Pink Floyd llega a Madrid, en versión de museo
Vista de la exposición "The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains", en Madrid
EFE
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Este es el paraíso para todo fanático de Pink Floyd. The Pink Floyd Exhibition. Their Mortal Remains llegó este fin de semana al Instituto Ferial de Madrid (IFEMA), en España, luego de dos años de dar vueltas por el mundo, con estadías previas en Londres, Roma y Dortmund.
¿La idea? Hacer un recorrido por la historia de la banda, desde sus inicios hasta el último momento en que el mundo vio juntos a David Gilmour, Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright, en el concierto Live 8, en 2005. Wright falleció en septiembre de 2008.
Por 128 días, quienes estén en la capital española podrán disfrutar una exposición supervisada por Nick Mason, baterista de la banda, así como por Aubrey 'Po' Powell, quien junto al fallecido Storm Thorgerson creó el estudio de diseño Hipgnosis, en 1967, responsable de las portadas de varios de los álbumes de Pink Floyd, así como las de otros discos de bandas clásicas del rock, como Led Zeppelin, The Police y Def Leppard.
Son 350 objetos que forman parte de la muestra. Entre ellos se encuentran instrumentos, efectos —como el Binson Echorec Baby y el Azimuth Coordinator, que le permitía al tecladista Richard Wright controlar la dirección en la que salía el sonido por el sistema de parlantes en los conciertos—, letras de canciones, portadas, diseños en papel de sus proyectos, cartas, las máscaras que hicieron de ellos mismos y que se usaron en la gira del disco The Wall, entre 1980 y 1981, para hacer de la “banda suplente”, de la que se habla en el disco… entre otras curiosidades.
Quizás lo más llamativo sea la presencia de la regla que usaba un maestro del Cambridge and County High School for Boys para castigar a los estudiantes, entre los que destacaba Roger Waters, bajista y compositor de la banda.
Esto en una clara referencia a uno de los motivos más fuertes detrás de la creación de su álbum más ambicioso, el mencionado The Wall, que entre sus temas habló sobre la represión del sistema educativo inglés.
Conocida por ser una banda que le puso mucha atención a los conciertos, incorporando elementos del teatro y nueva tecnología, Pink Floyd recurrió al uso de pantallas gigantes, a construir muros gigantes en pleno show —para luego destruirlos— y a lanzar muñecos y animales inflables gigantes para impactar de mayor manera a su público. Piezas como el cerdo de plástico inflable —inmortalizado en la portada del disco Animals, de 1977— forman parte de la exhibición.
"Llamar la atención de 70.000 personas en un estadio es realmente difícil, habrá quien esté escuchándote, pero muchos otros estarán a otras cosas, sean drogas o lo que sea. Ahí es donde entraron en juego los inflables", contó Mason durante la presentación de la muestra, el pasado 9 de mayo.
The Pink Floyd Exhibition. Their Mortal Remains estará abierta hasta mediados de septiembre en Madrid.
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