"No ha habido forma de que el Gobierno arme una política de compra pública con la industria nacional"
Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), habla en entrevista con PRIMICIAS sobre las oportunidades que han surgido para el sector y el rol del Estado en la reactivación.
Mujeres en una fábrica textil en Ecuador, en 2020.
Cortesía AITE
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Las ventas de vestidos, ternos y pantalones han disminuido por la pandemia de Covid-19, pero la demanda de productos textiles no se ha esfumado, ha migrado hacia otras líneas de negocio.
Una de esas líneas es la de prendas de protección o de dispositivos médicos o de salud, explica Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE).
Aunque en el sector público la comercialización de esas prendas ha tenido trabas. "No ha habido forma de que el Gobierno organice una política de compras públicas con la industria nacional", afirma Díaz.
Las compras públicas representan cerca del 8% del mercado textil interno, según la AITE.
Otra línea de negocio que ha presentado oportunidades para el sector es la de prendas de aventura, que están hechas de nylon o poliéster y materiales sintéticos térmicos y resistentes, explica Díaz.
Que más personas demanden ese tipo de prensas se debe a los cambios de comportamiento producidos por la pandemia. Ahora las personas salen a la selva o a la montaña, para evitar las aglomeraciones.
¿Cómo está el sector textil de Ecuador?
En 2020 experimentó una caída de ventas de cerca de 36%. Las exportaciones se mantuvieron, pero tampoco fueron un salvavidas. Fue un año duro.
2021 ha empezado con una tendencia similar. Enero y febrero arrojan cifras que muestran que las ventas del sector están un 20% por debajo de los niveles pre pandemia.
A eso se suma la incertidumbre por la elección presidencial en marzo. Y en abril seguimos en pandemia, con un proceso de vacunación muy limitado, y con aumento de contagios.
Con el cambio de gobierno, el 24 de mayo, esperamos que se implemente un buen plan de vacunación y que así este año se pueda recuperar en el segundo semestre.
El objetivo es que haya algo más de actividad social para que aumente el consumo y, por lo tanto, haya más empleo.
¿El golpe de la pandemia es general en el sector o hay líneas que son la execpción?
Siempre hay líneas que tienen un comportamiento distinto. En nuestro caso las líneas vinculadas a las prendas de protección o de dispositivos médicos o de salud tienen una buena demanda. El comercio electrónico también ha mantenido un dinamismo óptimo.
Pero la parte que no se logra reactivar son las líneas tradicionales de comercio: vestidos, pantalones, sacos, etcétera.
Incluso algo que está pasando en 2021 es que nuestras exportaciones se están encareciendo por los altos costos de transporte y de los insumos.
Importamos materia prima más cara, con costos de transporte más elevados, lo que hace que el producto final se encarezca y sea difícil de exportar.
¿Qué están demandando ahora los ecuatorianos?
Productos que se consumen en el día a día, como toallas, ropa interior, pijamas, ropa cómoda para estar en casa y paños de limpieza.
Incluso han surgido oportunidades en líneas de prendas para hacer deporte de aventura. Las personas han empezado a hacer paseos en la montaña o en la selva para evitar aglomeraciones.
Ha surgido oportunidades en líneas de prendas para hacer deporte de aventura.
¿A qué se debe el encarecimiento de los insumos para la producción?
Desde que empezó la pandemia el transporte marítimo ha tenido un cambio drástico en el mundo. Al inicio hubo problemas de oferta y luego de demanda, lo que ha afectado los costos de los fletes.
Por ejemplo, para traer materia prima de Asia o de Europa en condiciones normales el flete de un contenedor de entre 20 y 40 pies era de entre USD 1.500 y USD 2.500. Ahora esos mismos fletes han llegado hasta los USD 11.000.
Sobre las materias primas hay que tener en cuenta que las sintéticas dependen del precio del petróleo, que en estos meses ha subido. A eso se suma la escasez de materia prima sintética.
¿Por qué la escasez?
Por dos motivos. El primero es que muchas de las materias primas se fabrican en países que se han detenido por la pandemia, es decir, que disminuyeron su capacidad de producción.
El segundo motivo es que algunas de las materias primas sintéticas se han destinado a otros sectores, donde encuentran una mayor rentabilidad. Ese es el caso del acrílico, que se utiliza en el sector tecnológico.
¿Cómo se ha reconfigurado el sector textil?
Seguimos en una fase de evaluación, pero los cambios de productos no van a ser coyunturales. Las empresas han encontrado nichos de mercado que van a seguir explotando.
Hay negocios que han dado giros que me parece que son irreversibles, es la nueva oferta de valor de muchas compañías. Las empresas que no entienden eso tienen sus días contados.
Por eso desde la AITE hemos planteado el proyecto de mejora competitiva, enfocado en exportar. Estamos claros de que el sector textil no es viable si se mantiene igual. Tenemos que sacar productos diferenciados y buscar nuevos mercados.
Estamos claros de que el sector textil no es viable si se mantiene igual.
¿Cómo exportar si los fletes se han encarecido? ¿El plan sería concretar acuerdos comerciales?
Quiero precisar que el mercado interno siempre va a ser importante para el sector textil.
En la parte de exportaciones sí tenemos ciertas desventajas. La desventaja más importante es no tener acuerdos comerciales con países clave, como Estados Unidos, Canadá y México. El Gobierno deberá buscar tratados con esos tres mercados.
El otro obstáculo es el entorno poco competitivo que tiene Ecuador, más allá de su moneda. Me refiero a las trabas burocráticas, a las altas tasas que cobran ciertas instancias regulatorias del sector público, los elevados costos detrás de la producción.
El nuevo gobierno tiene el gran reto de hacer que el entorno sea más competitivo con el dólar.
Hace casi un año la AITE dijo que el Estado no priorizaba la compra de artículos hechos en Ecuador. ¿Eso ha cambiado?
No, lastimosamente. Recién leí que un hospital en Guayaquil hizo una compra de batas, todas importadas.
Llevamos más de un año y en este tiempo se pudo hacer un correcto plan de suministro para que todo lo que requiriera el sistema nacional de salud en materia de productos textiles lo pudiera fabricar el productor local.
La capacidad está instalada, pero no ha habido forma de que el Gobierno arme una política de compra pública con la industria nacional.
No ha habido forma de que el Gobierno arme una política de compra pública con la industria nacional.
¿Es cierto que para la elaboración de uniformes de instituciones públicas, como la Policía y las Fuerzas Armadas, no se está demandando tela nacional?
Esa es otra de las áreas de alto consumo para el mercado textil de compras públicas. Es cierto, hay algunos productos que se fabrican con telas importadas. Eso se debe a que la mayoría de esos procesos está anclada a las figuras de Régimen Especial y Giro Específico de Negocio, que hacen que la contratación de esos procesos no sea abierta.
En 2020 el sector textil se movió mucho para que al menos en las compras de Fuerzas Armadas y Policía haya más participación local. En algunos casos se logró, en otros no.
La compra pública representa cerca de un 8% del mercado textil interno. Es un pedazo del pastel interesante, sobre todo porque son fondos públicos, de todos los ecuatorianos. ¿Por qué sacar esos recursos afuera si se pueden quedar en Ecuador generando empleo?
¿Por qué sacar esos recursos afuera si se pueden quedar en Ecuador generando empleo?
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