Abelardo Pachano: "Es irresponsable proponer un alza del IVA temporal y no permanente"
El economista Abelardo Pachano explica que, si se sigue agravando la falta de liquidez del Estado, se pone incluso en riesgo la dolarización.
Abelardo Pachano, miembro del directorio de Cordes, 1 de febrero de 2024.
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La escasez de recursos públicos que ha llevado al Gobierno de Daniel Noboa a retrasarse en los pagos de sueldos en enero es solo una arista del enorme problema presupuestario de Ecuador, dice el economista Abelardo Pachano, miembro del directorio de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES).
En entrevista con PRIMICIAS, Pachano explica que, en 2024, el Gobierno de Daniel Noboa requerirá financiamiento por al menos USD 12.500 millones para cubrir deuda, atrasos en los pagos que se arrastran desde 2022 y el enorme déficit de recursos en el Presupuesto General del Estado.
Y, aunque se trata de una millonaria cifra que será imposible de conseguir en un solo año, al menos una buena parte se podría obtener si el Gobierno logra préstamos de organismos multilaterales, dice Pachano.
Pachano explica que para conseguir préstamos de multilaterales el Gobierno debe tener un plan serio que demuestre que el país está haciendo esfuerzos para reducir el déficit fiscal.
De ahí que la propuesta de incrementar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 12% a 15% es un buen paso para que se abran las puertas al financiamiento que le urge al país, agrega.
El gobierno enfrenta una crisis de falta de liquidez y no alcanza para pagar sueldos, como en la pandemia. ¿Cómo volvimos a un escenario similar al de 2020?
La situación actual recoge un largo período, que comenzó en 2007, pues ha habido un manejo desequilibrado de las finanzas públicas. De forma permanente, el Estado ha tenido una política de aumento de gasto mayor a los ingresos que puede captar. Y lo que se ha hecho es cubrir ese déficit de recursos con endeudamiento.
En 2023, varios efectos son causantes de esta situación: una caída de los ingresos petroleros e ingresos tributarios, y por otro lado, un aumento de gasto público, sobre todo por más personal para fortalecer la seguridad.
Esto en conjunto configuró una brecha de recursos, o déficit fiscal, que cerró en USD 5.700 millones en 2023.
Además, está el agravante de que Ecuador ya no tenía un programa de financiamiento con el FMI como en 2022, entonces en 2023 no se encontraron suficientes fuentes de financiamiento, por eso se recurrió a un abultado nivel de atrasos de unos USD 3.300 millones.
¿En 2024 el escenario de la caja fiscal será peor que en 2023?
Si el presupuesto para 2024 tuviera las mismas características que el de 2023, tendríamos un déficit de USD 5.700 millones, pero hay otras variables que tomar en cuenta.
Si la producción del bloque petrolero ITT se suspende, el presupuesto perdería USD 600 millones.
Además, recordemos que en 2024 ya no se recaudará dinero por las contribuciones temporales a las empresas con grandes patrimonios; con eso son USD 300 millones menos que en 2023.
Y con la reforma tributaria del expresidente Lasso, de junio de 2023, la recaudación de Impuesto a la Renta en 2024 también será menor en unos USD 200 millones frente a 2023.
Con eso, lo más realista es proyectar que el Presupuesto General del Estado tendrá un déficit cercano a los USD 6.000 millones en 2024.
Lo más realista es proyectar que el Presupuesto tendrá un déficit cercano a los USD 6.000 millones en 2024.
¿Cómo enfrentar el desafío que es el abultado déficit fiscal?
Se tienen que incrementar los ingresos tributarios, porque en 2024 aparece un frente de mayor gasto, que es la seguridad nacional.
Para combatir al narcotráfico se requieren recursos, que deben complementarse con la cooperación internacional. Además, también podríamos necesitar más recursos por el Fenómeno de El Niño.
Si son USD 6.000 millones de déficit fiscal, más USD 4.500 millones de atrasos que se arrastran de 2022 y 2023, Ecuador tiene USD 10.500 millones en necesidades financieras.
Y no olvidemos que también se deben pagar las amortizaciones (cuotas, ndr) de la deuda, que son unos USD 2.000 millones. En total, Ecuador tiene que buscar USD 12.500 millones en recursos para 2024.
Ecuador tiene que buscar USD 12.500 millones en recursos para 2024.
Esos USD 12.500 millones demuestran la gravedad de la situación fiscal, que explica por qué ya en enero el Gobierno no ha podido pagar los sueldos del sector público a tiempo.
Es imposible cerrar toda la brecha de USD 12.500 millones de inmediato, no hay forma de hacerlo solos, por eso también requerimos de los organismos multilaterales para acceder a financiamiento y que sean socios nuestros en un programa de reestructuración de las cuentas fiscales.
¿Qué se necesita para que el Gobierno consiga dinero suficiente en préstamos de multilaterales?
Para comprometerse y entregar recursos a Ecuador, los multilaterales necesitan ver también que el Gobierno haga algunos esfuerzos de corrección para reducir ese gran déficit fiscal.
Creo que el Gobierno ya ha implementado algunas medidas en esa línea: la amnistía tributaria que daría unos USD 500 millones adicionales y el nuevo sistema de autorretenciones a los grandes contribuyentes que daría unos USD 1.000 millones de liquidez al Estado.
Además, con el alza del IVA a 15% se conseguirían unos USD 1.000 millones. Es la alternativa más limpia que tenemos para enfrentar la situación fiscal.
También se debe hacer una corrección razonable en los subsidios al diésel y a las gasolinas Extra y Ecopaís. Eso le pueden dar unos USD 1.500 millones más al Estado.
Y no olvidemos que se requiere además un esfuerzo de reducción del gasto público, el Gobierno dice que se pueden recortar USD 1.000 millones.
