Artola: "el Banco Central no se puede quedar de brazos cruzados"
La gerente del Banco Central, Verónica Artola, dice que la institución planea ayudar a inyectar liquidez en la economía sin usar la reservas del país pero sí parte de sus utilidades. Niega que haya fuga de capitales.
Verónica Artola, gerente del Banco Central del Ecuador.
Cortesía.
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En entrevista con PRIMICIAS, Verónica Artola habla de las críticas que ha recibido en los últimos días y las atribuye a un malentendido, dice que el Banco Central no está pensando en emitir dinero electrónico ni en sugerir barreras a la salida y entrada de capitales.
También habla de la profundidad de la crisis, del dinero que está a punto de llegar al país para fortalecer las reservas y de la posibilidad de que el Ministerio de Finanzas le recompre al banco USD 2.500 millones en papeles.
En los últimos días usted ha recibido críticas de analistas que dicen que el Banco Central quiere volver a abrir la puerta para dar liquidez al Estado. ¿Cuál es su posición?
Quién más que yo, que he estado al frente del Banco Central desde que empezó este Gobierno, para conocer los efectos de una política así. Nosotros detuvimos el financiamiento al Ministerio de Economía y Finanzas porque sabíamos que era lo correcto.
Ir contra eso no es la idea del Banco Central. Creo que fue una mala interpretación. No estamos hablando de financiar directamente al Estado, eso sería un error.
Pero eso no implica que dejemos de buscar otros instrumentos naturales de Banco Central como, por ejemplo, las operaciones de redescuento, que se puedan realizar a través de la banca pública y privada.
Consideramos que esta crisis, que no la hubiéramos imaginado nunca, sí amerita repensar en general las políticas que se pueden aplicar para ayudar a reactivar la economía.
En el Gobierno anterior el Banco Central compró una serie de papeles al Ministerio de Finanzas y financió el gasto. ¿Cuál fue el resultado?
Se nos abrió un hueco muy grande en el balance, de casi USD 5.000 millones, y todavía estamos tratando de recuperar ese dinero, recomponer el balance del banco nos va a tomar hasta el año 2026.
¿Cómo funcionaría el esquema de inyección de liquidez que proponen ahora?
Las utilidades que el Banco Central genera cada año, las vamos capitalizando en la institución para nuestro giro de negocio y esos son los recursos que podríamos inyectar como liquidez en la economía del país.
Lo que estamos proponiendo no es tocar las reservas ni el encaje, no estaríamos haciendo una expansión del balance, no estaríamos financiando directamente al Ministerio de Finanzas. Lo que estamos proponiendo es usar las solamente las utilidades del Banco Central.
¿El banco tiene unos 100 millones anuales de utilidad?
Un poco más porque lo que le entregamos al Ministerio de Finanzas es alrededor de USD 100 millones y eso equivale al 70% de la utilidad del Banco Central. El 30% restante lo capitalizamos en la institución.
¿Entonces la propuesta es tomar ese 30% e inyectar liquidez a través de la banca pública o privada?
Exactamente, utilizar los recursos que nosotros tenemos de la propia capitalización de utilidades, lo que significaría que no estamos tocando las reservas.
En este momento el Banco Central no puede quedarse de brazos cruzados, tiene que tratar de colocar algo de liquidez adicional en la economía.
¿Cuánto dinero puede colocar?
Estamos hablando de entre USD 60 millones y USD 100 millones en una primera etapa.
Podríamos poner USD 100 millones y ya en el proceso de intermediación financiera ese monto se puede duplicar o triplicar.
Estamos analizando los informes y los números para ver cuándo podríamos arrancar.
Y, como no somos autónomos, la Junta Monetaria y Financiera tendría que definir la política para que después el Banco Central pueda poner las especificaciones.
¿Cómo son los plazos de esa primera etapa?
Debería ser una colocación por partes, creemos que la ventanilla de redescuento podría arrancar primero, luego necesitaríamos analizar cartera de los bancos y, después, ir colocando el resto de la liquidez.
Con la ventanilla de redescuento que menciono podemos comprar cartera de la banca pública o privada y damos liquidez. Por ejemplo, adquirimos cartera hipotecaria que se vence en 20 o 25 años, la banca obtiene esa liquidez y con ella puede colocar más créditos.
¿Y cómo recupera la inversión el Banco Central?
A medida que se va venciendo la cartera recuperamos el dinero. Como Banco Central no necesitamos esa liquidez inmediata y podemos esperar al vencimiento de esa cartera si es necesario.
Por la pandemia las personas empezaron a demandar más dinero físico. ¿qué presión coloca esto sobre el sistema?
En Ecuador y en el mundo, luego de la emergencia sanitaria las personas comenzaron a atesorar billetes. Cuando hay una demanda adicional de monedas y billetes físicos es una presión directa para la reserva internacional, porque el Banco Central es la única institución que puede proveer de dinero físico a la economía.
Esta presión adicional no ha puesto en riesgo a las reservas internacionales del país de ninguna manera, incluso, en la última semana, la reserva creció frente a las semanas anteriores.
El Banco Central tiene que traer esos billetes y monedas desde Estados Unidos.
Así es, le hacemos una transferencia electrónica a la Reserva Federal (que es el banco central de Estados Unidos) para que nos entreguen ese dinero en monedas o en billetes. Los billetes los traemos al país por avión en 72 horas y las monedas vienen por barco y se demoran entre cinco y seis meses en llegar.
