C. Tangana revoluciona el trap y pulveriza récords de 'streaming'
Siendo una de las estrellas de rap de España, C. Tangana decidió que a sus 30 años debería hacer música más acorde a su edad. En el camino se está comiendo al mundo.
C. Tangana llega a la gala de los premios MTV Europe, de 2017, en Londres, Inglaterra.
REUTERS / Hannah McKay
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El pasado 26 de febrero, C. Tangana rompió un récord que, en estos tiempos, suena brutal. En menos de 24 horas del lanzamiento de su más reciente producción, el disco El Madrileño, tuvo más de 5 millones de reproducciones solo en España.
Y escala mundial se convirtió en el primer disco de un artista español en llegar al primer lugar en servicios de streaming.
Es una especie de reconocimiento que consigue algo interesante. Porque en cuestión de meses C. Tangana ha logrado unificar la idea de calidad detrás de la música que mucha gente escucha, en todo el mundo.
Con El Madrileño, el español, cuyo nombre verdadero es Antón Álvarez Alfaro, ha recibido críticas favorables en varios países, ha sido entrevistado en medios especializados como Rolling Stone o en espacios para The New York Times...
Pero hay algo más.
Algo que muy pocos artistas jóvenes parecen lograr: que sus canciones sean cantadas y elogiadas tanto por la generación que promedia los 25 años, así como la de sus padres.
En un comentario en una de sus canciones subidas a YouTube, un tal Antonio Remacha escribe: "Debo admitir que a mis 62 años, él ha conseguido impresionarme".
Los hijos muestran a sus padres las canciones y ellos se prenden. Y no es para menos.
Con su segundo disco de estudio -y luego de decenas de sencillos, mixtapes y colaboraciones con otros artistas- C. Tangana ha encontrado el equilibrio absoluto, tanto en lo artístico como en lo comercial.
En El Madrileño confluye todo. Hay trap, hip-hop, rumba, flamenco, rock, electrónica, ritmos latinos como bachata. Pero, sobre todo, un tipo que se expone en las letras de las canciones. La ecuación ha funcionado.
C. Tangana, el chico que vendía teléfonos
Antón Álvarez nació en Madrid, empezó a rapear desde adolescente y en 2008 dejó a un lado su carrera musical por la crisis financiera, que lo llevó a trabajar en una cadena de comida rápida.
Luego pasó a vender teléfonos celulares y en esa etapa se produce el cambio de mentalidad: ¿Qué tal si en lugar de vender esas cosas para otros, se vendía a sí mismo como producto?
El resultado fue la creación de su "nuevo yo" musical, C. Tangana, en 2011. Antes había sido Crema y en esos años había armado el grupo Agorazein, con otros músicos de la escena y con quienes lanzó varias producciones, todas independientes. Es en 2015 que decide dejar todo y dedicarse enteramente como solista.
Para 2017 su carrera se levanta, con un contrato con Sony Music España y con su disco Ídolo, donde aparece su hit Mala Mujer.
Y sí, no se puede hablar de C. Tangana sin hablar de la Rosalía, tanto por la relación personal como profesional que mantuvieron. La pareja colaboró en el disco El Mal Querer, de la cantante.
Álvarez coescribió con ella la mayoría de los temas de ese álbum y se ha llevado varios Grammys Latinos por este trabajo.
De ahí, más canciones y canciones. Éxito tras éxito, una entrada en el mercado de Estados Unidos, conciertos en varios países, dúos con decenas de artistas urbanos. C. Tangana brillaba y era noticia púbica por sus declaraciones.
En 2018, en la rueda de prensa del Festival Primavera Sound se la cargó contra la monarquía española, luego de la sentencia al rapero Valtonyc a tres años y medio de prisión por "enaltecimiento del terrorismo, injurias graves a la Corona y amenazas", por las letras de las canciones.
C. Tangana no dejó títere con cabeza:
"El Rey soy yo, el Rey es un gilipollas, la madre del Rey me come los cojones, la que ahora llaman Reina era una presentadora de la tele, y eso es lo que sigue siendo para mí, y que me metan a mí también en la cárcel, que me voy a ir a Bélgica a hablarles desde allí", dijo entonces, entre otras "joyas".
O aquella vez en 2019, en Bilbao, que se lo sacó de la alineación de un festival porque consideraron que sus letras eran un insulto a las mujeres.
Algo que es una lectura exagerada de lo que él hace. Porque sí, hay mujeres en sus canciones que son objeto de deseo, pero más que estar sujetas a la violencia, ese "yo" que canta en sus canciones se somete a la pasión de una mujer querida y deseada de una manera directa.
No hay una posesión en el sexo que canta C. Tangana, hay confidencia, necesidad de llegar a un mismo lugar.
Como canta en Antes de morirme: "Antes de que muera yo / pienso follarte hasta borrar el límite entre los dos".
Y en 2020, causó revuelo cuando, desde su cuenta de Twitter, llamó a recuperar la bandera española de los fascistas. Sí, no se queda callado.
Con el fin de la relación con Rosalía llega otro momento, personal y crítico. Que estalla en El Madrileño.
Al rescate de 2021
Algunas canciones empezaron a salir en 2020 y anticipaban lo que sería el nuevo disco.
Uno en el que, a diferencia de lo anterior, deja de lado la base trap y se concentra en todo lo demás que aparecía en su música. El ritmo no lo da el beat, sino el espíritu de la canción.
Hay funky, sol, bachata. Flamenco y rumba. Guitarras y vocoders. Eso nuevo que recoge lo que se había hecho antes y que lo mezcla para mirar al futuro.
Lo tenía claro y con 30 años, decidió hacer un giro importante. Se enfocó en la música que amaba desde niño y se dejó llevar, sin importar en las consecuencias:
"Estaba abriendo una ventana que había dejado cerrada (...) Asumí que me podría ir mal".
Entrevista con Alex Marshall, para The New York Times
Pero se equivocó. Todo salió bien.
El Madrileño es el disco de alguien que sabe que ya está en otra edad, que se percibe más adulto y que quiere mutar. No alejarse de la imagen que se tiene de él, sino darle otro matiz. Uno más interesante.
Son 14 canciones, de las cuales 12 son colaboraciones. Que van desde músicos de flamenco, como El Niño de Elche, La Húngara (la única mujer en la lista de invitados), los Gypsy Kings; de rock, como Omar Apollo; o del gran cancionero iberoamericano, como Andrés Calamaro, Jorge Drexler, José Feliciano y Kike Veneno.
C. Tangana ha hecho de todo. Hasta una versión propia de un corrido mexicano y poner a bailar a medio mundo con una canción repleta de cuerdas.
¿La idea? Hacer un disco con diversas sensibilidades, proveniente de varios países. De México, Cuba, Uruguay, Brasil (con el genial Toquinho). Esto con un sentido.
"En España tenemos este problema y es que mucha gente todavía tiene esta mentalidad colonial", dice Álvarez a Alex Marshall. "Algunos piensan que nuestra cultura es mejor que la cultura de ellos y eso es estúpido".
Ahora, con una presentación en el Tiny Desk Concert de NPR -que en dos días acumula más de 700.000 vistas- y un nuevo sencillo con el cantante de flamenco Antonio Carmona -Me Maten-, Antón Álvarez Alfaro no parece que pueda parar.
Y eso está bien. C. Tangana vendría a ser una especie de reformador de la música popular en español y eso se agradece. A veces, es solo cuestión de ver de dónde se saca lo mejor, para brillar.
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