Gómez, Arednt y Sánchez: lecturas para la semana
Conjunto de crónicas y testimonios de un periodista que funciona más como buscador de historias. Un libro que analiza por qué el mal se propaga y un testimonio sobre la enfermedad y el cuerpo.
Portada de 'Crónicas', de Xavier Gómez Muñoz.
PRIMICIAS
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Crónicas
Xavier Gómez Muñoz
Dinediciones, 2019
187 páginas
USD 15
Buscar historias y contarlas. Ya sea una chica joven con esquizofrenia, una boxeadora de cara a una pelea de campeonato, un ciclista ecuatoriano que festejó antes de tiempo y perdió el primer lugar, una imprenta para ciegos, un joven que estuvo preso con Charly García.
Lo de Xavier Gómez Muñoz es un trabajo puntilloso, es recabar los datos, permanecer con las personas, preguntarles muchas cosas, confirmar otras y luego decidir cómo contarlas. El mérito en este libro, que reúne trabajos que el periodista ha publicado en espacios y revistas como CartónPiedra, SOHO Ecuador, Mundo Diners, FronteraD y Late, está en que el mismo autor desaparece.
En las ocasiones que él se incluye en el relato, lo hace tangencialmente, para decir algo de las personas sobre las que escribe.
Ahí hay una lección.
Porque no se trata de un periodismo en el que el autor es la estrella o el protagonista. Es más bien un compromiso con mostrar a seres humanos en momentos particulares o con características propias.
Cuando el autor escoge la primera persona -en clave de testimonio, a lo Svetlana Alexiévich- aparecen las mejores páginas del libro. Cuando no enjuicia a las personas de las que habla, pero sí cuestiona alguna de sus acciones, descubre algo más de lo que descansa dentro de las complejidades humanas.
Si se trata de reflejar el carácter de espectáculo detrás de la visita de Papa Francisco a Ecuador o mostrar los vínculos que se forman entre ecuatorianos en España, Xavier Gómez Muñoz está a la cabeza.
Libro recomendado, porque una crónica bien contada es una experiencia que permite entender mejor la realidad.
Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal
Hanna Arendt
Lumen, 2012
450 páginas
USD: 6,99 (Edición Kindle) y 21,95
Un libro publicado originalmente en 1963, que en sus inicios fue polémico y que no ha dejado de serlo.
Una reflexión necesaria en estos días, ya que lo que Hanna Arendt intenta es descifrar cómo se producen las atrocidades y la respuesta no es halagadora.
Porque Arendt -quien fue a Jerusalén a cubrir el juicio de Eichmann como corresponsal de The New Yorker- escucha y analiza lo que se dice en las intervenciones y llega a conclusiones que muestran lo que es capaz de hacer una persona "normal" al cumplir órdenes: hace lo que se espera de él, en función de las circunstancias en las que se desarrolla.
Esto como un gesto de identidad, de reconocimiento, de eficiencia.
Para muchos, Arendt defiende a Eichmann y hasta usan como argumento la cercanía de pensamiento y relación amorosa que ella tuviera con Martin Heidegger, conocido por su relación con el nacionalsocialismo. Pero ella nunca lo hace.
Asegurarlo es no tener lectura comprensiva.
Arendt trata de encontrar una razón para que un acto cruel e inhumano como el Holocausto sucediera y encuentra un camino que no se basa en la psicopatía de un régimen, no de cientos de personas. Lo que ella define como "la banalidad del mal" es un acto más tenebroso:
Gente normal haciendo lo suyo para permitir que la atrocidad crezca, porque deciden hacerlo, porque suponen que es lo correcto, lo adecuado. Gente que cumple su parte.
Y aunque no presionen el gatillo, un simple gesto, firma, o declaración (hoy en día podríamos hablar de tuits o de conversación en un restaurante que se transmite vía Facebook) se convierten en elementos adicionales dentro de esa vorágine de la destrucción.
Un libro que es lectura obligada.
Los senos maravillosos
Karina Sánchez
Editorial Festina Lente, 2018
55 páginas
USD 10
Karina Sánchez conmueve en este libro, una especie de diario de enfermedad, de padecimiento.
Como vehículo de reflexión y de memoria, en el que indaga sobre el cuerpo. La precariedad del cuerpo y las relaciones de la enferma con el mundo a su alrededor, en primer plano.
La corta extensión no vuelve a Los senos maravillosos en lectura sencilla.
El manejo del ritmo de Sánchez y la estructura que tiene el texto apoyan una constante reflexión en la que el pasado, el arte -especialmente la literatura- y la vulnerabilidad son parte esencial.
Con un sentido estético claro y en clave cercana a la de Christopher Hitchens en Mortalidad, Karina Sánchez acerca ese sentido de la muerte -presagios, sueños y temores- a un lector que encuentra, inclusive, pasión.
Más que llanto, hay vida. Una conciencia segura de lo que sucede alrededor y una posibilidad de pensar en el final como un ejercicio de reconocimiento.
El cuerpo de la mujer trunco y la maravilla de poder contarlo, comprenderlo y encontrar belleza a través de una experiencia completa.
Eso es este libro. Una real maravilla.
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