Al Banco Central le cuesta alrededor de USD 15 millones al año la importación de monedas y billetes. Además, ahora con la pandemia hay que desinfectar las monedas y los billetes que tenemos, antes de entregarlos.
Nada de esto significa que haya riesgo o que vayamos a tener problemas con el sistema de dolarización.
A propósito de esto usted hablaba de la necesidad de masificar el uso de dinero electrónico y de diseñar un mecanismo para hacerlo, lo que también hizo que llovieran las críticas. ¿Qué mecanismo sería este?
Es mejor no usar la expresión dinero electrónico porque las personas empiezan a pensar que el Banco Central quiere, de nuevo, tener dinero electrónico y eso no es cierto. Yo me refería a instrumentos como la billetera móvil o como los medios de pago digitales.
¿Billetera móvil manejada por la banca privada o por el Banco Central?
Manejada por la banca privada y por las cooperativas, que tienen su billetera cooperativa.
Hay expectativas de recibir dinero que ayudará a apuntalar las reservas del país. ¿Cuánto es y de qué fuentes esperan que llegue?
Estamos ya cerrando las negociaciones con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) por USD 418 millones y esperamos que el dinero se desembolse durante las primeras semanas de mayo. Esto va a fortalecer la reserva.
El 30 de abril se va a tratar en el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) un desembolso de USD 500 millones para Ecuador y todos esos recursos nos van a ayudar a fortalecer la economía.
Con esto tendríamos USD 918 millones que estarían entrando hasta el 15 de mayo.
Y hasta finales de mayo, serían los USD 2.000 millones que el ministro de Finanzas, Richard Martínez, había anunciado previamente, que son fondos de los organismos multilaterales de crédito y fondos producto de otras negociaciones bilaterales.
Volviendo al proyecto de ley del Gobierno, usted hizo objeciones al artículo. ¿Le preocupa que se le cierre la puerta al Banco Central para adquirir Notas del Tesoro u otro tipo de papeles de Estado?
Yo estoy de acuerdo con que se mantenga la prohibición para el Banco Central de comprar Certificados de Tesorería (Cetes) o Notas del Tesoro. Lo que me preocupa es la segunda parte de ese artículo, que se refiere a un título emitido por banca pública u otra institución pública.
Dejar la posibilidad de adquirir algún título o instrumento de banca pública para inyectar liquidez a través de ellos sería importante.
¿Qué remanentes de papeles, de las compras realizadas durante el Gobierno anterior, tiene el Banco Central?
Todavía tenemos inversiones y hay que dividirlas en tres grupos. Primero, las acciones de banca pública que bordean los USD 1.200 millones. Segundo, tenemos la inversión doméstica con la Corporación Financiera, el Banco del Estado y BanEcuador por alrededor de USD 1.320 millones y con el Ministerio de Economía y Finanzas, que es de alrededor de USD 2.300 millones, en Cetes y en Bonos del Estado.
Estamos haciendo las gestiones para que el Ministerio de Finanzas nos recompre esas acciones y eso sería liquidez para el Banco Central de unos USD 2.500 millones.
Tenemos que hacer un cronograma de pagos. Estos 2.500 millones son parte del hueco de USD 5.000 millones que tenemos por delante para recomponer el balance del Banco Central.
¿Ha obligado esta crisis, que es esencialmente de liquidez, a las empresas y personas a repatriar capitales?
En la última semana hemos visto que están ingresando recursos del sector privado, hablar de un retorno masivo no es posible todavía. En esta pandemia el país necesita que algunos de los flujos que están afuera puedan ingresar a la economía.
Según las últimas estadísticas de la balanza de pagos hay entre USD 22.000 millones y USD 25.000 millones afuera, sí de esos unos USD 3.000 millones regresaran sería bastante bueno.
¿Se han visto fugas de capital por la crisis?
Para nada, más bien hemos visto ingreso de capital, los giros netos al exterior son positivos, está ingresando más dinero del que sale del país.
En esta coyuntura, la liquidez que está inyectando el sector público a través de la banca pública debe ser para consumir productos ecuatorianos, para producir en Ecuador. El problema que tenemos es que de casa USD 10 que se otorgan en crédito de consumo, USD 6 se van en consumo de productos importados, ese dinero sale de la economía.
Se necesita generar incentivos para que la liquidez que se va a inyectar se quede circulando aquí en el país y no se vaya al exterior.
¿Incentivos como aranceles e impuestos?
Creo que más bien campañas para crear conciencia de que es necesario consumir lo nuestro. Nosotros como Banco Central no hemos hablado de aranceles. Es muy prematuro pensar en ello.
¿Qué tan profunda es la crisis?
Es difícil de decir, estamos cerrando las estimaciones y con los últimos datos que tenemos podría esperarse un decrecimiento de la economía de entre 3,5% y 4% del PIB. Esperamos que 2021 sea mejor, será un año político, esperemos que no se aproveche ese escenario político para generar más caos en el país.
Y la última crítica que le hicieron en estos días: hay quienes dicen que parece que el Banco Central va por un lado y el Ministerio de Finanzas por otro.
No es verdad. Como Banco Central siempre estamos alineados y trabajando de la mano con el Ministerio de Economía y Finanzas y en esa línea fuimos a la Asamblea para dar nuestros aportes sobre la Ley de Finanzas Públicas.
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