Wandavision: Marvel desnuda a los héroes con traumas
La serie de televisión de Marvel Studios, que inaugura la Fase 4 en el ejercicio narrativo y multimillonario de este universo de superhéroes, es maravillosa. Y pare de contar.
La serie de nueve episodios, estrena este viernes 19 de febrero su séptimo capítulo. Cada vez más cerca del final.
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Hay algo que siempre ha funcionado con Marvel Comics, desde que en la década de los 60 -casi 20 años después de la creación de la compañía- se concibiera como un espacio para asentar a los superhéroes en un mundo más real.
Ya no como válvula de escape. Sino como reflejo y enfrentamiento.
Seguían siendo personajes con superpoderes, pero vivían mayoritariamente en ciudades reales, tenían trabajos y problemas comunes. La revolución de Marvel fue brutal en su momento y cuando se trasladó al espacio del cine, no iba a ser menos.
Desde 2008, cuando apareció la primera Iron Man, Marvel Studios lo cambió todo y ganó millones de dólares. Para noviembre de 2020 se estimó que el ingreso recibido por el estudio en 12 años asciende a casi USD 22.560 millones.
Y hay pasión y fascinación por este universo de personajes.
Porque se equivocan, porque sus errores generan los problemas que quieren solucionar, a costa de más dificultades que se vayan abriendo. Con Avengers Endgame (2019) se cierra un arco argumental gigante que se movió en más de 20 películas.
En este filme muere Tony Stark (Robert Downey Jr.) para salvar la galaxia. Hay algo de sacrificio ahí y tristeza para muchos.
Si se hace una revisión de las películas que han salido en las tres primeras fases del Marvel Cinematic Universe, queda claro que más que sacrificio, existe una correlación entre la muerte de Tony Stark y las relaciones con otros héroes y villanos a lo largo de la historia.
Marvel Studios ha conseguido crear todo un universo cohesionado alrededor de la idea de las consecuencias. De eso se trata. Por eso funciona.
Ahí entra Wandavision, que se puede ver por Disney+. Una serie que se mantiene en la misma dinámica, pero que subvierte la fórmula. Y vaya de qué forma.
Una sitcom con dos Avengers
Wandavision es un show dentro de otro show. Un proyecto comandado por la guionista Jac Schaeffer, como jefa de la historia, y por Matt Shackman, encargado de la dirección de los nueve episodios de la -probablemente- única temporada de la serie.
La metaficción lo mueve todo, especialmente en los tres primeros episodios que se encargaron de presentar el tono, los personajes y la extrañeza de un programa particular.
Porque Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) y Vision (Paul Bettany) son una pareja casada que llega a Westview, en Nueva Jersey. No hay mucho más de referencia.
Pero quienes ven el show encuentran lo extraño: Vision murió en Avengers Infinity War (2018), así que la pregunta es ¿por qué está ahí?
Y ¿por qué todo lo que se ve emula lo que han sido sitcoms -o series de comedia de situaciones- clásicas, como Hechicera, La tribu Brady, Malcolm y Modern Family, entre otras?
Hay una explicación para todo esto, que tanto Schaeffer como Shakman están dando a cuentagotas. Porque lo que pasa en la serie sucede tres semanas después de lo que se ve en Avengers Endgame. Y las piezas van uniéndose y formando la figura completa a medida que avanzan los episodios.
Todo lo que se ve y se escucha ofrece una pista.
Ya que afuera de Westview, el mundo sigue en su dinámica. Agentes de S.W.O.R.D -otra de esas organizaciones del universo Marvel, como S.H.I.E.L.D- están buscando la explicación a medida que los episodios avanzan y ofrecen un terreno más unificado.
Porque parece que Wanda Maximoff tiene atrapado a todo un pueblo y sus habitantes, viviendo un engaño del que no pueden escapar. También porque Vision no tiene memoria de su pasado, ni de que fue un vengador o de que murió.
Porque aparece Pietro Maximoff, hermano de Wanda, pero interpretado por Evan Peters, el actor que hiciera del personaje en el universo de los X-men. ¿Multiverso en el MCU?
Porque la pareja tiene dos hijos que crecen con rapidez y que podrían ser nuevos héroes en el Marvel Cinematic Universe. Porque hay un villano detrás de todo y ni siquiera Wanda es capaz de reconocerlo, todavía.
Los episodios de la sitcom se desarrollan a la par, que desde afuera de Westview, personajes como Monica Rambeau (Teyonah Parris), Darcy Lewis (Kat Dennings) y Jimmy Woo (Randall Park) intentan desenredar lo que está sucediendo.
Un giro para contar lo que sucede
Ya con siete episodios estrenados y con elementos muchos más transparentados -que incluye la aparición de alguien detrás del mal que sucede en la serie y de otra persona con superpoderes-, queda claro que hay poco tiempo para resolver las cosas en Wandavision.
Estos serán los últimos episodios de una serie que demuestra que se puede destruir la noción narrativa directa y ofrecer pistas y detalles minúsculos en cada encuadre, en una época en la que se puede pausar todo o verlo a menor velocidad.
La unidad que presenta el MCU es llevada al extremo en un producto audiovisual en el que hasta una figura en el fondo, una sombra, la canción que arranca cada episodio, los falsos comerciales que se ven dentro de la ficción funcionan como explicación o anticipación.
El coro griego en una historia de superhéroes.
Hasta el momento no hay necesidad de la gran secuencia de acción, pero es inevitable que suceda, sobre todo por el camino que está llevando.
Quizá el gran villano -supuestamente Mefisto, o talvez sea Nightmare- haga su aparición pronto y deje en claro sus intenciones con Wanda y moverla a hacer lo que hace. Todo dentro de lo esperado en este universo: los personajes dejándose llevar por sus emociones, cometiendo errores que luego tendrán que resolver.
Y Wanda Maximoff ha sufrido muchísimo en las películas: huérfana, su hermano gemelo es asesinado en la segunda Avengers y Thanos mató a su pareja. Es a través del dolor que Marvel ha encontrado el eje, la empatía para que no solo sean grandes secuencias de acción, computarizadas, las que muevan las cosas.
En el fondo son personajes que reflejan a su audiencia, con características particulares, obviamente. Wanda no quiere sufrir más, quiere vivir su propia ficción, feliz, y tiene el poder para hacerlo.
Muchas personas quisieran llegar a eso, si pudieran. A veces el dolor, lo único que consigue es abrir la puerta a otras fuerzas, personajes y, en este caso, posiblemente, a los X-Men.
El luto, de acuerdo a Marvel, es un asunto complicado.
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