Munn y esa conciencia que se dispara en su tercer disco: 'Odisea'
A días de presentar su nuevo disco, que les tomó varios años en terminar, la banda capitalina Munn conversa con PRIMICIAS. Hablan sobre su música, hacer un álbum en tanto tiempo y cómo han cambiado sus búsquedas estéticas.
Pablo Molina, Mariela y Miguel Ángel Espinosa de los Monteros son los integrantes de Munn.
Cortesía Munn
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Cuando se usa una palabra como "odisea", lo primero que salta es el carácter épico, de la mano del retorno de Ulises a Ítaca.
Todo lo que toma tiempo, esfuerzo, sufrimiento y que al final ofrece una recompensa -sin importar el tipo- se entiende como una odisea. Y, frente a lo que Munn debió pasar para lanzar este nuevo disco, la palabra tiene sentido.
O, quizás, múltiples sentidos.
Porque Odisea no solo es el nombre del disco. Es también es el título de una de las canciones. La que habla sobre la migración, sobre cómo la sociedad procesa la presencia de extranjeros, sobre cómo los señala. "Nombrar sin ver / no somos números", canta Mariela Espinosa en un momento en el que el tema parece trascender a otro espacio.
De esta manera Odisea es el reflejo de un viaje. Un traslado en el que incluso el grupo cambió, dio un paso más hacia adelante.
En cinco años muchas cosas mutan en la dinámica interna de una banda, en lo que pasa con sus integrantes y entre ellos.
Este es un disco que también vio su aparición detenida por la pandemia, porque iba a salir en 2020. Un trabajo en el que Munn se muestra más pendiente del mundo, donde hay un compromiso de hablar de temas que, a pesar del tiempo que ha pasado, siguen siendo relevantes.
Un viaje asentado en la paciencia y en construir canciones como si fuesen modelos para armar.
Mariela Espinosa explica las implicaciones de una palabra como Odisea para llamar al disco que hizo junto a su hermano Miguel Ángel y a Pablo Molina, los otros dos ejes de Munn.
Odisea es también el primer video musical en el que los tres integrantes del grupo aparecen, representando a personajes dentro de una historia en la que se forja una revolución, en búsqueda de un sentido para seguir adelante.
Un video que se estrena este lunes 5 de abril y que está dirigido por Meloman. Rodado en un Quito en pandemia y con señales de cierres de calles por el proceso electoral.
El arranque de un apocalipsis, de un tipo de anarquía, con todos esos elementos que son parte del día a día del quiteño. Solo vistos desde otra perspectiva.
El espacio, esa frontera final
Entre Odisea y Aquí / Ahora -el disco de 2015- hay varias diferencias en la forma en que Munn se acercó al proceso de hacer canciones.
Ahora hay más tensión, quizás algo más de oscuridad.
Eso no significa que hayan salido del terreno de lo electrónico, del trip hop y de cierto manejo particular del espacio, de los sonidos digitales. En este nuevo disco -que ha venido precedido por cuatro sencillos: Eclosión, Cabal, Latido y, ahora, Odisea- ese manejo espacial es más profundo.
Porque todo está en su lugar preciso. Y así hay distancia entre los sonidos, ya que ese espacio, ahora, ubica y separa todo. Nada se pierde. Munn ha avanzado con el uso de lo electrónico. En ocasiones, los beats resuenan a algo que haría el inglés Burial.
Golpes en medio de un uso mínimo de ambientes y sonidos, para darle a la voz de Mariela el protagonismo necesario.
Este espacio también se manifiesta en las estructuras de las canciones. Es como si estuvieran creadas como piezas para ensamblar. Como si cada parte remitiera a una nueva estación del recorrido que se vive en el disco. Incluso en canciones como Odisea o Latido -en las que parece que se repiten partes ya escuchadas- el efecto impacta.
Es música dance, pero más lenta. Que no se interesa en las pistas de bailes, sino en la experiencia total y ellos lo saben.
El sentido de hacer música
Con este tercer disco, la banda es absolutamente contemporánea. Más que hacer una crítica al sistema social y económico, Munn es capaz de revisar los puntos débiles y de enfrentar eso que no funciona, a través de su música y de una lírica que apenas disfraza las intenciones.
No es que no se pueda hacer un arte que entienda de compromiso. Es que el artista es parte de su tiempo y crea en una latitud definida, con todo lo que ella ofrece.
El arte no es catarsis, necesariamente. Pero sí es lienzo para trabajar sobre él todas las ideas que se tienen.
Por eso, en este disco, además de hablar sobre la migración, se hace referencia a cómo no se vive con conciencia del otro, y de por qué, sin tomar en cuenta al otro, nada tiene sentido.
Y no, no hay intenciones de aleccionar.
Lo de Munn se centra en la música. Y estas canciones son vehículos de opiniones que tienen y que mantienen, con el enfoque en lo sonoro.
Odisea tiene 11 canciones y desde este 9 de abril se podrá escuchar en plataformas digitales.
Hay un concierto de lanzamiento de Odisea en el Teatro Sucre, planificado para el 24 de abril. Pero es probable que por el estado de excepción, este deba ser aplazado. Así que hay que estar atentos a sus redes sociales para información que aclare este dato.
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