzan
Según el Reglamento para la Determinación de la Prelación de Créditos de Tame, los clientes están en el puesto seis de los 10 tipos de acreedores.
Tame tiene activos insuficientes para cubrir sus deudas por USD 346 millones, ni siquiera a los primeros acreedores en el orden de prelación, dice el liquidador de Tame.
El principal desafío del proceso de liquidación de Tame ha sido vender sus aviones.
La empresa vendió cinco aeronaves hasta septiembre de 2022 y todavía tiene dos aviones tipo Embreaer para los que no hay compradores interesados.
Según Herrera, el MTOP analiza delegar esos aviones a Inmobiliar, para que se haga cargo de venderlos.
De los USD 9,75 millones que obtuvo Tame por la más reciente venta de tres aviones ATR, USD 5,8 millones fueron para cubrir una parte de la deuda con Petroecuador, debido a que esta petrolera estatal interpuso una medida cautelar que impedía la venta de estos activos.
Según Petroecuador, los USD 5,8 millones se debitaron de los intereses de la deuda, por lo que el capital de USD 154 millones sigue intacto.
Los restantes USD 3,9 millones de la venta de los tres aviones ATR se destinaron a pagar deudas que están primero en el orden de prelación de acreedores.
Es decir, para atender pasivos laborales y deudas con la seguridad social.
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