El origen del heavy metal en el primer disco de Black Sabbath
50 años no son nada para hablar de heavy metal, gracias a Ozzy Osbourne y sus amigos.
PRIMICIAS / Diego Corrales
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¿Primer disco en hacer referencias a elementos de terror o a imágenes con demonios? Sí. "Check".
¿Canciones que en plena época hippie hablaban sobre destrucción? Sí. "Check".
¿Guitarra afinada en tonos más bajos porque al guitarrista le faltaban las últimas falanges en dos de sus dedos y esto le facilitaba tocar el instrumento? Sí. "Check".
¿Temas en los que el ritmo era más lento, pero no por eso más suave? Sí. "Check".
A inicios de 1970 no había nada como el primer disco que lanzó Black Sabbath. Nada. Bueno, principalmente porque el mundo de la música se movía por el "flower power" y la paz y el amor. Pero en la nueva década todo estaba cambiando.
El mundo era un lugar menos feliz y la esperanza se estaba esfumando.
Debieron ser cuatro chicos de Birmingham -la segunda ciudad en importancia de Reino Unido- los llamados a cambiar la música. Partiendo de una idea sencilla: la gente paga para ir al cine a ver películas que los asuste, ¿qué tal si hacemos música para asustar?
Seguir un plan
Asustar fue suficiente. Tomaron el nombre de una película de Mario Bava de 1963, protagonizada por Boris Karloff. Listo.
Black Sabbath tenía en el guitarrista Tony Iommi, el bajista y letrista Geezer Butler, el baterista Bill Ward y en el cantante Ozzy Osbourne una estructura inquebrantable.
Eran jóvenes que venía de la clase trabajadora -Iommi perdió parte de sus dedos en accidente de trabajo, con una sierra- e indagaron en una idea que tenían.
Y esa indagación terminó en un primer disco que, si bien no es de lo mejor que grabaron -especialmente las últimas cuatro canciones, que suenan a relleno-, permitió el nacimiento del heavy metal.
El álbum Black Sabbath, de Black Sabbath, inicia su recorrido con un tema titulado Black Sabbath. Truenos y campanadas y un riff siniestro de Tony Iommi, en clave de intervalo de trítono, llamado "el intervalo del diablo".
Además, Ozzy canta: "¿Qué es esto que está de pie frente a mí?". Nada fue igual después de esto.
El disco en sí
Black Sabbath fue grabado en 12 horas, el 16 de octubre de 1969, en el Regent Sound Studios de Londres. Banda en vivo. También regrabaron algunas guitarra y una que otra voz de Ozzy. Rodger Bain hizo de productor.
Es por eso que no hay muchas diferencias entre lo que pasa en este disco y en los shows de entonces. En esta producción se sienten los tres instrumentos claramente, dispuestos a transformar todo.
El relleno necesario
La segunda mitad de Black Sabbath se mueve por el blues y el hard rock, lo que le hace poca justicia a este trabajo. Incluso el cover de Evil woman, si bien funciona, no calza en el concepto que manejan.
Y ellos lo sabían. Por eso es que con solo ocho meses de diferencia, Black Sabbath lanza un segundo disco con el que no se equivocan en nada y siguen el camino trazado.
Black Sabbath marca el arranque, pero es con Paranoid, que la banda inglesa consiguió asentar su leyenda. Pero por algo había que empezar, ¿no?
Puede escuchar el disco aquí
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