Menos del 5% de los productores agropecuarios se financia a través de la banca
Quienes se dedican a la agricultura y a la ganadería en Ecuador, la sexta actividad económica más importante, tienen poco acceso al crédito formal.
La agricultura es una de las cinco actividades en las que se ve una recuperación en el número de afiliados al IESS.
Ministerio de Agricultura/FLICKR
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En el país apenas el 4,2% de los productores agropecuarios financian sus negocios a través de créditos la banca pública o privada.
Esto según el reporte Información Agroambiental y Tecnificación Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), publicado el 6 de enero de 2020.
Aunque el sector agropecuario es uno de los pilares de la producción, el empleo y la economía ecuatoriana, pues representa el 8% del PIB, el acceso al crédito para quienes se dedican a estas actividades está limitado.
De acuerdo con el reporte, la gran mayoría de los agricultores, es decir el 94,1%, dice que se financia a través de ingresos propios.
La falta de productos crediticios que "se ajusten a las necesidades reales de los agricultores, el alto costo del dinero y el difícil acceso a los recursos de la banca son parte de los problemas que enfrentan los productores para financiarse", explica Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona.
Esos factores, según Gómez de la Torre, "obligan a los agricultores a acudir a préstamos informales, como el chulco", con los riesgos que esto supone para su actividad.
Pero los bancos ya han comenzado a ver en el sector agropecuario una oportunidad para desarrollar líneas de crédito específicas.
En 2018, sólo en la banca pública se realizaron 94.512 operaciones para el sector agrícola y ganadero, lo que significó USD 575, 2 millones entregados en crédito, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
En octubre de 2019, Rabobank, una institución financiera de Holanda, y el Banco Pichincha firmaron un acuerdo de cooperación estratégica para la transferencia de conocimientos en materia de banca agrícola.
Ese acuerdo busca establecer en Ecuador nuevas políticas de evaluación y concesión de créditos, desarrollar una oferta financiera y no financiera para agricultores y ganaderos, así como abrir el acceso a capacitación especializada.
Bancos y drones
"Ecuador necesita una banca de desarrollo, porque el tipo de actividades que realizamos son de alto riesgo al depender de factores climáticos y externos", considera De la Torre.
A pesar de que la agricultura sea una actividad considerada riesgosa, porque depende de factores que no siempre se pueden prever, como el cambio climático y la aparición de plagas, no es imposible de financiar.
"Si la banca emplea tecnologías, como drones o monitoreo satelital, puede promover el financiamiento en el sector agrícola, porque tendría un mecanismo para evaluar mejor los riesgos ambientales", según Lucía Gaitán, asociada de Asistencia Técnica del eco.business Fund.
El banco de desarrollo es una entidad que financia proyectos cuya finalidad es promover el desarrollo económico, y lo hace a una tasa de interés inferior a la del mercado o con condiciones concesionales.
Un ejemplo cercano es el de Panamá, que en 2014 ya ofrecía créditos a una tasa de interés de 0% para incentivar la producción de alimentos.
Para Gómez de la Torre, que el sistema financiero comprenda lógica rural significa adaptar las tasas de interés y los plazos crediticios a los ciclos de los cultivos.
Hay cultivos de ciclo corto y de ciclo largo. Por ejemplo, "un crédito a un año de plazo para financiar la siembra de palma es absurdo porque en este tipo de cultivos los ingresso recién se ven en cuatro años", concluye de la Torre.
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