CELEC dice que erosión regresiva en el río Coca se detuvo el 23 de julio
La erosión regresiva produjo un deslave de grandes proporciones en el río Coca el 18 de julio de 2020.
Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ecuador (SNGRE)
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La erosión regresiva en el río Coca se habría detenido hace 14 días, según la Corporación Eléctrica Nacional (CELEC), que sigue de cerca el proceso. Fue exactamente el 23 de julio de 2020.
Hasta ese día la erosión regresiva en la cuenca del río avanzó a 6,3 kilómetros desde la desaparecida cascada San Rafael y el caudal disminuyó su velocidad en un 41%, al pasar de 608 metros cúbicos por segundo a 358 metros cúbicos por segundo, según CELEC.
"No se observa avance en la erosión regresiva del río Coca. En el sector de Manuel Galindo (en la provincia de Napo) margen izquierdo del río se evidencia avance del deslizamiento en expansión lateral", según el reporte diario de monitoreo de la erosión, con fecha 1 de agosto de 2020.
El documento agrega que "el retroceso del deslizamiento podría afectar la vía (Quito-Lago Agrio), la distancia es de 150 metros aproximadamente".
Por el deslizamiento de tierra lateral está en riesgo Manuel Galindo, localidad también conocida como San Luis, ubicada a unos cuatro kilómetros de la desaparecida cascada San Rafael y a 15 kilómetros -aguas abajo- de las obras de captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, de propiedad de CELEC.
La erosión regresiva del río Coca pone en riesgo también al Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), al Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y al puente Ventana 2.
El puente es una infraestructura clave porque es el acceso a la vía que usan los técnicos de CELEC para los trabajos de revisión y mantenimiento del túnel, que conduce agua hasta la central hidroeléctrica.
El fin de las lluvias contribuyó a desacelerar el proceso de erosión.
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