'The Boys' siguen criticando a los superhéroes y con mucha razón
Si bien no tiene el mismo impacto de la primera temporada, esta tanda de nuevos capítulos de "The Boys" sigue manteniendo la fuerza y la crítica social y política.
PRIMICIAS
Autor:
Actualizada:
Compartir:
En una reciente -y rara- entrevista con Deadline, Alan Moore se refirió a los comics -ese terreno que él ayudó a reformular en los años 80- y a las películas de superhéroes de una manera poca alentadora:
“Han arruinado el cine y han arruinado la cultura, de cierta forma”.
Aseguró, además, que sigue viendo con preocupación que miles de adultos sean los entusiasmados para ver personajes creados hace 50 años para entretener a niños de 12.
“Esto parece hacer referencia a un tipo de escape de las complejidades del mundo moderno, para regresar a la nostálgica infancia que se recuerda. Eso parece peligroso, es infantilizar a la población”, dijo.
Es probable que el creador de Watchmen y V for Vendetta tenga razón, en cierto nivel. Esta especie de explosión de los superhéroes es la médula del negocio del espectáculo, sin duda. Y quizás en el centro de esa “explosión” exista la necesidad de evadir la realidad. Pero, también es probable que no todo el “mercado” se mueva por ese sendero. A veces, el extremo y la parodia se convierten en formas importantes para reflejar el absurdo de la misma realidad.
The Boys, la serie de Amazon Prime Video desarrollada por Eric Kripke -y basada en el comic de Garth Ennis y Darick Robertson- va por todo. Tal como pasó en el trabajo impreso: la violencia y la sexualidad juegan un papel importante para desacralizar este terreno.
Aquí hay superhéroes corporativizados, desagradables, con sus propias parafilias y bajezas. Famosos, ídolos en redes. Imparables. Capaces de hacer lo que sea para mantenerse en ese nivel. Y por otro lado están “Los muchachos”, ese grupo de desadaptados que buscan acabar con los superhéroes, bajo un sentido torcido de justicia.
Y si bien la primera temporada de la serie, el año pasado, demostró que el formato funcionaba y valía la pena; en esta ocasión no hay que probar nada, pero sí profundizar en varias ideas que tienen que ver con la manera en que se ve el mundo hoy en día.
En este segunda temporada de The Boys, el mundo está más polarizado y los medios, redes sociales y las empresas terminan siendo cómplices de esa polarización. ¿Suena familiar?
Más violencia, más política
Los Estados Unidos de Trump parecen ser la base del universo en el que se mueven los personajes de The Boys. Queda claro que detrás de la creación de los superhéroes existe un componente químico que tiene relevancia en esta temporada.
Porque así como hay héroes, lo que sucedió el año pasado dejó en claro que se podían crear villanos con superpoderes. Con esto de fondo se empieza a desentrañar hay un plan maléfico que “Los muchachos” tratarán de detener.
La novedad de estos ocho episodios es que, sin duda, la realidad ha pasado factura a la serie, que no deja de ser crítica con la clase política y sus discursos.
Esto se percibe desde el uso de la frase “pensamientos y oraciones” en el caso de tragedias -auspiciadas por las reiterativas alusiones a que existe un peligro que va a acabar con el mundo como se lo conoce-, hasta la aparición de una nueva superhéroe con un “pequeño detalle”.
Stormfront -la impresionante Aya Cash- llega a revolver todo y a generar un caos que se resume en una frase que pronuncia, como si toda la razón estuviera de su lado:
Estamos siendo atacados (...) gente mala nos quiere herir solo por la forma en que nos vemos. Nos quieren borrar de la tierra por el color de nuestra piel (...) Se llama Genocidio Blanco".
En The Boys, los superhéroes, los que son auspiciados por una gran compañía, son nazis.
Y si bien esta temporada no tiene la novedad, ni la frescura de la anterior, sigue impactando. Ya sea por su deseo de generar shock -incluso de forma gratuita, como cuando un personaje arranca la piel de la cara de otro- o por la forma que tiene para mezclar los conflictos individuales de sus personajes con situaciones políticas más complejas.
The Boys continúa por el terreno de la sorpresa y todavía es capaz de mostrar a una especie de Superman bañado terribles complejos y patologías criminales -el Homelander que interpreta Anthony Starr es un deleite en la pantalla-.
Antepuesto a un Karl Urban/ Billy Butcher que, bajo la premisa maquiavélica de hacer lo que se deba hacer para conseguir lo que se quiere, adquiere una nueva comprensión de la realidad en la que vive.
Al final queda espacio para acuerdos entre héroes y villanos, bajo amenazas, y un nuevo peligro que nadie entiende hacia dónde va y que, de seguro, va a ser la base de una tercera temporada que está más que confirmada a esta altura del partido.
Quizás Alan Moore necesite ver The Boys. Quizás no todo universo de superhéroes busque la infantilización del público y solo tenga la intención de que los espectadores se den cuenta de que el mundo en el que viven es también material de la ficción, con seres con poderes.
The Boys (temporada dos)
Desarrollada por Eric Kripke (basada en el comic de Garth Ennis y Darick Robertson)
Elenco: Karl Urban, Anthony Starr, Jack Quaid, Erin Moriarty, Dominique McElligott, Aya Cash y Tomer Capon
Amazon Prime Video, 2020
Otras recomendaciones
'Doom Patrol'
Hay varias razones para acercarse a esta serie de televisión que forma parte del universo de DC Comics en la pantalla de servicios de streaming. La primera, es que Doom Patrol se basa en superhéroes atípicos y poco funcionales, que se juntan para solucionar las cosas. La segunda: la serie es muy divertida. Y la tercera, ¿dónde si no en este programa se puede encontrar a Timothy Dalton y a Brendan Fraser en un mismo espacio? Suficientes motivos para acercarse a esta historia.
'The Punisher'
Si bien la serie está cancelada, las dos temporadas que tuvo se pueden ver por Netflix. Y en ellas se experimenta no solo la violencia desmedida de un personaje que tiene poco que perder, sino también cómo en ese estado de ánimo se produce "el milagro" de luchar por aquello que es justo y que termina siendo un acto de redención para un personaje destrozado. Jon Bernthal es preciso como Frank Castle, el personaje de Marvel que decide tomar la justicia por su mano, ante el asesinato de su familia.
Compartir: