25% del banano se exporta sin pasar por el control estatal
Las ventas entre exportadores son usadas para no pagar el precio oficial del banano, dicen los productores, que piden eliminarlas.
Los pilotos de la Fórmula 1 durante el Gran Premio de España.
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Las ventas FAS o entre exportadores estarían permitiendo a las empresas del sector escapar del sistema de control bananero, según el Ministerio de Agricultura.
Hasta el 25% del volumen exportado se realiza mediante ventas FAS, aunque la Ley que regula la producción y comercialización de banano admite que estas ventas solo deberían ser de un 10% y previa autorización del Ministerio de Agricultura.
Lo anterior es posible, según la Cartera de Estado, porque los exportadores pueden poner manualmente el código F (para venta FAS) en los formularios del Servicio Nacional de Aduana de Ecuador (Senae), aun cuando no tienen autorización.
Al no estar regulado ese volumen de banano, no se cumple el precio oficial de banano que los exportadores pagan a los productores de banano, según el Ministerio de Agricultura.
Lo anterior ha provocado protestas de productores bananeros, en mayo de 2023. Ellos exigen que se elimine esa modalidad de comercialización de la fruta.
En entrevista con PRIMICIAS, Nickola Mora, subsecretario de Musáceas del Ministerio de Agricultura y Ganadería, explica que trabaja con la Senae para ajustar el sistema y que solo se utilice las ventas FAS previa autorización de la Cartera de Estado.
La Ley obliga a los exportadores de banano a firmar contratos con los productores, ¿cuánto del banano que Ecuador exporta cumple con esta obligación legal?
Ecuador exporta en promedio 8 millones de cajas. De ese volumen, entre el 71% y 75% está dentro del sistema de control bananero; es decir, como fruta contratada.
El 25% restante se exporta, pero el Ministerio de Agricultura no lo tiene registrado en su sistema de control.
Hay 2.220 productores con contratos firmados. Esa cifra incluye los contratos por fruta propia; es decir, aquella que producen los mismos exportadores, y los contratos que tienen los exportadores con uno o varios productores.
¿Por qué puede exportarse ese 25% sin cumplir con la obligación legal de tener un contrato con los productores?
El Consejo Consultivo del Banano, donde intervienen exportadores, productores y el Ministerio de Agricultura como mediador, acordó pagar USD 6,5 por caja de banano.
Lo cierto es que llegó enero de 2023 y los precios estuvieron altos, por encima de ese precio de sustentación hasta marzo de 2023, incluso hubo una semana en la que llegó a pagarse USD 13 por caja. Además, el sector productor venía de un 2022 difícil, cuando perdieron miles de hectáreas de producción.
Entonces, no había ese escenario favorable para la firma de contratos en un 100%. Desde marzo de 2023, el precio bajó a los rangos de USD 6,5 por caja.
Ese 25% de banano sin contrato se exportó usando, y hasta ahora se sigue usando, hábilmente, las llamadas ventas FAS.
¿En qué consiste?
La Subsecretaría de Musáceas autoriza a que los exportadores puedan comercializar entre sí banano. Antes, los exportadores ecuatorianos podían comercializar hasta el 50% del banano a través de ventas FAS; entre sí.
Ahora, ese porcentaje es del 10%. ¿Cómo funciona? Se antepone en el formulario del Servicio Nacional de Aduana de Ecuador (Senae) la letra o código F, previa autorización del Ministerio de Agricultura.
¿Qué es lo que pasa? Que el sistema de Senae reconoce como válido el código F sin necesidad de que exista la autorización del Ministerio de Agricultura.
Al reconocerlo como válido, se puede escapar el control que la Subsecretaría de Musáceas. Así, se evade el control y tienen la capacidad de exportar.
Se supone que un exportador, si es una persona responsable y honesta, no debería usar el código sin tener la autorización de la Subsecretaría de Musáceas. Ese es el problema y lo estamos atacando.
¿Cómo?
Estamos trabajando las dos instituciones para que se use el código F solo en los casos en que la Subsecretaría de Musáceas lo autorice.
La Subsecretaría autorizará esa venta FAS solo si existe un contrato firmado. No podrá salir ni una sola caja sin que exista un contrato. Entonces, podremos tener el control. No es un problema de ahora, se arrastra desde 2004, cuando entró en vigencia la ley para el sector bananero.
Los cambios toman tiempo, pero ya estamos trabajando.
¿Qué efectos ha tenido el mal uso del código F en los productores de banano, quienes piden su eliminación?
Hay que hacer una precisión, hay productores pequeños que no tienen regularizada la tierra y que, por eso, no pueden firmar contratos. No les podemos dejar desamparados. Estamos dando apoyo para la legalización.
Que se exporte un 25% de banano sin contrato implica que los exportadores pagan el precio que quieren al productor o que el mercado dicta; es decir, pueden pagar menos del valor oficial.
Que se exporte un 25% de banano sin contrato implica que los exportadores pagan el precio que quieren al productor.
Sin contrato oficial, el Ministerio de Agricultura no puede actuar. Pero con un contrato podemos defender al productor para que se cumpla el precio.
De hecho, para denunciar que no se está pagando el precio oficial se necesita contrato. Pero hemos actuado de oficio: se ha requerido información a más de 50 exportadoras. Hay 27 empresas a las que hemos abierto expedientes. Y hemos detectado una presunta falsedad en planes de embarque en cuatro exportadoras.
¿Los precios de sustentación o tener precios fijos para el banano son el origen del problema?
Depende de cómo se lo mire y la época en la que se lo mire. El precio de mercado llegó a USD 2 por caja en 2022, es decir, que habría perdido USD 4,5 si no hubiera un precio mínimo de sustentación. Quedaría desamparado.
Y, aunque hay épocas que el precio supera los USD 12 por caja, el productor no llega con producción suficiente. Porque cuando está a USD 2 la caja, no puede fertilizar sus tierras.
El precio mínimo protege al pequeño productor.
¿Las investigaciones por falsedad de embarques a qué se refieren?
Estas exportadoras hicieron una supuesta compra interna a otro exportador, pero en realidad habrían comprado banano sin contrato, a través de esa letra o código F. Hay esa presunción.
Al poner esa letra F en el formulario de Senae, pudieron exportar el banano, falsearon información en teoría. Los casos están en investigación.
¿Qué pasó con la denuncia que hicieron sobre manipulación del sistema Unibanano?
Efectivamente, con una autoría que tuvo el apoyo de la agencia alemana GIZ, se evidenció que se podía crear códigos ficticios para que las exportadoras puedan vender banano.
Ese caso está en Fiscalía. Además, estamos haciendo auditorías in situ para corroborar si atrás de los códigos existen predios bananeros. Cada semana retiramos códigos a partir de los recorridos.
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