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Pop absoluto mezclado con grunge y actitud: 'The center won't hold' de Sleater-Kinney

Este disco se inició como una apuesta de trío, con la que Corin Tucker, Carrie Brownstein y Janet Weiss continuaban la ruta trazada en No cities to love, del 2015. Esta vez con un cambio sonoro evidente, cortesía de un cuarto cerebro femenino que entró en el cuadro: Annie Clark, más conocida como St. Vincent.

Con Clark como productora de The center won't hold, la música directa y fuerte de la banda descubre un elemento que resulta importante: la seducción. Sí, el disco es un viaje por el cual las canciones de trío entran en un nuevo empaque que anteriormente no habían intentado.

Quizás, como nunca, el trabajo de una productora ha conseguido moldear con tanta perfección las estéticas personales y la de las músicas con las que trabaja. Porque este álbum no deja de ser de Sleater-Kinney, pero es más que eso. Las voces de Corin Tucker —una dulzura poderosa— y de Carrie Brownstein —la de la energía rítmica al pronunciar las sílabas— compaginan mejor con una propuesta en la que hay sonidos sintetizados y un uso de frecuencias graves que sostiene cada canción.

Las guitarras siguen teniendo presencia y es en el primer tema, el que le da nombre al disco, en que todas las herramientas y decisiones estéticas están presentes. Baterías programadas, riffs que recuerdan al grunge, un piano tétrico y coros fantasmales. La apertura permite un encuentro firme con lo que está ppor venir.

Canciones como Hurry on home mantienen el espíritu de la banda riot grrrrl que siempre fue Sleater-Kinney, con un beat firme y una cadencia dance que atrapan. Love es una canción que recuerda, casi hasta el plagio, a Devo. The future is here tiene tanta identidad pop que hasta parece que Tucker cantara como St. Vincent.

En realidad, los 11 temas tienen su propia dinámica particular, dentro de un concepto que, de seguro, le permitirá a Sleater-Kinney llegar a otros oyentes.

Esto ya como dúo, porque hace pocas semanas, la baterista Janet Weiss anunció su salida de la banda, aduciendo diferencias estéticas. Así que este disco se cierra como el trabajo de dos mujeres que saben componer grandes canciones, con otra mujer marcando el camino a seguir para que suenen como deberían sonar.

Escucha The center won't hold, de Sleater- Kinney

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'Yo x ti, tú x mí', de Rosalía y Ozuna

Base sonora directa de Jamaica. El golpe de batería que sirve para que baile todo el mundo. Primero ella y luego él. La voz de Rosalía sigue siendo un espacio de sensualidad, que se apropia de la poética de la música urbana, una vez más. Ella es ella y es parte de una realeza que no parece que va a descender nunca. El boricua Ozuna hace lo suyo y ambos lanzan un tema tan pegajoso, que solo toma un par de pasadas para colarse en la mente de quien lo escucha. Así es esto.  

'Infest the rats' nest', de King Gizzard & the Lizard Wizard

Esta es una banda atípica. Absolutamente atípica. Los australianos —que se juntaron en 2010— han lanzado hasta el momento 15 discos. Sí 15 discos. Y en esta ocasión, a su propuesta de psicodelia pura, se le junta la necesidad de hacer canciones de Thrash Metal, pero a su estilo: las guitarras no tienen un sonido tan brillante; todo suena más apagado, pero eso no le quita dureza a lo que proponen. Stu Mackenzie —líder y cantante del septeto— hace su mejor voz a la Rob Zombie, que resulta perfecta para lo que buscaron en este álbum.

'Young', de Neoma

Sí, lo más sencillo es decir "¡Suena a Billie Eilish!", pero la cuencana Karla Huiracocha —el nombre real detrás de la compositora e intérprete Neoma— no necdesita de esa comparación. Solo con revisar los años de carrera, se desbarata cualquier hipótesis de parecido entre ambas. Neoma canta en inglés ahora, ha anunciado que prepara un disco y lo que suena en Young es una absoluta delicia. Un gran anticipo a lo que será el álbum de 12 canciones, que debería aparecer pronto.