Música de Nick Cave and the Bad Seeds, Angel Olsen, Wilco y Álex Eugenio para este sábado
'Ghosteen', de Nick Cave & the Bad Seeds.
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Esa belleza melancólica de Ghosteen, de Nick Cave and the Bad Seeds
¿Qué sucede cuando un álbum deja en silencio a quien lo escucha? ¿Qué se está moviendo adentro? ¿Dónde puede sentarse alguien una vez que se termina este disco doble, que arranca con Nick Cave diciendo hasta el cansancio "I love you" y un mantra como "Peace will come in"?
Hay maneras de aproximarse a un trabajo así, en el que la banda que integra Cave, Warren Ellis, Thomas Wylder, Martyn Casey, Jim Sclavunos y George Vjestica consigue sorprender desde un minimalismo dulce. Es más, ¿qué hicieron en este trabajo el baterista Wylder y el percusionista Sclavunos? Esa pregunta no tendrá respuesta inmediata.
Una de las formas de acercarse está en entender el proceso creativo y estético que ha seguido Cave a lo largo de su carrera. De ese tinte 'new wave' a la idea de las baladas de asesinatos, esta agrupación ha hecho todo un viaje que le ha permitido cambios de dirección, ligados muchas veces a lo que miembros anteriores le daban al grupo.
Cuando los guitarristas Blixa Bargeld y Mick Harvey dejaron al grupo, en 2003 y 2009, respectivamente, hubo un giro estético que ha sido casi perfecto, tomando en cuenta que Cave y el resto de the Bad Seeds no son esa gente joven que va a seguir componiendo canciones como The Mersey Seat.
Con una intervención mucho más fuerte de Warren Ellis, definitivamente la mancuerna creativa de Cave y quien hace de coproductor del disco, los últimos tres trabajos de esta banda son un ejercicio de melancolía que han ido "in crescendo".
Con Ghosteen está la impresión de que se cierra este camino, que quizás algo más sucederá luego, pero mientras tanto esto que pasa es providencial.
Este es un disco doble, con 11 composiciones. Dividido en una especie de densidad sonora y lírica que el mismo Cave ha definido de una manera curiosa: los temas del disco uno son los hijos de los temas del disco dos.
¿Lo más interesante de esto es que esa impresión no es descabellada? La sensación se aterriza cuando se escuchan las canciones, en el orden secuencial propuesto.
No se usan baterías y los ritmos están señalados por el uso de teclados y sintetizadores. Esa decisión hace que el disco funcione en un terreno más etereo, más coloquial. Incluso con Fireflies se usa el 'spoken word' como mecanismo.
El carácter 'ambient' del disco hace que la voz de Cave esté mucho más presente. Si bien se supone que el disco anterior, Skeleton Tree, está basado en la muerte del hijo adolescente de Cave, en 2015, la pérdida se siente de una manera que se mueve menos en el terreno del duelo.
Quizás Ghosteen sea considerado, con el tiempo, como uno de los mejores trabajos de Cave. Sería justo decirlo. Pareciera que todo se cierra, que todo da vueltas, que la pérdida puede ser esperanza, que siempre se puede seguir.
Al final, con Hollywood, se repiten versos de otras canciones y dan la idea de viaje redondo. Cave dice que todo el mundo pierde a alguien y que conseguir paz mental exige tomar el camino largo. Y ahí está toda esa belleza contenida. Absolutamente toda.
Escucha el disco completo aquí:
Otras recomendaciones
'All mirrors', de Angel Olsen
Angel Olsen tiene 32 años y para su cuarto disco sigue en un sendero interesante: el de siempre apostar por algo distinto, nuevo, que le exija cosas.
Con All mirrors esto continúa, con un resultado intenso, en el que sus composiciones se mueven en un lienzo de música electrónica y orquestaciones creadas por Jherek Bischoff.
Este disco, producido por John Congleton, deja en claro que Olsen crece y que llegará a ser ese tipo de artista que el mundo necesita: capaz de hacer nueva música, sin temor a alejarse de la receta.
'Ode to joy', de Wilco
Un disco con ese título no pude ser sino alegre, o al menos dejar en el oyente la sensación de que se trata de indagar sobre la idea de la felicidad.
El sexteto de Chicago, comandado por Jeff Tweedy, presenta su disco número 11 y el resultado es increíble. Un rock suave e indie que quizás no llegue a la altura del Yankee Hotel Foxtrot, pero que no necesita hacerlo.
En este trabajo Wilco consigue sostener que no importa que se repita un único sonido, en ocasiones más de lo mismo es lo mejor.
'Poco casual', de Álex Eugenio
Álex Eugenio es un caso raro dentro de la música indie ecuatoriana. Pero "raro bien". Porque el guitarrista de Cometa Sucre tiene un proyecto solista que se enfoca en el bolero.
Sí, con el bolero, y el resultado es impresionante. Recuperar un espíritu de muchas décadas atrás, incluso antes de nacer, como un ejercicio propio tiene su mérito. Pero si a esto se le suma excelentes composiciones -que respetan las estructuras y posibilidades del género, como un acorde final de contundencia y voces en armonía- solo hay que presionar play. Como se debe hacer con esta canción.
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