La vida de Benjamín Carrión revisada por el "Pájaro" Febres Cordero
Con "Pasiones de un hombre bueno", Francisco "Pájaro" Febres Cordero hace no solo una biografía de Benjamín Carrión, sino que intenta un libro objeto.
Diego Corrales / PRIMICIAS
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Memorias de una tercera persona -que no es cualquiera, desde luego-. Memorias que también se acercan a Francisco "Pájaro" Febres Cordero, por la cercanía familiar, por lo que vio y escuchó de primeras y segundas fuentes.
En Pasiones de un hombre bueno importa -y mucho- la figura de Benjamín Carrión. Pero también interesan esos puntos de contacto y aquellas historias que vuelven a Carrión el nombre más importante a nivel cultural del país.
Así como un ser cercano, el abuelo, esa presencia contundente y clara en la historia de su familia.
A la que pertenece Febres Cordero al estar casado con Catalina Pallares, nieta de Carrión.
Entonces el lector del Pájaro entra en un terreno conocido. Porque un lugar al que casi siempre se regresa en la obra de Febres Cordero es su vida y cómo esta se puede convertir en material literario.
La particularidad ahora es que en este viaje su vida es filtrada por la memoria y presencia de Benjamín Carrión.
Su infancia y adolescencia, su familia, sus viajes, los hijos, los amigos, la literatura, Gabriela Mistral, Miguel de Unamuno, el país, la política, los emprendimientos, los cambios, las persecusiones.
El Pájaro habla de Benjamín Carrión, sí. A través de viñetas o pequeñas y medianas anécdotas que ha recopilado e investigado.
Pero ahí, en medio, habla del país, habla de él mismo como alguien de letras y del estado de la cultura.
Una reflexión posible, valida y necesaria. Sobre todo en este tiempo.
Un libro como cercanía
Hay algo contundente en la forma en la que el Pájaro escribe y articula sus textos. En esa manera particular que tiene para hilvanar las anécdotas y elementos que conforman todo el relato de la vida de Carrión.
Un "algo contundente" que tiene que ver con la cercanía con la que Febres Cordero escribe. Como ese amigo que está contando una historia y que sabe cómo hacerlo para que nunca se pierda la atención.
¿Mérito? ¿Capacidad? ¿Talento? Lo que se ve no se pregunta.
Aunque quizás sea una mezcla de las tres posibilidades.
O un libro que se puede disfrutar a medida que avanza la lectura de este recuento.
Que puede verse como un regalo, que se vuelve entrañable para quien lee este libro. Que también confronta con perspectivas de otros tiempos, con una historia que se debe contar y poner de relieve. No tanto para elevar la figura de Carrión, pero sí para conocerla y entenderla.
Y eso, en definitiva, es una buena razón para leer.
Otras recomendaciones de Francisco Febres Cordero
"Fatiga" de Francisco Febres Cordero
Una novela corta en la que hay tres personajes que se mueven en varias direcciones, siempre en medio de la contrariedad de la memoria que se va y lo que se va gestando en medio de esa pérdida. Fatiga duele a veces, pero fascina. Rubén es el profesor viudo que ya no enseña. Olimpia es la mujer que trabaja en casa y ve cómo los recuerdos se esfuman. Y Laura es la hija que casi no está. El sosiego es probable que esté en cómo se procesa la culpa.
"Soy el que pude", de Francisco Febres Cordero
Un libro sentido, una autobiografía como documento de referencia para contar su vida y cómo la familia llegó a ser lo que es. Aquí, el Pájaro hace reír al mismo tiempo que impacta y conmueve. Con Soy el que pude se descubre un autor absolutamente sensible capaz de poner la sangre y los huesos en un libro que tiene uno de los cierres más impactantes de este tipo de escritos: la familia es lo más importante, es verdad, pero la familia se mueve en un contexto y a veces hay que enfrentarse al entorno para protegerla.
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