Un centenar de obras de arte quiteño se exhiben en Carondelet
Vista panorámica del Palacio de Carondelet y la Plaza de la Independencia.
Presidencia de la República
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La exposición Salve Regina: Advocaciones marianas en la Real Audiencia de Quito integra pinturas, esculturas, platería, estampas y publicaciones, que permiten apreciar la gran producción artística durante los casi tres siglos del período colonial.
Varias de las obras de la exposición se presentarán por primera vez pues proceden de monasterios, conventos, museos y colecciones privadas, trabajadas por afamados artistas como Bernardo de Legarda, Miguel de Santiago, Manuel Samaniego, entre otros representantes de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Se expondrá, además, el trabajo desarrollado especialmente, por indígenas y mestizos, quienes aprendieron en el siglo XVI estas manifestaciones artísticas principalmente al interior de los conventos y, más adelante, en talleres familiares, convirtiéndose en hábiles artistas, según Ximena Carcelén, curadora de la exposición.
La exhibición, también, dispondrá de bienes patrimoniales que recorrieron grandes distancias para llegar hasta el Palacio de Gobierno en Quito, como la pintura de la Inmaculada Concepción de la provincia de Loja.
Gran parte del trabajo de los artistas de la Real Audiencia fue anónimo, pero investigaciones recientes han logrado determinar la identidad de sus autores, señaló la Presidencia en un comunicado.
Religiosidad popular
Las obras, que se expondrán en las siete salas del museo del Palacio acercarán al visitante a la religiosidad popular, al uso y poder de las imágenes, a los milagros atribuidos a su intercesión y a los testimonios de agradecimiento de los fieles a través de regalos por los favores recibidos, anota.
Arte, fe, educación y autoridad encierra la muestra, en la que el visitante encontrará las principales devociones de María en la Real Audiencia de Quito: la Inmaculada Concepción, la Virgen de la Merced, del Rosario, del Carmen, de El Quinche, de Guápulo y de El Cisne, entre otras.
La tecnología también estará presente en la muestra, que permite que los recorridos guiados sean más didácticos, así como un mayor acercamiento a las personas con discapacidad visual o auditiva, convirtiendo a la exposición en inclusiva.
Además, en la conocida "sala oscura" del museo, se escuchará un radioteatro que, apoyado con la proyección de imágenes, permitirá conocer la leyenda de la "Virgen Borradora", que salva a un inocente sentenciado a muerte, desapareciendo el dictamen.
La exposición, que permanecerá en Palacio tres meses, ofrecerá, además, charlas y talleres en los que se profundizarán temáticas relacionadas con la muestra.
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