Grupo a cargo de Almacenes Tía incursiona en el negocio textil
Almacenes Tía invertirá USD 50 millones en los próximos cinco años. El grupo a cargo de la cadena de supermercados también incursiona en nuevos sectores, como el textil.
La fachada exterior de una sucursal de Almacenes Tía en Portoviejo, en 2021.
Almacenes Tía
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La cadena ecuatoriana de consumo masivo Almacenes Tía se comprometió a invertir USD 127 millones, en la apertura de 100 tiendas, entre 2018 y 2027.
Hasta el momento, la empresa ha inyectado alrededor de USD 80 millones y ha inaugurado 52 locales.
Está previsto que la firma invierta cerca de USD 50 millones en los próximos cinco años. Con los recursos se abrirán 10 locales al año, dice Marcelo García, director Administrativo y Financiero de Almacenes Tía.
Actualmente, Grupo de Narváez, que maneja la marca Almacenes Tía, gestiona 252 locales de la cadena de consumo masivo, 26 negocios de Más Ahorro y dos tiendas de la cadena de ropa uruguaya BAS. Los establecimientos están ubicados en 22 de las 24 provincias del país.
El conglomerado maneja Almacenes Tía en Ecuador, supermercados TA-TA en Uruguay y tienen operaciones en el negocio de consumo masivo en Argentina.
Pichincha y Carchi en la mira
El objetivo de la empresa para 2023 es, sobre todo, abrir tiendas en Pichincha; específicamente en Quito, capital del país y que tiene 2,7 millones de habitantes.
"Tenemos poca presencia, si se compara con otras zonas del país", explica García, quien agrega: "esperamos que la nueva alcaldía nos apoye en el tema de los permisos, que es complicado".
Carchi y Galápagos son provincias en las que Almacenes Tía no está presente.
En el caso de Carchi, eso responde a la dinámica comercial de la frontera, que hace que los ecuatorianos viajen a Colombia y compren más por la diferencia entre el peso y el dólar. Sin embargo, hasta 2027 la empresa espera abrir un local en la ciudad de Tulcán.
En cambio, la llegada a Galápagos es compleja por una serie de factores, como los procesos logísticos y la obligación de tener un socio local.
Tecnología y sostenibilidad
Almacenes Tía también ha inyectado capital, USD 1 millón, en la instalación de una planta de energía fotovoltaica en su centro regional de distribución, en la parroquia de Calacalí, en Quito, que se inaugurará en abril.
La planta está conformada por 2.000 paneles solares que pueden generar 1.500 megavatios por hora (MWh).
La empresa no descarta construir otra planta de energía fotovoltaica, por USD 5 millones, en su otro centro de distribución en Lomas de Sargentillo, cantón del Guayas.
La compañía también está invirtiendo en su desarrollo tecnológico. Por eso, ha habilitado 70 cajas de autopago en 28 locales.
García explica que eso no influye en el número de empleos que crea la empresa, teniendo en cuenta que su meta es llegar a 9.000 puestos hasta 2027. Ahora hay 8.000 trabajadores.
Además, como parte de su estrategia de trasformación digital, Almacenes Tía adquirió Delivereo, firma dedicada al servicio de entregas, para enfocarse en el segmento B2B (ventas de una empresa a otra).
Nueva línea de negocio
En 2023, Grupo de Narváez decidió incursionar en el negocio de venta de ropa, a través de la cadena uruguaya BAS.
Para ello abrió dos locales: uno en Daule, en febrero; y Guayaquil, en marzo.
Y la empresa prevé inaugurar este año, por lo menos, otros dos locales en Guayas.
"Aún no llegamos a la región Sierra, porque ahí necesitamos otras colecciones, por el frío. Deberíamos entrar el próximo año", dice García.
La cadena de ropa está en Uruguay, Argentina y Ecuador.
Ha trascendido que Grupo de Narváez tiene interés en incursionar en otras líneas de negocio, como farmacias y tiendas de electrodomésticos. "Siempre estamos viendo oportunidades", dice García, sin dar detalles.
"Siempre estamos viendo oportunidades".
Marcelo García, Almacenes Tía
Varias marcas internacionales han arribado en los últimos años a Ecuador por una serie de factores, uno de ellos es la dolarización.
Si bien hay oportunidades en el país, García reconoce que también existen problemas, como el aumento de los niveles de inseguridad. "Cuando el contexto social se complica, las personas consumen menos", concluye.
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