Sandra De La Torre, Rafael Barrett, Selva Almada y Andrés León: las lecturas para este domingo
'Andinismo en la azotea', de Sandra De La Torre
PRIMICIAS
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Andinismo en la azotea
Sandra De La Torre Guarderas
Buenosaires Poetry, 2019
71 pág
USD 12,50
La idea es estar arriba, en la parte superior del edificio, sentir el vértigo y volver a subir. Andinismo en la azotea es un poemario donde hay una ebullición constante, casi como si no se pudiera contener todo lo que se quiere decir, como una búsqueda constante hasta llegar a un punto en el que se debe tomar una decisión.
En la parte más elevada es donde se puede mirar hacia abajo, para saber qué camino a seguir.
Aquí, la poesía de Sandra De La Torre juega con recuerdos, con personas cercanas —reales o solo aspiraciones— con acciones y espacios cotidianos. En el medio hay humor, parodia, y hasta una resolución que desacraliza la idea que se pueda tener sobre lo extraterrenal que existiría en el poema.
Con "Recogí mis pechos/ y me fui" cierra la segunda parte del poemario; para continuar la tercera con "Y recogiste los restos de mí / que clamaban desde el suelo / el rostro en tierra / lo que quedaba del rostro...". Se trata de pasar de un estado a otro, con violencia como mecanismo de comprensión de ese traslado.
Sin embargo, es en el cierre donde todo deja de tener una solemnidad innecesaria, casi como en una expresión que niega lo anterior. Está la broma suprema, el guiño a Les Luthiers que sirve para conciliar lo anterior con la casi nula importancia que podría tener un verso.
Devueltos a la libertad / Un racimo de seres agitados
Rafael Barrett
Mecánica Giratoria / Kikuyo Editorial, 2019
USD 10
Traer de vuelta a un escritor con una importancia que no ha sido reconocida como se debe es un acto de amor. Eso es lo que han hecho las cabezas de Mecánica Giratoria y Kikuyo Editorial, quienes luego de establecer contacto con la Fundación Rafael Barrett presentan este libro que recopila dos vertientes de este autor español, que hizo su carrera literaria en América. Específicamente en Paraguay.
Sus ensayos/crónicas y cuentos son parte de una publicación doble en un solo libro. En sus líneas hay un autor que reflexiona mucho sobre sí mismo y sobre el mundo a su alrededor, sobre las ideas que hace más de un siglo se discutían con fuerza. Siempre con un punto de vista que se ha definido como anarquista, tratando de encontrar una salida a cierta penumbra.
Su prosa —estos son textos publicados hace más de 100 años, ya que Barrett falleció en 1910 a consecuencia de una tuberculosis— tiene un lirismo que permite una lectura fluida. Y está acompañada de una capa de ironía que dibuja sonrisas a quien la lee. Incluso en los primeros textos, que dan la impresión de haber sido seleccionados por los editores para generar esa atracción necesaria apenas se abre el libro.
"El amor es como el bridge o el ajedrez; su encanto no reside en los jugadores sino en el juego", escribe en una de sus reflexiones, este escritor y periodista amado por Borges y Roa Bastos.
Barrett está ahora al alcance de los lectores de Ecuador, una oportunidad que hay que aprovechar.
Chicas muertas
Selva Almada
Literatura Random House, 2014
187 pág
USD 15,26
Selva Almada toma algunas herramientas del periodismo y decide contar su búsqueda alrededor de los casos de asesinatos de Andrea, María Luisa y Sarita, chicas y mujeres de provincia, casos que se hicieron conocidos cuando ella crecía.
Hay una ligera idea de obsesión detrás de estas historias y de los personajes que quedan para contarlas, así como de la firme conciencia de que este libro no se trata de una historia que se cierra, porque estos crímenes —cometidos muchos años antes de que se hablara de femicidios— lamentablemente continúan.
La autora argentina es poderosa. Sus oraciones parecen haber sido pensadas por horas y son capaces de condesar belleza, horror y reflexión. Hay información, mucha. Está su punto de vista, una primera persona que mueve toda la narración. Un "yo" que es capaz de lacerar y enternecer.
No es para menos. Una mujer como todas las mujeres, el recuento de asesinatos y otras anécdotas que orbitan la idea de que existe una permisividad por parte de la sociedad y una ignorancia lúgubre, que obliga a pensar que si a una chica la matan es porque se lo tenía merecido. O porque son casos esporádicos, cuando no lo son.
Almada cuenta su historia y la de familiares. Los peligros que vivió por ser mujer, la conciencia de seguir viva mientras otras no lo están. Escribe en el epílogo: "Ahora tengo cuarenta años y, a diferencia de ella y de las miles de mujeres asesinadas en nuestro país desde entonces, sigo viva. Sólo una cuestión de suerte". Y el mundo tiembla con sus palabras.
Descartable
Andrés León
Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2017
323 pág
USD 12
Un hombre es el ser que reflexiona sobre lo que es, lo que busca, lo que quiere y hace. Héctor protagoniza una novela que consigue hacer una radiografía sobre la política local de Guayaquil —espacio que lleva más de dos décadas como terreno de un solo partido político—, a través de una historia personal, de un repaso sobre las relaciones personales.
Héctor trabaja con el alcalde de Guayaquil. Se encarga de la parte cultural. Es más, el alcalde lo quiere, se siente responsable de él. Héctor va un poco a la deriva. Su matrimonio se ha acabado y busca una pareja firme, con quien estar bien, ser libre y volver a escribir. El personaje central de la novela de Andrés León va de un lado al otro, conversa mucho, reflexiona sobre el amor y la persona ideal.
Al mismo tiempo, es parte del equipo de la campaña de reelección del alcalde. Es en este rubro que suceden las escenas más divertidas de la novela. Las que incluso podrían generar suspicacias en los lectores sobre quiénes son los personajes que aparecen ahí descritos.
Descartable es un libro en el que todo puede desecharse. Su lectura es la experiencia de un ser que se sacude, página a página, aquello que no tiene valor o no sirve para lo que desea. No es un acto egoísta; en realidad Héctor toma decisiones a cada momento y no existe manera de no estar de su lado.
Quizás sea un héroe, de esos que no se leen muy a menudo: alguien que piensa, que escucha —lo mejor de sus conversaciones con Alegría, Gaby, Sarah, Eva y otras mujeres es que él escucha y mucho— y que reacciona al mundo desde la lógica. Así todo tiene sentido.
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