Se requiere además un esfuerzo de reducción del gasto público.
Si con eso presentamos un programa claro ante los multilaterales, es posible que nos apoyen con recursos por unos USD 3.500 millones.
Quizás para los multilaterales no es muy creíble una intención de focalización de subsidios, porque hay alto riesgo de protestas sociales, como ya ha pasado.
Este es un tema de justicia para con toda la colectividad. La mayoría del subsidio a los combustibles beneficia a los estratos sociales que no lo requieren, al narcotráfico, al contrabando y ahora hasta a los transportistas de Perú.
El subsidio a los combustibles beneficia al narcotráfico, al contrabando y ahora hasta a los transportistas de Perú.
Si queremos proteger a los más pobres, la focalización tiene una clara identificación con el transporte público de personas, porque la gente más pobre es la que se transporta en buses.
El transporte público e incluso el transporte rural en camionetas debe tener un tratamiento especial, cupos para recibir diésel en el precio actual y los demás consumidores debemos pagar el precio sin subsidio.
No hay dificultad conceptual en la decisión.
Hoy en día estamos beneficiando a los narcotraficantes, les estamos diciendo que aquí tienen insumos baratos, y también a los contrabandistas. En ese sentido ético y moral es una obligación focalizar los subsidios.
Tras el debate en la Asamblea, el Gobierno cedió en que la medida dure dos años. ¿Qué efecto tendría un alza temporal del IVA en la estabilidad fiscal?
Esa negociación es producto de la incomprensión de muchos grupos políticos sobre la gravedad del problema. De ser aprobada el alza en esas condiciones tendremos algo más de ingresos un par de años, pero luego nuevamente estaremos en una coyuntura similar y tocará revisar la política tributaria.
Proponer un alza del IVA temporal es producto de la incomprensión de muchos grupos políticos sobre la gravedad del problema.
Dentro de la política tributaria también hay que hacer mucho trabajo, porque hay un sinnúmero de exoneraciones que tienen que ser eliminadas para que el costo no lo paguemos todos.
Pero proponer una temporalidad es simplemente una irresponsabilidad. Eso es como creer que mañana el Presupuesto, por arte de magia ya no va a requerir los recursos que vemos que necesita.
Si no hacemos nada en cuanto a medidas de de carácter permanente, no vamos a llegar a fin de año con las finanzas sanas.
¿Cuáles son los riesgos de que no se tomen medidas permanentes para equilibrar las cuentas del Estado?
El riesgo que se tomen decisiones tributarias poco técnicas, que contagien el problema fiscal a otros sectores y los dañen, como los impuestos de carácter patrimonial a las empresas y al sistema financiero. Eso en lugar de incentivar la inversión privada, la va a desilusionar.
Lo más importante es aprovechar este año para hacer toda una reforma de la estructura del Estado, porque ya no es viable este esquema dentro del sistema de dolarización.
Primero tenemos que arreglar el tema fiscal, porque si no lo hacemos no podremos crecer a la velocidad que necesitamos para crear más empleo, además, estarían en peligro las obligaciones sociales, como el bono de desarrollo humano, el desayuno escolar, las contribuciones a los gobiernos locales, insumos hospitalarios. Es caos que se debe prevenir.
En la Asamblea se propuso impuestos a la utilidad de los bancos y cooperativas. ¿Se podría esperar que como resultado se contraiga en crédito y se desacelere más la economía?
Para crecer se requiere financiar a la economía y el crédito es un instrumento fundamental para eso.
Si a los bancos y a las cooperativas les restan liquidez con contribuciones de carácter patrimonial, les incapacitan para que presten dinero a la velocidad que requiere la economía, además, debilitamos su estructura de solvencia.
Por eso hay que ser tremendamente cuidadosos. La propuesta de una contribución a estas entidades debe ser técnica, plana e igualitaria.
La propuesta de una contribución a estas entidades debe ser técnica, plana e igualitaria.
Lo peor que podría pasar es que el problema fiscal contagie a otras actividades o sectores.
Dada la gravedad de la situación y de la amenaza que tiene en el sistema económico, creo que es tolerable en esta ocasión, y por una sola vez, que empresas y entidades del sistema financiero contribuyan con algún porcentaje de las utilidades. Pero, insisto, tiene que ser una política plana de aplicación igualitaria para todos y no discriminatoria.
El Ministro de Finanzas y también Cordes han advertido que la crisis fiscal pone en riesgo la dolarización. ¿Cómo se explica este riesgo?
La dolarización, tal como está concebida y en las circustancias actuales, todavía no tiene problema, pero si no se arregla el déficit fiscal, las cosas pueden cambiar en el momento en que el nivel de atrasos llegue a ser intolerable por la sociedad, porque el Gobierno no tenga fuentes de financiamiento.
Sin dólares suficientes, lo que podría ocurrirle al Estado es que amplíe los pagos con bonos del Estado o papeles.
Actualmente, el Estado ya paga a los jubilados del sector público con bonos, que ellos tienen que negociar en el mercado de valores, pero les hacen descuentos del 10 a 20%, es decir, reciben menos dólares de lo que equivalía el papel que recibieron.
El peligro que existe y está delante de nuestros ojos es que se multipliquen este tipo de transacciones para pagar incluso a los empleados públicos, que les den algún tipo de papel, que sería cuasidinero, para que negocien en el mercado y los conviertan en dólares.
En ese momento la economía tendría una moneda oficial y una cuasimoneda, que serían los papeles del Estado o como los quieran llamar, quizás "ecuadólares", que convivirían con el dólar.
La situación fiscal es preocupante, pero Ecuador sí tiene futuro, pero requiere de liderazgos claros, fuertes, decididos, transparentes y honestos.
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